La danza puede llegar a transformar la vida de una persona hasta límites desconocidos. Por lo menos, así fue para el exitoso abogado John Clark (Richard Gere) quien descubre en el baile de salón un verdadero escape a una vida que hasta ese momento pensaba no podría ser mejor. Esa es la idea central de Bailamos, film que se estrena mañana dirigido por Peter Chelsom que también cuenta con Susan Sarandon y Jennifer López en el reparto.
En realidad el abogado Clark no se puede quejar. Tiene una esposa (Sarandon) e hijos adorables, a quien ama, y en lo profesional su carrera solo conoce ascensos, brillos y dinero. Sin embargo, hay algo que no cierra pero no puede descubrir qué es hasta un día cualquiera en que regresando a su hogar en tren ve algo a través de la ventanilla que cambiará por completo su vida: una profesora de baile (López). Desde ese momento, John Clark se convertirá en un apasionado amante y no precisamente de la maestra, sino de la danza de salón. Su esposa no sabrá nada de esa peculiar historia de amor, pero desconfía, y hasta lo hará seguir por un detective tras los cambios que observa en su marido. "Se trata de una historia acerca de la búsqueda de la felicidad", explica el director.
El film se basa en el homónimo japonés (Dansu Wo Shimasho Ka o Bailamos) estrenado en 1996 con enormes repercusiones de taquilla entre el público asiático y varios premios. Más allá de la inspiración del original, la versión norteamericana debió ser adaptada en forma importando dado que las culturas estadounidense y japonesa poco tienen en común. La responsable de la nueva historia fue Audrey Wells, quien se maravilló con la idea de contar algo diferente: "no se trataba de hallar un amor convencional, sino más bien de redescubrir el goce de concretar un sueño muy escondido y de revivir la chispa y la pasión en un matrimonio de edad mediana".
Por supuesto que para interpretar a sus personajes, tanto Gere como López, y también Sarandon en parte, debieron aprender diez estilos diferentes de danza de salón, incluido el tango. La cosa no fue fácil, pero Jennifer López es una experimentada bailarina y Gere contaba con una muy buena performance en Chicago. "Bailar un tango tan intenso con un amateur como yo requirió de mucha generosidad, paciencia y gracia por parte de Jennifer, y ella me las brindó. Hizo de esta una muy buena experiencia y también aprendí que lo que hace funcionar una danza no son los pasos sino el hecho de que cuenta una historia. Eso es lo que la hace cobrar vida", aseguró el protagonista.
El elenco contó con un verdadero experto para las coreografías, el australiano John O’Connell (Moulin Rouge). "La danza de salón es muy diferente de otro tipo de baile porque hay mucho más énfasis en la precisión", aclaró.