CAMBIOS

Entre discursos y lágrimas, así pasó ayer una jornada especial para la radiofonía uruguaya. Los tres programas diarios que quedaban en Océano FM se despidieron del aire entre discursos emotivos y lágrimas que no se pudieron contener. Con la última emisión de Todo pasa, Abrepalabra y De arriba un rayo, la 93.9, que supo marcar una forma de hacer programas radiales en Uruguay y fue faro de varias generaciones, prepara un viraje hacia una propuesta bien distinta, de la que hasta ahora la dirección no ha querido dar detalles.

Lo concreto es que a partir del lunes, Océano comenzará un período de transición hacia su nueva versión, que se basará mayormente en la música pero tendrá (es el plan actual) algunos contenidos. Según supo El País, la radio recibirá propuestas de programas, y en función de eso armará su estructura, que sería similar a la de otras radios comerciales del circuito que compaginan la presentación de noticias con la de canciones. No está claro si esas incorporaciones se darían en calidad de coproducciones, como el caso de Weekend Deportivo, programa sobre la Liga Universitaria que sí seguirá en esta etapa, ya que su financiación no depende de la radio.

Parte del personal de Oceáno seguirá trabajando y eso podría llegar a incluir a alguno de los comunicadores que ahora se despidieron, aunque también hay incertidumbre al respecto. En la despedida de Abrepalabra, Gustavo Rey, un ícono de la emisora, dijo que entre sus intereses está la música, por lo que “voy a estar muy atento a Océano escuchándola, y ojalá también participando, como muchos de nosotros estuvimos invitados a seguir y hacerla (la nueva radio), y cada uno verá qué quiere hacer”.

En caso de que Rey siga, no será con Abrepalabra tal como se lo conoce. En cuanto a Todo pasa y De arriba un rayo, los equipos todavía no saben si desembarcarán en otra emisora. Consultado por El País sobre el panorama futuro, el director de la radio, Pablo Lecueder, no hizo declaraciones.

En la última emisión del periodístico Todo pasa, su conductor y director Mariano López hizo hincapié en que la radio levantó la programación por motivos económicos. “La radio no tiene dinero para financiar la programación. Esto quiere decir que Océano no cambia para mejorar, no cambia porque pretenda algo rupturista hacia el futuro. Cambia porque no tiene recursos para financiar los programas”, aseguró. A principios de mayo, Lecueder había dicho a El País que “reinventarse está en nuestro ADN”.

La coconductora Paula Barquet siguió esa línea de López y en su despedida dijo que “nos vamos porque la radio no pudo sostener el esfuerzo económico, porque la programación de Océano no pudo hacerse redituable, y por más que pusimos todo de nosotros, no alcanzó”.

La crisis desatada por el coronavirus, que entre varios rubros afectó a los medios de comunicación, jugó su papel en esta decisión acelerada, aunque la caída de la negociación con Orlando Petinatti para su vuelta ya había sido un sacudón importante.

“Son tiempos un poco especiales para todos, en muchos ámbitos. En los medios de comunicación también”, dijo ayer Gustavo Rey. Al igual que el plantel de Todo pasa, el de Abrepalabra se despidió sin completar su duración habitual.

Para compensar, el equipo de De arriba un rayo se extendió casi hasta 15.30 y mezcló unas reflexiones muy emotivas con humor y música en vivo. Guillermo Peluffo sorprendió a sus compañeros de Trotsky Vengarán y conductores de DAUR, Hugo Díaz y Guillermo “Cuico” Perazzo, y les regaló una versión de “Orsai” y otra de “Más allá o más acá”, esa que dice que “donde el viento te lleve, yo voy contigo” y que un poco resumió el espíritu de comunicadores y escuchas que, por años, fueron parte de una radio que marcó un camino.