Se propuso realizar una hazaña memorable y cumplió. Tras dos intentos el surfista norteamericanoJamie O’Brien logró realizar el desafío de prenderse fuego y controlar olas.

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El deportista fue hasta Thaití sólo con el fin de poder capturar con una cámara el momento en el que todo su cuerpo se encontraría en llamas mientras llevaba a cabo su actividad más conocida: surfar. Para lograrlo O'Brien tuvo que cubrir su traje con un gel inflamable, lo que le dificultaba las maniobras, ya que dejaba la tabla más resbaladiza. 

En su primer intento al surfista le jugó una mala pasada el viento que apagó las llamas de su cuerpo. Pero sólo le llevó una segunda vuelta para lograrlo. El objetivo era probar algo nuevo dentro de una disciplina en la que O'Brien ya ha logrado grandes metas. 

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