Berlín-O GLOBO | En las vísperas de los 70 años (la marca llega en noviembre), la veterana del rock Tina Turner acaba de lanzar en Europa un nuevo CD -Beyond- diferente de todo lo que ha hecho hasta ahora. Tina no canta, apenas recita textos propios sobre amor, acompañada por oraciones budistas y cristianas interpretadas por la profesora suiza de yoga Regula Curti y por la cantante tibetana de mantras Dechen Shak-Dagsay.
Para quien queda sorprendido, Tina, de apariencia enérgica y voz firme como si tuviese 30 años, nota que a pesar de haber adoptado la religión budista ya adulta, adquirió el hábito de meditar cuando todavía practicaba el credo bautista, en Tennessee. "Quien piensa que el rock es todo en mi vida está engañado. Siempre me gustó meditar. Aún cuando estoy en hoteles, entre un show y otro, dedico parte de mi tiempo a la meditación".
Tina descubrió el budismo tras la separación de Ike Turner, con quien dividió cama y escenario por muchos años. Ike era violento y llegaba a pegarle a su compañera. Aún así, ella casi sucumbió con la separación. "Llegué a pensar en el suicido", dice. La crisis terminó cuando descubrió nuevas fuerzas, a través de la religión. Con la adhesión al budismo recuperó la autoconfianza y retomó en forma fulminante la carrera. En 1989, a los 50 años, reinició también la vida amorosa, con Erwin Bach, en Colonia (Alemania), donde vivió mucho tiempo. Hace algunos años se mudó a Suiza.
El resultado del nuevo CD es espiritualidad pura, que no impide que la reina del rock continúe con su trabajo más conocido.