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Es investigadora y cofundadora de Enteria. Durante su paso por el ciclo “Universos. Historias que construyen futuro” de MAPFRE y El País, habló de su camino en la ciencia y los desafíos del rubro.
Dice que trabaja en un laboratorio para simplificar. Para que la imaginen en un lugar pulcro, de bata blanca, rodeada de tubos de ensayo y líquidos de colores, porque capaz así la entienden más. Pero en realidad, María Pía Campot sabe que su trabajo es mucho más que eso y reconoce que está en el debe de los científicos armarse de paciencia para explicarles a “los mortales” qué hacen todos los días, qué investigan, qué los apasiona.
Campot es científica, o mejor dicho, es biotecnóloga. Pero también, como ella misma lo indica, es mujer, es emprendedora y está “tratando de conquistar el mundo”. Además, el año pasado fue distinguida entre los 35 jóvenes más innovadores de América Latina por la MIT Technology Review, una revista del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). El reconocimiento fue en la categoría “Pioneros” y se basó en su emprendimiento Enteria, una startup dedicada al análisis de la microbiota humana.
“En Enteria nos dedicamos al estudio de los organismos que viven en nuestro cuerpo, particularmente en nuestro intestino, porque alteraciones en esa comunidad de microorganismos intestinales puede llevar a que hayan desbalances a nivel de la salud en diversas áreas: gastroenterológicas, cardíacas, renales, etc. Entonces lo que hacemos es ofrecerles a los profesionales de la salud y a los particulares una herramienta para mejorar el diagnóstico del tratamiento de estos desórdenes”, explicó la emprendedora en el ciclo “Universos. Historias que construyen futuro”, que presentan MAPFRE y El País.
Compuesto por 10 encuentros registrados en formato audiovisual con referentes de la historia reciente de Uruguay y publicado en las distintas plataformas del medio de comunicación y de la aseguradora, el ciclo apunta a impulsar la generación de contenidos relevantes junto a personas transformadoras que transmitan desde su experiencia.
En esta entrevista, moderada por la periodista Alexandra Morgan y la editora de la sección Vivir, María Orfila, Campot explica la importancia de la microbiota en la salud de las personas, la relación con los negocios, los desafíos de las mujeres en la ciencia, el camino que siguió y cuál es el que les recomienda a las niñas y las adolescentes que quieren formar parte.
El segundo cerebro
El vacío en el estómago, las cosquillas, el dolor por los nervios. El intestino tiene diversas terminales nerviosas y hay una relación sumamente estrecha con lo que sucede con el sistema nervioso central y la cabeza. Es por esto que el intestino es conocido como “el segundo cerebro”.
“Hay gente que siente que está todo el día hinchada, otros que tiene colon irritable, personas que tiene dolor abdominal constante y hay quienes van al médico y no encuentra la solución. Ahí es cuando la microbiota empieza a jugar un papel importante y pasa a ser una herramienta más que el médico puede considerar para decir ‘bueno, puede venir por esta lado también’”, indicó la emprendedora.
Es por esto que Campot entiende que es necesario entender y estudiar el intestino, para así mejorar la calidad de vida. Una de las formas es en base a una buena dieta, ya que la macrobiota se alimenta de lo que cada persona ingiere. En ese sentido, comer determinados alimentos favorece el crecimiento de ciertos organismos, mientras que no consumir algunos otros hace que no se vean favorecidos.
La emprendedora aseguró que hay una gran cantidad de evidencia científica referida a la importancia de la microbiota, el efecto y la relación que tiene en la salud: “Ahora tenemos que volcarlo para ayudar a las personas. Hay que sacarlo del laboratorio y llevarlo a que puedan beneficiarse con toda esa investigación”. Este es, precisamente, el objetivo de su startup Enteria.
Las mujeres en la ciencia
La conversación sobre el rol de las mujeres en la ciencia y respecto a qué tan lejos se puede llegar, es una charla que Campot ha tenido en más de una oportunidad con amigas, colegas y mentoras. Dedicarse a esta profesión no es lo difícil, explica durante la entrevista, lo complicado es lograr acceder a cargos de poder.
“Ahí es donde la brecha se separa totalmente. Las mujeres no alcanzan cargos altos y todos los que llegan son hombres. Entonces ahí es donde surge la diferencia”, dice y agrega que de todas maneras hay muchas mujeres en Uruguay que deciden animarse y dedicarse a la ciencia.
La cofundadora de Enteria explica que al igual que pasa en todas las profesiones, el anhelo de una persona que se dedica a aquello que lo apasiona es lograr avanzar y crecer. “Lo que le pasa a las mujeres en la ciencia es que tienen un techo, que muchas veces se relaciona con la maternidad”, acota. Esto se explica, dice, porque en la ciencia se basa mucho en la publicación de artículos científicos y en la productividad misma de la profesión, algo que disminuye al momento de ser madres.
“Creo que las mujeres estamos en una revolución de tratar de mostrar nuestro lugar. Creo que las científicas prueban día a día que se merecen ese lugar. Entonces también es necesario mejorar las oportunidades y ser más justos”, asegura.
Para Campot una de sus prioridades está en incentivar a que más mujeres compartan el camino del rubro que ella ama. “A nivel profesional estoy muy comprometida en el tema de impulsar a que haya más presencia femenina en carreras científicas. Eso es un tema que me preocupa, no por un tema de cuota, sino porque entiendo que estamos perdiendo a mujeres que podrían ser muy buenas en estas carreras, por cuestiones sociales”, explica.
Como científica que antes fue estudiante y que ahora es docente, entiende que para muchos no es fácil decidirse. Sabe que en Uruguay hay un preconcepto en el que se considera que la ciencia es una profesión que, en definitiva, no lleva a ningún lado. “Es un mito. El camino se lo hace uno, están las posibilidades y la puerta está abierta”, dice Campot y asegura que el nivel que se maneja en el país no tiene nada que envidiarle al que se ve en países de Europa o en Estados Unidos. “En la formación estamos excelente”, opina.
Campot es una convencida de que uno de sus mayores desafíos es incentivar a que más niñas y adolescentes decidan abrirse paso en un mundo que tiene espacio para todas y asegura que lo más importante es que cada una arme su propio camino.
“No dejen que nadie les diga que no pueden hacer algo, que no van a llegar a ningún lado. Todos tenemos la capacidad de desarrollarnos en algo que nos gusta y eso es lo más importante, porque si nos gusta nos hace felices y si somos felices nos va a ir mejor”, concluye.
Una uruguaya elegida por el MIT entre los 35 jóvenes más innovadores de América Latina
"Yo esto no lo voy a ganar nunca”, dijo la biotecnóloga María Pía Campot en el momento en que recibió el aviso de la nominación de su startup Enteria para ser reconocida por la revista MIT Technology Review, del Instituto Tecnológico de Massachusetts. El llamado de atención desde el BID por no presentarse la hizo repensar y finalmente completó los formularios. Dos meses después le informaban que había sido elegida como una de los 35 jóvenes más innovadores de América Latina.