MATÍAS CASTRO
Decir que la programación televisiva vive en estado de guerra no es noticia. Pero si un libro lo toma como tema para indagar, y si además el autor es un consultor reconocido, la cuestión cambia. Hoy el argentino Hugo Di Guglielmo presenta su libro.
"Hace diez o quince años la gran preocupación de una persona inquieta era cómo podía acceder a la información. Hoy la pregunta es cómo decodifica la información que me llega, qué me sirve y qué no. El libro invita a la reflexión de que no nos tenemos que dejar llevar por la corriente, porque tenemos un rol dentro de la corriente", sintetiza Di Guglielmo, en una charla previa a su conferencia de esta tarde. A las 18:15 horas, en la Universidad de Montevideo (Prudencio de Pena 2440).
El concepto de "guerra" que sostiene en su libro, remite a los cambios fundamentales que ha detectado. A lo largo de los últimos diez años la televisión sumó muchas modificaciones. Y no solo es una cuestión del Río de la Plata, tal como asegura este ex creativo publicitario, luego programador y actual consultor de canales.
"Una las guerras es la de los formatos, porque todo el negocio ahora funciona con formatos: se establece un programa exitoso, se arma una especie de biblia donde está todo lo referido al programa, sea de entretenimiento, de ficción o de lo que sea, y luego se vende", explica Di Guglielmo. "Luego está la guerra de los horarios, que es la que todos conocemos, que consiste en correr los programas de hora, cortarlos o estirarlos sin que el televidente esté prevenido. En mi concepto eso es una falta de respeto al televidente, pero es una realidad".
Y en tercer lugar señala otra guerra, una de las más importantes desde su punto de vista. Esta es la guerra que ha transformado los ingresos de la televisión, desde la realidad del los años noventa, cuando las tandas publicitarias eran fundamentales, hasta la actualidad, en que el negocio ha adoptado varias formas. "Si bien hoy la tanda sigue siendo muy importante, hay otras formas de ingresos, como la publicidad no tradicional, los llamados telefónicos, las producciones específicas para un auspiciante, las ventas internacionales", afirma.
Además, hay otro elemento más en la transformación, que es el valor que tiene el medio como vidriera. "Esto es que la televisión pone en pantalla un programa que luego se lleva a la música o al teatro, de modo que eso que se emite no tiene un rédito en el mismo canal, sino en otro lado. Esto es clásico de los productos de Cris Morena, en los que el costo quizás no se cubre con su emisión sino también en los teatros y en otros productos asociados", explica.
Guglielmo comenzó su carrera en el mundo de la publicidad, como redactor creativo y luego pasó a ser Director Creativo. Fue productor ejecutivo de televisión, guionista y productor. Fue director de programación de Radio Mitre, director de programación de Canal 13 y hoy es consultor internacional de medios. La televisión en tiempos de guerra no es su primer libro, ya que en 2001 publicó Vivir del aire, con la editorial Norma.
Uno de los aspectos que el autor señala en estos cambios que vive el medio es el de los horarios. Al hablar de esto, cita el caso colombiano y el español, ya que en esos países se reguló el descontrol de los horarios de los programas, siempre cambiando en busca del mayor índice de audiencia posible. "Cuando ocurren todas estas cosas es bueno que haya un organismo de control en cada país, que se actualice y les vaya dando un marco para que no quede desprotegido el televidente". Se preocupa en aclarar que si bien no hay que acercarse a la censura, se necesita cierta intervención en el tema. "Es necesaria una regulación mínima que proteja a los menores. En Argentina, desgraciadamente, esto no está funcionando bien y se cometen excesos en muchos espacios".
Tal como dijo, para él hoy es fundamental que el espectador e internauta tengan capacidad de discernir entre la vorágine mediática que reciben. "Es cierto que el público va marcando tendencias, pero elige en función de lo que se le pone a disposición. Teniendo en cuenta el tremendo poder y la penetración que tienen los medios es necesaria algún tipo de regulación y también de responsabilidad por parte de los que emiten".