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Artista carismático de voz potente

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El violinista en el tejado

un éxito de humberto de vargas

El violinista en el tejado y un repaso por algunos papeles del dúctil actor

El violinista en el tejado sigue siendo un éxito de público de esta temporada, y ya tiene planificado seguir el año que viene. Uno de los puntales de ese suceso de taquilla es su protagonista, Humberto de Vargas, quien se ha lucido en el drama, en la comedia, y ahora sigue cultivando otra de sus pasiones, el musical. Acá repasamos algunos hitos de más de tres décadas de escenario.

Fue una apuesta fuerte a la producción del espectáculo local: El violinista en el tejado implicó un gran despliegue de artistas y técnicos, para escenificar en la sala principal de El Galpón este musical sobre los problemas, grandes y pequeños, de una comunidad judía. En versión de Omar Varela y bajo dirección de Ignacio Cardozo, desde el estreno se destacó la participación de De Vargas, que supo darle al protagonista gran frescura y vitalidad, además de un buen desempeño escénico y vocal. Desde que subió a escena la obra dio 25 funciones a sala llena, convocando 19 mil espectadores, una cifra sin duda exitosa a escala local. Ahora, cerrará esta temporada 2017 con dos funciones de despedida: el sábado 25 de noviembre a las 20.30 y el domingo 26 a las 19.30. Y el año que viene estará, siempre en el mismo escenario, durante febrero y marzo, los miércoles y jueves a las 20.30. Entradas en Tickantel, a $ 800, $ 1000 y $ 1200.

Al encuentro de las tres Marías
Al encuentro de las tres Marías. Foto: Nicolás Pereyra

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En el teatro De Vargas no tiene mucho que ver con el conductor televisivo de sonrisa amplia y acento remarcado. Y son muchos los papeles de su carrera que dan cuenta de él como un actor lleno de matices, a la hora de sumarse a un drama sobre texto de un autor que tenga para decir. Así ocurrió, por ejemplo, en Copenhague, que se hizo en 2001 en la sala pequeña del Teatro Stella, y que le valió el Premio Florencio a Mejor Actor. El texto de Michael Frayn, dirigido por Jorge Denevi, ponía en juego a un elenco de tres actores (la hizo con Júver Salcedo y Mary Da Cuña), para hablar sobre los límites de la ciencia y la ética. En ella interpretó el rol de Werner Heisenberg, físico alemán conocido por formular el principio de incertidumbre, contribución fundamental al desarrollo de la teoría cuántica. El trabajo corporal del actor, y sus matices a nivel interpretativo, todavía son recordados por la gente de teatro de buena memoria.

Décadas atrás, De Vargas ganó en 1983 el Florencio Revelación por su trabajo en el drama norteamericano La muerte de un viajante, en versión de Júver Salcedo. Intérprete dúctil, se ha lucido en todo tipo de género: obras humorísticas, dramas, grotescos, musicales y la comedia americana. Y ha tenido un especial gusto para interpretar obras de carácter local. Entre ellas se recuerda especialmente Boulevar Sarandí, de Milton Schinca, en la que bajo las órdenes de Juan Antonio Saraví encarnaba con gran vivacidad al dandi uruguayo Roberto de las Carreras. Su voz potente y su dicción limpia le dan siempre en escena la posibilidad de prestarle su carisma natural a un gran rango de personajes. Fue un intenso Pablo Podestá en El trapecio loco, de Walter Acosta, y también tocó acertadamente las zonas dramáticas en Al encuentro de las tres Marías, aquella semblanza de la vida de Juana de Ibarbourou escrita y adaptada a la escena por Diego Fischer, en la que De Vargas trabajó junto a Nidia Telles y Victoria Rodríguez.

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