Gente acostada en colchonetas chateando con su celular y personas conversando sentadas en las máquinas de pesas. Cuando Soledad Cortez (25) va al gimnasio siempre ve la misma postal.
"A veces me aburro esperando porque veo que conversan y ocupan las máquinas con toda calma. Yo quiero hacer ejercicio y no puedo", reclama.
Pese a eso, Soledad valora que se generen instancias amistosas en los centros deportivos.
"Salvo que ocupen las máquinas más de lo debido, es agradable llegar a un ambiente que parece familiar y donde todos parecieran conocerte. Ahora la gente está más dispuesta porque hace vida social y, a la vez, ejercicio", dice.
Hoy los gimnasios se han convertido en verdaderos clubes sociales. Así, algunas personas van a conocer gente, hacer amigos y pasar un buen rato mientras hacen un poco de deporte.
Según una encuesta realizada a dos mil personas en el Reino Unido, uno de cada tres asistentes de los gimnasios prefiere no sudar durante su entrenamiento y un cuarto prefiere dedicar más tiempo a relajarse en la sauna en vez de hacer ejercicio.
La investigación fue realizada por Kettler, una empresa del rubro de las máquinas de hacer ejercicio. En ella, además, se encontró que cerca de la mitad de los asistentes al gimnasio va después de su trabajo y completa su rutina, mientras la otra mitad no lo hace, distraído por personas del sexo opuesto o porque dedican la mayoría de su tiempo a conversar con el resto.
"Este tipo de comportamiento se ve mucho en los gimnasios. La persona genera una relación de compromiso con el recinto, es como un club social en el cual puedo relacionarme con otros. En general, quienes van dispuestos a eso son los jóvenes entre 20 y 35 años", dice Sebastián Reyes, con experiencia trabajando en varios gimnasios.
"Acá se ve mucho que hacen nuevos amigos, se reencuentran e incluso nacen parejas, pero igual hacen sus rutinas de ejercicio on calma, conversando con el de al lado. Eso sí, hay sólo enfocados en su entrenamiento", señala Carolina Navarrete, encargada de marketing de un reconocido gimnasio.
"Hay un cambio cultural y de mentalidad respecto a hacer deporte. La gente lo valora aún más como un elemento positivo para la salud. A eso se le suma otro aspecto favorable que es relacionarse con los demás en un espacio donde hay comodidad", declara Enrique Aguayo, psicólogo deportivo de Meds. Así, hacer deporte y, al mismo tiempo, entablar nuevas amistades traería consigo evitar el estrés en aquellos que trabajan mucho.
Fuente: El Mercurio/GDA