Matías Castro
Tiene veintinueve años y tres largometrajes, además de varios cortos y una participación en un interesante proyecto coral. Ha acumulado méritos suficientes como para merecer un espacio aparte dentro del Festival de Invierno de Cinemateca desde hoy.
Quien sienta un poco de curiosidad esta noche podrá conocer en persona a Piñeiro, cuando a las 19.15 en la sala Cinemateca 18 presente su película Todos mienten. Esta película sobre un grupo de jóvenes que se encierra en una casaquinta para pasar un tiempo juntos ha sido calificada como "brillante" por la crítica argentina, en particular por su economía de recursos para generar el humor y mantener la tensión con pocos elementos. Y precisamente, ese juego con la economía de recursos es lo que Piñeiro ha reconocido como una de sus constantes.
Ayer, durante una breve entrevista telefónica, contó que no le interesa el gran despliegue del cine y ni siquiera apelar a actores conocidos que pueden subir el costo de sus películas. Para alguien que lleva cinco años dirigiendo, que ha cosechado algunos premios internacionales pero que se dedica a la docencia en la Universidad del Cine, su afirmación denota bastante seguridad en lo que se busca.
"Lograr la continuidad para hacer películas es un poco complicado pero hay factores que se juntan en mi caso", explica este realizador que se maneja con presupuestos de 30 mil pesos argentinos (7.500 dólares aproximadamente). "Uno de esos factores es la Universidad del Cine, donde doy clases. La Universidad también oficia como productora porque te da cámaras y te da lugar para editar. Al mismo tiempo la Universidad es bastante inteligente porque con eso logra buena promoción y también reinvierte lo que produce en actualizar su tecnología. El segundo factor en esto es que me gusta hacer películas muy pequeñas, no me interesa lo fastuoso o muy caro. Y como tercer punto hay mucha gente que me apoya en esa moción muy reducida en términos económicos, en la que quizás cada uno tenga que cobrar en proporción a ese presupuesto de 30 mil pesos. También tuve suerte porque una película llamó a la otra en términos de escritura. Y tuvieron una recorrida internacional tranquila pero que me dieron un par de premios que me permitieron pagar mejor a mis actores".
Los actores y su equipo técnico son más o menos constantes en su filmografía y, de hecho, se repiten en la película A propósito de Buenos Aires, cosa que merece una explicación aparte.
"En la parte que hice en A propósito de Buenos Aires tiene a los actores que uso siempre, así que si alguien está atento puede ser que reconozca lo que yo dirigí", cuenta. Su apunte viene al caso porque este largometraje, que Cinemateca exhibirá este lunes a las 19 horas, fue dirigido por once realizadores que pertenecen a la misma generación de egresados de la Universidad del Cine. Los once participaron en un taller en el que varios meses le dieron forma a un guión que después filmaron por segmentos, a razón de unos cinco días de rodaje por realizador. La idea era mantener una línea estética más o menos similar o, al menos, no quebrar radicalmente entre una y otra para generar una película que sería de un director con once cabezas. Pero ese primer trabajo en la dirección de un largo está algo lejos de lo que hace hoy, según cuenta.
En el festival no se verá Rosalinda, su última película, cuyo guión tiene una fuerte influencia de la obra de Shakespeare, según adelanta. El dramaturgo británico es una de sus mayores influencias, junto con Domingo Faustino Sarmiento. La obra del argentino, en particular, tiene una fuerte presencia en Todos mienten y en El hombre robado. Este fin de semana hay una buena chance para comprobarlo ya que la primera se exhibe hoy y la segunda, una comedia dramática y romántica sobre las desventuras de una chica, se verá mañana a las 19.45.
El hombre robado fue su primer largo como director solo y Todos mienten fue el segundo. Aunque ya ha probado varias cosas en sus sucesivos trabajos y ha evolucionado, según sus propias palabras, se siente satisfecho con Todos mienten. "Es rítmica y bastante oscura en la trama", explica. El resto del juicio lo debe hacer el espectador luego de mirar esta mini retrospectiva que comienza hoy con él hablando con el público. El lunes por la noche, cuando A propósito de Buenos Aires termine de ser proyectada, encontrará más elementos para sacar su propia conclusión.
Piñeiro abre el festival de invierno de cinemateca
La presencia hoy de Matías Piñeiro es parte de la apertura del tradicional festival de Cinemateca. Hoy, además, se podrán ver cinco películas más de diversas nacionalidades. Una de ellas es la argentina "Recuerdo de la feliz", de Ramiro Montenegro. Es un film realizado como un video familiar hecho entre veraneantes reales, que cruza el documental y la ficción para contar la historia de un matrimonio de pueblo chico que resuelve tomarse vacaciones por primera vez en su vida. Antes de la función, a las 17.40 en Cinemateca 18, se verá el corto español "La cortadora de margaritas". Otra película a destacar es "El precinto", de Azerbaiján. La historia, dirigida por Igar Safat, trata sobre un fotógrafo famoso que debe elegir entre una tentadora oferta de trabajo en África o casarse con su novia y quedarse. Lo que se ve en el film, más que su duda, es lo que ocurre cuando pospone su boda para tomar el trabajo tan lejos de su país. Se verá a las 17.30 en Sala 2 de Cinemateca y se repetirá en el mismo lugar este lunes. La programación completa se puede seguir en www.cinemateca.org.uy.