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Alfredo Puig Spangenberg

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Nacido el 16 de marzo de 1897 en el hogar de don Luis Puig Cibils y doña Enriqueta Spangenberg —cuando un día después los clarines anunciarían el triunfo de Tres Arboles, hito en la historia del Partido— Alfredo Puig Spangenberg fue con el correr de los años una verdadera institución en Flores, su departamento natal y también lo fue en las esferas del Partido Nacional.

De la familia Puig, su abuelo Luis Puig Aneiros, catalán de nacimiento, compró a principios del siglo veinte una extensión de campo, Estancia El Ombú, en la que han trabajado sus descendientes directos, entre ellos, desde luego, don Alfredo que manejó el campo con la misma pericia que manejó la Intendencia e incluso igual con su licencia de aviador civil.

Su actuación política es deslumbrante. Sometido al veredicto de las urnas, el departamento de Flores lo ungió diputado, intendente, concejal, culminando esa notable trayectoria como Consejero Nacional de Gobierno, ocupando el cargo en el segundo gobierno blanco del siglo pasado, cuando falleció el titular, don Daniel Fernández Crespo, actuando desde el 29 de julio de 1964 hasta el final del mandato el 28 de febrero de 1966.

Su iniciación en la actividad pública fue en las elecciones del 29 de noviembre de 1931, cuando el Partido ganó la mayoría del Concejo de Administración en Flores, ocupando los dos cargos Miguel A. Pringles y don Alfredo. En 1934, de acuerdo a la nueva Constitución, fue designado Intendente Interventor y tal fueron sus éxitos que en las elecciones del 27 de marzo de 1938, el pueblo de Flores lo eligió Intendente a efectos que siguiera en el cargo.

En las elecciones de 29 de noviembre de 1942, el sublema "Herrera-López" se adjudicó una banca de diputado por Flores, que correspondió a don Alfredo. Las elecciones siguientes, del 24 de noviembre de 1946, el Partido Nacional volvió a obtener la mayoría en Flores y Puig Spangenberg nuevamente fue el Intendente. Cargo para el que fue reelecto en las elecciones del 26 de noviembre de 1950, ante nuevo triunfo blanco en su departamento.

"Para las elecciones del 26 de noviembre de 1954, la Constitución del 52 estableció Concejos Departamentales en lugar de Intendentes. En esa ocasión fue electo don Alfredo pero renunció, ingresando al cargo Enrique Viana. Cuando la gran victoria del Partido Nacional el 30 de noviembre de 1958, otra vez el Lema histórico venció en Flores y Puig Spangenberg fue el presidente del nuevo órgano, acompañado en esa ocasión por Víctor Elizalde y Angel F. Ferrari.

Ya hemos citado lo relativo a las elecciones de 1962, cuando fue electo segundo suplente de Fernández Crespo —el primer suplente fue Salvador Ferrer Serra que lamentablemente murió quedando don Alfredo en primer término— siendo Consejero Nacional de Gobierno cuando Fernández Crespo falleció. Su última figuración electoral, contra sus propios deseos, fue como octavo candidato al Senado en la lista encabezada por Wilson Ferreira Aldunate a instancias del propio Ferreira. Habiendo sacado siete senadores, don Alfredo no ingresó al Senado, lo que comentaba había sido una suerte para él.

De aquella larga y exitosa tarea al frente de la Intendencia de Flores, entre tantos otros logros y a modo de apretada síntesis, citamos la construcción del Matadero Municipal, la construcción de los estadios de básquetbol y de fútbol, así como el hormigonado de la ciudad de Trinidad.

Cuando falleció el 18 de enero de 1973, el Poder Ejecutivo dispuso honores de ministro de Estado y la columna herrerista de Alberto Heber que se publicaba en "El País", lo despidió diciendo: "... Era, como diría Herrera, de los de antes. Siempre en la trinchera de lucha, siempre dispuesto a sacrificarse por la Colectividad... en Flores era una institución... En todos los cargos actuó con particular solvencia y hombría de bien".

En la memoria del Partido, Alfredo Puig Spangenberg tiene lugar de privilegio.

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