Mañana, la película Whisky llega a una nueva parada en su recorrido internacional, que ya cubrió ciudades como París (80.000 espectadores) y Madrid (130.000). La segunda película de Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella se estrenará en Buenos Aires, ciudad en la cual el film anterior de la dupla, 25 Watts, había ganado en el marco del Festival de Cine Independiente de la capital argentina.
Ese antecedente, además de todos los premios obtenidos por Whisky en los festivales de Cannes, La Habana, Tokio y el Goya en Madrid, entre otros, pretextan una significativa cobertura por parte de algunos de los medios de prensa porteños. El estreno de una película uruguaya en el circuito cinematográfico comercial bonaerense no es un acontecimiento frecuente. De hecho, la primera producción nacional que ingresó como estreno a dicho circuito fue la opera prima de Esteban Schoeder El viñedo, hace apenas cuatro años. También En la puta vida fue estrenada en Buenos Aires, aunque ninguna de estas producciones alcanzaron éxito de público o de crítica.
Diferente es el caso de Whisky. Si bien la segunda película de Stoll y Rebella difícilmente logre una taquilla comparable a la de las grandes y muy promocionadas superproducciones de Hollywood, el film viene precedido de una excelente reputación.
El film ya fue exhibido en el marco de la VII Semana de la Crítica en Buenos Aires, en los primeros días de febrero, por lo que varios de los críticos y periodistas de la prensa argentina ya tuvieron un primer contacto con la historia de los hermanos Koller y la empleada de la fábrica de medias de uno de ellos.
El matutino La Nación comienza su nota hablando de la discontinuidad y las dificultades para la realización de películas en Uruguay: "A los uruguayos todavía les cuesta hablar de un cine nacional. Algunos de los que se dedican a la dirección de películas dicen convencidos que, más que de un cine, se puede hablar de media docena de realizadores. Así piensan, por ejemplo, Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, que ya eran conocidos por 25 Watts. El jueves se estrena en nuestro país Whisky, que se llevó el Goya que entrega la Academia de Artes y Ciencias Cinemtográficas de España a la mejor película extranjera hablada en español, aventajando a la argentina Luna de Avellaneda, también en carrera". Consultados por La Nación, los directores dicen que "nos parece gracioso que recién ahora, tras un premio importante afuera, muchos de los nuestros la consideren una película en serio".
También el diario Página12 dedica parte de su suplemento cultural, Radar, a la película. Bajo el título Remedio para melancólicos, el crítico y periodista Mariano Kairuz, escribe que luego de la sorpresa que fue 25 Watts, "los uruguayos vuelven a golpear con Whisky, nuevo avatar de la estética de la melancolía y el absurdo que cautivó a los festivales del cine del mundo y ya es un éxito en Francia y España". "A primera vista, puede que Whisky tenga poco que ver con 25 Watts, pero lo cierto es que en Whisky la principal preocupación de los directores es la misma que en su opera prima: generar y transmitir una atmósfera, cierta sensación de incomodidad y narrar distintas formas de soledad y tristeza".
Los directores, y parte del equipo creativo y técnico de la película ya se encuentran en la capital argentina para acompañar el estreno de Whisky.