Sellos, películas y museos por Dickens

Bicentenario. El gran novelista homenajeado en Inglaterra a 200 años de su nacimiento

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JILL LAWLESS | LONDRES-AP

El martes último se conmemoró en Inglaterra y el mundo, el bicentenario del nacimiento de Charles Dickens, quien fue recordado como "el primer autor de fama global, cronista de la desigualdad urbana".

Escribió sobre la vida en la ciudad moderna, con sus abogados y delincuentes, banqueros y vagabundos, soñadores y empleados administrativos. Creó personajes aún conocidos por millones, como Ebenezer Scrooge y Tiny Tim, Pip y la Señorita Havisham, Fagin y Oliver Twist. Y eso le hizo un astro asediado por sus admiradores a ambos lados del Atlántico.

Gran Bretaña conmemoró el martes el bicentenario de Charles Dickens, el primer autor de fama global y cronista de un mundo de desigualdad urbana que se parece mucho al que vivimos hoy. "Sólo hay que mirar nuestra sociedad y todo lo que escribió en la década de 1840 sigue teniendo vigencia", dijo la biógrafa de Dickens, Claire Tomalin. "El gran abismo entre ricos y pobres, financieros corruptos, miembros del Parlamento corruptos... Sea lo que sea, él lo dijo", agregó.

La desconfianza de Dickens hacia los ricos y su compasión por los pobres no evitaron que fuera acogido por la aristocracia de Gran Bretaña. El príncipe Carlos y su esposa Camilla, duquesa de Cornwall, se unieron al arzobispo de Canterbury Rowan Williams, el actor Ralph Fiennes, gran cantidad de dignatarios y descendientes de Dickens en un servicio memorial el martes en el Westminster Abbey de Londres.

Un evento simultáneo se realizó en Portsmouth, en el sur de Inglaterra, donde Dickens nació el 7 de febrero de 1812, hijo de un empleado administrativo de la Armada. En un mensaje de Carlos allí leído, el príncipe llamó a Dickens "uno de los más grandes escritores de la lengua inglesa, que usó su genio creativo para abogar apasionadamente por la justicia social".

En Londres, el heredero del trono colocó una corona de rosas blancas y campanillas de invierno sobre la tumba del autor en la Esquina de los Poetas (lugar de descanso de los íconos de la literatura nacional) y dos de los más jóvenes descendientes de Dickens agregaron un par de ramilletes blancos.

Fiennes leyó fragmentos de Casa desolada, de Dickens, y hubo oraciones para los pobres y marginados, y para los escritores, artistas y periodistas que documentan sobre la sociedad moderna. La historiadora Judith Flanders, quien asistió al servicio, dijo que fue "enormemente emotivo" y que Dickens lo hubiese odiado.

"Dickens dijo en su testamento que no quería ceremonias públicas, ni estatuas, ni reconocimiento público", indicó Flanders, autora del libro de próxima publicación Dickens` London. "Él quería que lo enterraran y morir como un hombre privado. Quería que sus libros fueran su monumento". Y su deseo se cumplió. Las novelas y personajes de Dickens son más populares que nunca.

El Correo Real acaba de emitir dos nuevas estampillas con personajes de Dickens. En este momento en Gran Bretaña uno puede ver adaptaciones televisivas de Grandes esperanzas y El misterio de Edwin Drood, ir a una exhibición sobre Dickens en el Museo de Londres o visitar un parque temático llamado Dickens World (El mundo de Dickens), entre las muchas actividades que evocan al genio.

Relación de Dickens con Uruguay

Montevideo ha sido uno de los lugares donde la obra del gran novelista inglés ha sido leída y analizada con pasión y avidez, pero además es una ciudad desde donde se ha estudiado detenidamente la relación entre el notable escritor y América Latina.

Prueba de ello es el libro Charles Dickens en América Latina: reflexiones desde Montevideo, que reúne una serie de trabajos bajo la coordinación de la investigadora Beatriz Vegh.

Editado por Linardi y Risso en 2005, en sus 270 páginas la publicación plantea las relaciones entre el autor y el ámbito cultural latinoamericano, con numerosos aportes de miembros de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, concretamente del Departamento de Letras Modernas. El libro integra la serie Montevideanas, y fue producto de un coloquio que reunió a intelectuales nacionales y extranjeros en Uruguay en junio de 2003.

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