Reclamos y complicaciones por cambios en recitales de Madonna

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IGNACIO QUARTINO Y SEBASTIÁN AUYANET

El primer recital de Madonna se cambió para hoy y los efectos secundarios llegaron hasta Uruguay. Hay problemas con la devolución de entradas y la reubicación de paquetes para quienes no consiguieron resolver sus agendas.

Tras conocerse la suspensión del primer show de Madonna, el miércoles pasado, decenas de uruguayos aún gestionan con los jefes de sus trabajos permisos para poder ver a la diva. Jimena fue una de las tantas uruguayas afectadas. Pidió el miércoles libre para viajar a Buenos Aires, ver el recital y regresar en la madrugada vía Colonia para estar el jueves a las 8 de la mañana en el trabajo.

Sin embargo, ni bien pisó suelo argentino se enteró de la cancelación del concierto. Desde entonces, su fanatismo por la ex chica material no es el mismo que hace dos meses, cuando compró un paquete de 200 dólares que incluía pasaje, estadía y entrada para ver el primer espectáculo de la gira "Sticky and sweet" en Argentina. Hasta ayer, pedía a gritos en su Messenger y su Facebook por una persona que comprara su entrada, aunque los pronósticos no eran muy alentadores. Sólo en caso que pudiera colocar su boleto, hubiera estado en condiciones de comprar otro para el show del domingo.

A Alberto le pasó algo parecido. A diferencia de Jimena, que tuvo que volverse ayer a Montevideo, él pudo convencer al jefe de quedarse un día más en Buenos Aires para ver si conseguía una entrada para el show de anoche.

Por eso, pasó buena parte del jueves en la puerta del estadio Pepsi Music (donde se hizo la devolución de entradas) a la búsqueda de una persona que cambiara su boleto para ver a la diva. No tuvo éxito. A esa altura, la pérdida de la entrada era anecdótica. Como a Jimena, lo que más indignación le genera a Alberto fue la falta de respuestas contundentes de los organizadores del espectáculo, que esperaron hasta último momento para cancelar.

SOBREPRECIO. Con algunos pasajeros que se preparaban para viajar desde Montevideo, también hubo problemas. José Luis Viglione, que había comprado entradas a US$ 260, todavía no sabe cuánto dinero le van a devolver.

"Yo compré hace dos meses cuatro entradas a la agencia de viajes Simply. Dos de ellas venían en un paquete de US$ 315 por persona, porque llevaban hotel y pasaje. Sólo las entradas me costaron 260 dólares cada una. Como se suspendió el recital del sábado y no podemos ir en otra fecha, necesito que me devuelvan la plata. Cuando vi el precio real de la entrada, salía 221 pesos argentinos (unos 70 dólares, aproximadamente). Ellos ofrecen devolverme 110 dólares por entrada. O sea que me cobran US$ 450 por los trámites administrativos de las cuatro entradas, y sin claridad ni un detalle de esos trámites. ¿No es eso una reventa? Atrás de la entrada dice claramente que la entrada no se puede revender", se quejó.

Por su parte Pablo Queirolo, gerente de la agencia Simply, explica la posición de las empresas: "Nosotros adquirimos paquetes a empresas mayoristas que son las que compran las entradas en Buenos Aires vía Ticketek. Eso tiene un costo operativo que ellos cobran. Las entradas llegaron a aumentar de precio pero no porque uno las quiera aumentar, sino porque son los operadores, tanto en Uruguay como en Argentina, quienes aumentan los precios".

"Queremos que nuestros clientes nos esperen porque todavía no sabemos cuánto nos van a devolver a nosotros. En este momento los operadores están viajando a Buenos Aires con las entradas para negociar la devolución con Ticketek en Argentina. Si se cancela el show, Ticketek devuelve el importe de la entrada, pero cuando es una reprogramación de la fecha, devuelven un poco menos de dinero".

Queirolo argumenta también que quien compró la entrada ya sabía lo que costaba desde un principio. "Él decía que pagó un costo mucho más alto, pero eso ya lo sabía. Nadie esperaba un trámite de devolución. A nosotros nos llamó Defensa del Consumidor y nos apoya. En este momento, el operador nos devuelve menos", añadió. Lo que queda por fuera de ese precio -es decir, lo que no se devuelve de momento- es el costo que cargan Ticketek y el operador regional.

Conviene señalar que en su sitio web, Ticketek señala en el capítulo que aquellos con entradas para 3 o 6 de diciembre y quieran devolverla, pueden acercarse al Estadio Obras Sanitarias de esa ciudad para recibir un reembolso a través del mismo medio de pago utilizado para comprarla. Hay tiempo hasta el 19 de diciembre.

Según Queirolo, la agencia tiene unos 200 clientes que se han acomodado "en su mayoría" a las diferentes fechas reprogramadas. "Entiendo que algún cliente no pudo hacer uso de ese servicio que contrató, pero eso no sucedió por nuestra culpa. Si él no se puede adaptar a la nueva fecha, tiene que adaptarse a las devoluciones. Él pagó una entrada más cara y ahora la devolución no está siendo la misma, pero eso es un tema de mercado. Es un tema de oferta y demanda, y hay que esperar qué es lo que se devuelve. En el medio de toda esta gestión hay gastos administrativos que los operadores van a cobrar. Por ahora no hay reintegro de ese recargo, hay que esperar".

No han sido habituales las declaraciones de la cantante en lo que va de la gira "Dulce y pegajosa". Los periodistas han tenido que conformarse apenas con algunas de las expresiones que la diva lanza en sus propios recitales. Pero la encrucijada en que se vio envuelta en Argentina obligó a que ayer al mediodía emitiera un comunicado personal dirigido a los argentinos.

"Realmente estaba ansiosa por comenzar el primero de los cuatro conciertos en Argentina. Cuando me enteré que debido a demoras en los vuelos parte de mis equipos no llegaría a tiempo, lloré", afirma la reina del pop al inicio de la misiva. Después explica: "afortunadamente estoy en condiciones de reprogramar este concierto (del miércoles) y pido disculpas por los inconvenientes que haya causado. Espero verlos a todos ustedes en el estadio de River Plate hoy (jueves) a la noche".

El comunicado termina con una explícita demostración de cariño. Madonna se despide "con amor".

Con el recital de anoche ya cumplido, Madonna enfrentará con el de hoy a otra de las disyuntivas personales que se le planteó en Buenos Aires. Es que hasta ahora no cantó en día viernes y eso por su condición de creyente de la Cábala, fe que abraza desde hace unos años y que la obliga a realizar el ritual de Shabat, algo sagrado para los judíos y por el que los más ortodoxos prohiben el trabajo y el deporte ese día.

Pero como el ritual está más unido al tiempo que al espacio (se demora dos horas y media en cumplirlo), algunos entendidos han explicado que la cantante podrá realizarlo, por ejemplo, antes de subir al escenario. Eso en el entendido de que la diva vive una situación de emergencia y que hasta ahora ha demostrado un respeto total a las normas de la creencia. Esta dedicación ha hecho que Madonna cada tanto realice viajes a Israel, donde está centrada la religión que profesa.