1/1: Ariel Colmegna deportes 20070215 500x331 (Ariel Colmegna)

JORGE SAVIA Y JOSÉ GALLO

No era un día más en el Parque Central. Lo delataban la cantidad de medios de prensa en la puerta del vestuario y el público que llegó a la "Quinta de la Paraguaya".

Esta vez no era por el entrenamiento de fútbol, el último antes del debut en el Clausura, sino por la aparición de las últimas tres (al final fueron cuatro con Mustafá) incorporaciones de Nacional para afrontar estos seis meses.

Dos eran viejos conocidos. Jorge Martínez y Gonzalo Castro, quienes regresaban tras haberse solucionado las diferencias entre sus representantes y las autoridades tricolores. Ambos indicaron sentirse "bien en lo físico" gracias a la pretemporada que realizaron, y deseosos de volver a ponerse la camiseta tricolor para arrancar el Clausura y la Copa Libertadores.

Sin embargo, el más esperado era Marcelo Sosa. Identificado con Danubio y Peñarol, el "Pato" recurrió al arma que mejor maneja para cortar de plano cualquier suposición: ser directo.

"Soy jugador de fútbol y defiendo mi plata. El hincha que lo tome como quiera. Hay un refrán que dice `pobre es el náufrago que navega en las aguas turbias de la ignorancia` y el que sabe algo de fútbol y me conoce, es consciente que voy a dejar todo por Nacional porque si sale campeón, yo también voy a ganar".

Más simple imposible, aunque luego tuvo tiempo de hablar de este nuevo desafío. "Siempre es importante jugar dos torneos, pero es más importante ponerse una camiseta grande como la de Nacional y si la podés representar internacionalmente, mucho mejor", expresó el volante.

Respecto al estado con el que llega a Nacional, el "Pato" indicó que la hinchada se va a encontrar "con el Sosa de siempre. Lo único que me falta es agarrar un poco de fútbol, ya que si bien estaba entrenando muy fuerte, éramos apenas cuatro, por lo que no podíamos hacer fútbol. Con el correr de los días voy a sentirme mejor futbolísticamente, que es lo importante".

Sosa mantuvo una charla con Carreño, pero fue breve y apenas sirvió para presentarse mutuamente, "todavía no me dijo que espera de mi en la cancha, porque para eso habrá tiempo y hablaremos en los próximos días", explicó.

NEGOCIACIONES. El acuerdo para la reincorporación de Gonzalo Castro y Jorge Martínez llegó tras dos instancias decisivas:

a) en primera instancia, tras una resolución de directiva por la cual se habían declarado selladas todas las gestiones sobre el tema, un pedido que formuló el Dr. Alejandro Balbi para reanudar los contactos con integrantes del Grupo Casal que -según el documento- habían quedado definitivamente interrumpidos;

b) el fruto de ese reapertura lograda por el delegado tricolor ante la AUF, que determinó que en el martes de noche el presidente Ricardo Alarcón y el secretario general Daniel Barreiro se reunieran personalmente con Gonzalo Madrid en la residencia del empresario en Punta del Este.

En el encuentro se habló de aspectos "macro" del relacionamiento entre Nacional y el Grupo Casal, al extremo de que no se conversó de la deuda que cada uno sostiene que el otro mantiene, ni se concretó una ayuda económica de los empresarios para los tricolores, pero mediante una "promesa de apoyo" y el pacto de que -tal vez en Buenos Aires y ya con el propio Casal- volverán a encontrarse en breve, se estableció el acuerdo por el cual el "Chori" y "Malaka" seguirán actuando en el club y Marcelo "Pato" Sosa -dicen que Casal, que recordó que "mi viejo era de Nacional y mi mamá también", comentó: "con ese le ganan el clásico a Peñarol, es el único capaz de pegarle un sopapo a Montero"- se incorporará como quería Carreño, en una operación que se hizo individualmente y no con el formato "paquete".

En cuanto al pago de los tres sueldos que Nacional le debe al plantel principal, la solución no llegó por el acuerdo con el Grupo Casal, sino en forma independiente: mañana los tricolores abonan el primero merced a un adelanto que realizó un particular por la primera cuota de la venta del pase del juvenil Mathías Cardacio -en alrededor de 500.000 dólares- al empresario Daniel Fonseca.