Carlos Reyes
Mañana la Zavala Muniz recibe "Corazón verde tatuado", un espectáculo de danza teatro que dirige Sofía Etcheverry. La obra trabaja sobre Juana de Ibarbourou y Alejandra Pizarnik, en un mano a mano de Gimena Fajardo y Andrea Lamana.
Dos muchachas del Interior llegan a Tres Cruces y pasan a vivir en un monoambiente. Ese es el primer paso de un argumento que apuesta a exhibir "un falso documental sobre una convivencia, cuatro artistas y un musical que nunca llega a realizarse", según lo describe Etcheverry (1980).
La idea inicial fue juntar una bailarina (Lamana) y una actriz (Fajardo) para explorar las fronteras de ambas disciplinas, y desde allí hurgar en la soledad, la fragilidad, el amor y la distancia, entre otros grandes tópicos. "El tema era muy amplio y para encauzarlo focalizamos en los discursos poéticos de Ibarbourou y Pizarnik. Una como la poeta modernista, y también como mito nacional que es. La otra en su reflexión sobre el lenguaje. Porque trabajamos también los límites entre las distintas formas de lenguaje, desde una mirada en la que está muy presente el humor", agrega la directora.
No fue raro que en el devenir de los ensayos Fajardo se volcó más al personaje de Ibarbourou, cuya teatralidad brindó material a la actriz. Paralelamente, Lamana se fue volcando hacia Pizarnik, aunque la directora señala que jugaron con las biografías de ambas escritoras, sumando bastante fantasía.
Las tres creadoras del espectáculo imaginaron a dos chicas llegando a Tres Cruces en verano, con 40 grados de temperatura. Leonardo Croatto trabajó sobre música psicodélica, para luego crear la ambientación sonora. Juma Fodde aportó desde las luces las tensiones por medio de claroscuros, mientras el espectáculo describe una convivencia que se deteriora.
"La metodología hubo que encontrarla en el proceso de trabajo. Para eso hubo mucha improvisación, para encontrar un código común a ambas, de modo que la bailarina no se limitara a bailar y la actriz a actuar. Sin embargo, cuando encontramos limitaciones en los campos artísticos de una y otra, también los incorporamos, y nos reímos de eso", afirma Etcheverry.
"Con Gimena tuvimos con este espectáculo un encuentro especial. Creo que pudimos hacer un trabajo en armonía, y trabajar conjuntamente. Ella es corporalmente inteligente, es un referente del teatro uruguayo, y siento que el resultado es maravilloso. Esa es la palabra que se me ocurre. Maravilloso y fresco", resume por su parte Lamana (1975).
Debate y funciones
"Corazón verde tatuado" ganó los Fondos Concursables 2009 y se presentó en el Interior antes de llegar ahora a Montevideo. La obra irá en la Zavala Muniz por tres funciones, mañana y el sábado a las 21 horas y el domingo a las 20 horas. Las entradas valen $ 200. En la función del domingo habrá una charla con el público.