MATÍAS CASTRO
La película alemana "La ola", que se estrena hoy en cines, se basa en una experiencia real que se hizo en una secundaria de California. El director Dennis Gansel habló con El País sobre los temas que toca el film y también sobre su filmografía.
"Recuerdo que cuando leí la historia (se refiere a la novela en la que se basa el guión de su película) tenía doce años y pensé de inmediato: ¿Qué habría hecho yo en una situación como ésta?", comenta Gansel, realizador que también es un actor ocasional. Si bien era más joven que los protagonistas del libro, la pregunta era inevitable ya que todo lo que ocurre tiene que ver con la búsqueda de identidad por parte de los adolescentes. Y, además, la historia se vinculaba con la historia alemana y las heridas abiertas en su sociedad.
Dennis Gansel está ahora un tanto lejos de la etapa de la vida que viven los protagonistas de su película. Tiene treinta y seis años y es un realizador bastante atareado en el panorama alemán. La ola fue su tercer largometraje, el más exitoso de su carrera y uno de los filmes alemanes de mayor recaudación en su propio país, con 2.3 millones de espectadores mientras estuvo en el cine.
No fue su primera película vinculada a los totalitarismos y cuestiones políticas. En 2004 estrenó Napola, sobre un boxeador que, en plena Segunda Guerra Mundial, ingresa a una academia que prepara las llamadas "élites nazis".
"¿Yo sería parte de La Ola o sería parte de la resistencia?, me pregunté cuando leí el libro", agrega Gansel. Las preguntas son fundamentales dentro de este proyecto, ya que todo partió de ellas, tanto en la realidad como en la ficción. ¿Por qué el pueblo alemán actuó como si el Holocausto no estuviese ocurriendo?, fue la pregunta de una alumna que disparó la experiencia real, y que también dispara la trama que se ve en la película. El intento por expresar la respuesta con la práctica fue lo que disparó todo. Y ese intento de lección creó el movimiento que dio título a la película.
"Mi propio abuelo fue oficial del ejército durante la Segunda Guerra Mundial", cuenta el director. "Yo siempre creí que en esa situación y en ese tiempo estaría contra Hitler, pero cuando leí el libro aprendí que en muchas ocasiones se vuelve muy difícil ser fuerte y oponerse a astutas dinámicas de grupo", añade.
La historia de su abuelo no es solamente un ejemplo que cite en referencia a esta película, sino que tiene que ver con su experiencia al dirigir Napola. "Considero que en ese caso ya comencé a tratar el tema de las escuelas y las élites, pero ambientada en la Segunda Guerra. La historia que cuenta Napola está muy influida por lo que le ocurrió a mi abuelo, quien fue estudiante y luego docente en esa escuela de élites", dice. Pero entre un film histórico y una película ambientada en la actualidad hay un gran salto, que fue motivado por otras inquietudes del realizador.
Si bien han pasado cincuenta y cinco años desde el final de la Guerra, en Alemania el tema del pasado nazi sigue siendo una llaga y tema de debate que cruza distintas generaciones. "Quería hacer una película para que la audiencia pudiese sentir cómo funciona el sistema y qué tan seductor es. Creo que la pregunta sobre si algo así puede ocurrir de nuevo o no, es algo ciertamente virulento en Alemania, por nuestro pasado y porque todos tenemos conexiones con gente de la generación que vivió ese período".
En cualquier caso las preguntas que se hizo sintonizaron perfectamente con el público de su país y también provocaron una fuerte reacción en el extranjero, con un punto muy alto cuando entró en las nominaciones al Gran Premio del Jurado en el festival de Sundance.
"Debido a que el proyecto de esta película planteaba lo que podría ocurrir si alguien iniciaba algo como La Ola, hablé con estudiantes, profesores, psicólogos. Todos me decían que si yo podía hacerla inteligentemente y si conseguía un líder con una personalidad carismática, podría funcionar. Pero es un asunto delicado. Así y todo se hizo, y ahora hablar sobre el tema e iniciar una discusión es la forma de prevenir cosas como éstas".
La pregunta que se hace el director es si el ascenso del totalitarismo en Alemania se puede dar nuevamente. Comenta que, desde su punto de vista, la cuestión es muy atractiva para mucha gente y cercana en la actualidad. Cita en esto el ejemplo de Rusia y la juventud que sigue a Putin, sus símbolos y su psicología.
Gansel ha actuado en varias de sus películas, aunque su filmografía como director es mucho más extensa. La ola no es la excepción, aunque en ella hace un papel menor. Cuenta que cada vez que hace una película intenta hacer un pequeño papel, ya que con eso aprende mucho de sus colegas. Y en su filmografía se puede encontrar algunas variantes. "Solamente hice una comedia, y aunque se trataba de un tema liviano, para mí fue la película más difícil de hacer. Soy mejor en dramas y asuntos políticos, así que me quedaré en esto", dice. Con todo, su última película, We are the night, es de vampiros, aunque él lo describe como un drama. "Cada película me toma unos 4 años, así que he decidido que sólo tomaré temas que realmente me interesen".
Jürgen Vogel, un actor muy requerido
El protagonista de la película es interpretado por el actor Jürgen Vogel, una cara conocida en el cine alemán, al que recientemente se vio con el estreno montevideano de La suerte de Emma. "Fue una bendición el haber encontrado a actores talentosos en Alemania. Y Jürgen es, por supuesto, uno de mis actores favoritos", cuenta el director. "Fue también el protagonista de mi primera película, y aprendí mucho de él".
En La ola Vogel luce totalmente diferente a como se lo vio en La suerte de Emma, en la que interpretaba a un hombre enfermo de cáncer, que termina refugiándose en una granja.
Vogel está ante las cámaras desde chico, cuando modelaba para marcas de ropa. Con los años se comenzó a interesar por la actuación y se mudó a Berlín para estudiar. En entrevistas ha contado que la primera película que lo impulsó a la actuación fue Taxi Driver y en particular el trabajo de Robert De Niro. La película Little sharks, de 1992, le generó un gran prestigio cuando todavía era un actor principiante. De ahí en adelante continuó una carrera internacional cada vez más reconocida.
Historia real de 1967 como base del film
"La ola" es la adaptación de un libro del mismo nombre, escrito por el profesor estadounidense de historia Ron Jones. El docente, que también oficia como asesor en el film, novelizó una experiencia que hizo en el año 1967 en una secundaria de California. La experiencia se llamó "La tercera ola", y era el nombre del movimiento que propuso a sus alumnos; lo mismo que en la película se llama, simplemente, "La ola". La idea del experimento de Jones fue demostrar claramente dónde reside el atractivo del fascismo, en medio de un curso en el que hablaban sobre la Alemania nazi. La experiencia se realizó a lo largo de la primera semana de abril de 1967 y surgió de la dificultad que tenía Jones para explicarle a sus alumnos la razón por la que el pueblo alemán se dijo ignorante del Holocausto judío mientras ocurría. La práctica se le ocurrió como una mejor alternativa a las explicaciones verbales. Así creó "La tercera ola", un movimiento cuyo objetivo era eliminar la democracia, y en el que sus alumnos tenían que participar. Trabajaron sobre la idea de que la democracia estimula la individualidad, y que esto era una de sus grandes debilidades. Así desarrollaron el principal lema del movimiento: "Fuerza a través de la disciplina, Fuerza a través de la comunidad, Fuerza a través de la acción, Fuerza a través del orgullo". El mayor problema es que quedaron pocos registros de esta experiencia de seis días, que tuvo efectos fuertes entre los estudiantes (aunque no tan extremos como los del film), salvo el libro que Jones escribió mucho después.