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Estudio uruguayo encontró vínculo entre exposición al BPA y salud reproductiva de adultos

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mamadera bpa

CIENCIA

Investigadoras del Institut Pasteur de Montevideo encontraron que la exposición temprana a la sustancia química incide en la caída del recuento espermático

"BPA free”. Seguro que leyó eso en alguna etiqueta si tuvo que comprar una mamadera. Habla del bisfenol A, un compuesto químico industrial que se usa en la producción de plásticosy resinas. ¿De qué tipo? Por ejemplo, en el de la taza de plástico que hoy calentó en el microondas, en recipientes de alimentos, en el revestimiento interior de botellas metálicas, en juguetes, en selladores dentales o hasta en el papel térmico de las facturas. ¿Y cuál es el problema? Que esta sustancia es conocida como “perturbadora endócrina”; es decir, puede alterar funciones hormonales normales.

Y ahora, un estudio de investigadoras del Instituto Pasteur de Montevideo, en colaboración con el Instituto de Salud y Ambiente del Litoral de Argentina, observó que una exposición temprana al BPA puede afectar la salud reproductiva en adultos.

El trabajo de Romina Pagotto, Mariela Bollati y Martina Crispo, recientemente publicado en la revista Reproductive Toxicology, respalda la hipótesis de que la reducción del recuento espermático observada en el mundo en las últimas décadas podría ser consecuencia, al menos en parte, de la exposición al BPA.

Los resultados llegaron a través de un estudio innovador en varios aspectos. El principal es que es el único en el que se analizó el efecto del compuesto en células sexuales masculinas de ratones a siete días del nacimiento usando una técnica llamada “citometría de flujo”. De esta manera, fue posible constatar alteraciones en la diferenciación celular temprana y en los espermatozoidesen la adultez.

Así explicó Pagotto a El País: “Lo hicimos con un modelo en vivo (no in vitro) en un período crítico e importante en el que podés estudiar las células germinales que luego se van a transformar por especialización en espermatozoides”. Como los ratones llegan a adultez en 90 días, se procedió a la comparación celular entre un momento y otro.

Para Mariela Bollati también fue novedoso exponer a las hembras preñadas al BPA para simular la exposición de una mujer embarazada. “Las madres piensan comprarle todo ‘BPA free’ a sus hijos, ¿pero qué pasa cuando ella está expuesta en esos periodos sensibles?”, preguntó.

El estudio demostró que la descendencia recibe la influencia de la sustancia a través de la placenta y/o de la lactancia.

infertilidad
La infertilidad es una condición que, a nivel global, afecta al 15% de las parejas en edad reproductiva.

Exposición a la sustancia.

El conocimiento derivado de este proyecto contribuye a entender el rol de los perturbadores endócrinos sobre las alteraciones reproductivas y perfilar estrategias sanitarias.

Aunque hay una gran cantidad de estudios sobre la toxicidad y la actividad hormonal del BPA en laboratorio, ha habido discrepancias respecto a los efectos observados. Esto ha generado controversias dentro de la comunidad científica y a nivel regulatorio por lo que hay países como Canadá que prohibieron totalmente la comercialización de productos con esta sustancia y países que no han adoptado ninguna medida. La Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA), por su parte, solo prohíbe el compuesto en biberones, tacitas infantiles y envases de leche para niños.

Uruguay está en el camino del medio. En 2012 se emitió un decreto que prohibió la fabricación, importación y comercialización de mamaderas de policarbonato con BPA en su composición al ser considerado “un riesgo innecesario para la salud de los lactantes”. Desde el Ministerio de Salud Pública (MSP) se indicó a El País que no se sumaron nuevas normas.

Y, como apuntó Pagotto, la ordenanza no habla de otros productos. “Uno de los problemas para establecer leyes que regulen (al BPA) es que muchos efectos no se ven de inmediato, ni siquiera a los 3 o a los 5 años. Tenés que esperar hasta que el individuo llegue a la madurez sexual”, explicó.

Además, todavía está en discusión cuál es la dosis considerada segura ni se conoce el riesgo de la exposición a varios compuestos o el efecto acumulativo, por ejemplo, en la materia grasa.

Un documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2010 estimó que el nivel sin efectos negativos observados para el BPA calculado a partir de datos fiables es de 5 miligramos por kilo de peso corporal por día. Esta cifra es como mínimo 500 veces superior a los cálculos prudentes relativos a la exposición humana, incluida la de los lactantes alimentados con biberón.

“El problema con los perturbadores endócrinos, a diferencia de otra tipo de droga de la toxicología tradicional, es que pueden actuar en muy bajas dosis y no necesariamente mantener el efecto a dosis altas”, señaló Pagotto. La comparación es esta: un veneno hace más daño cuanto mayor es la dosis. “Eso no se cumple con los perturbadores endócrinos y por eso se genera el cuestionamiento de si hay que regularon o no”, agregó.

Pasos siguientes.

El estudio publicado en la revista Reproductive Toxicology solo analizó los efectos del BPA en machos. Mariela Bollati y Romina Pagotto todavía deben procesar las muestras de las hembras para descubrir si también influye en su fertilidad.

Otro paso que quieren dar las investigadoras es sumar otros perturbadores endócrinos a los que se está expuesto por otro tipo de administración; por ejemplo, los químicos en protectores solares. El objetivo es estudiar el efecto en la salud a partir de la combinación de compuestos.

Pagotto concluyó: “Queremos saber qué pasa con la mezcla. Si caliento la taza de plástico en el microondas, si antes de salir me pongo protector solar y después me tomo un anticonceptivo, incorporo compuestos que se van sumando. Es muy interesante, aunque difícil de estudiar”.

Presente en objetos de uso cotidiano.

“Día a día estamos expuestos al BPA”, dijo Mariela Bollati, doctora en Ciencias Biológicas y Bioquímica. Botellas de agua, platos, coberturas de alimentos enlatados, biberones, utensilios para horno y microondas, recibos del supermercado, boletos del transporte público e incluso en selladores dentales y tuberías. Al utilizar estos productos, el sujeto consume sin saberlo pequeñas cantidades de BPA que se filtran de los recipientes a la comida y bebida. “Por eso la recomendación de usar recipientes de vidrio o recipientes de acero inoxidable”, señaló la experta. Hay que evitar los plásticos con los números de reciclaje 3, 6 y 7, que contienen compuestos preocupantes; y tirar el plástico cuando esté viejo o desgastado.

El compuesto es tan ubicuo que de las 2.517 personas analizadas en los Centros de Control y Prevención de Enfermedades estadounidenses para la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de 2003-2004, el 93% presentaba niveles detectables de BPA en la orina.

Bollati advirtió también sobre la exposición de los trabajadores en la producción de plásticos con BPA y sobre los efluentes generados por esta industria. “En algunos países hay monitoreo de niveles de BPA en el agua y en fluidos biológicos pero en otros países es posible saber a cuánto estamos expuestos, al igual que la fauna o en los sistemas de potabilización de agua”, comentó.

Otros compuestos químicos utilizados en retardantes de llama (empleados en muebles, vehículos y aparatos electrónicos), los ftalatos (empleados en cosméticos, productos de higiene personal, adhesivos, plásticos y productos farmacéuticos) y polifluoroalquilos (empleados en productos antiadherentes como el teflón) también son identificados como perturbadores endócrinos.

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