ENTREVISTA
Antes del concierto que ofrecerá este domingo en el Teatro Solís, la cantante peruana dialogó con El País sobre "Palabras urgentes", su nuevo disco
Como si se tratara de aquel blues que Almendra grabó en 1970, Susana Baca atiende la llamada de El País durante uno de sus viajes por las rutas argentinas. “Estamos a medio camino entre Mendoza y Rosario”, cuenta. La cantante peruana tiene 78 años, pero está más activa que nunca: ya se presentó en varios teatros del país vecino, lanzó un disco producido por Michael League (Palabras urgentes) y este domingo llegará a Montevideo para cantar en el Teatro Solís (Tickantel). Sobre eso, va esta entrevista.
—Su último concierto en Montevideo se celebró en 2015 en el Teatro Solís. ¿Cómo definiría su relación con Uruguay?
—Es muy honda y fuerte. Yo no dejo de pensar en ustedes porque han sido un ejemplo de país para toda América Latina, sobre todo para nosotros los peruanos. Tienen a grandes personajes como el expresidente José Mujica, el músico Alfredo Zitarrosa y el cineasta Walter Tournier, que vivió su exilio en Perú y que nos contaminó a todos del Uruguay. También tienen a la China Zorrilla, esa gran actriz que ha sido fundamental para mí. Estuvimos juntas cuando ella trabajó en Perú con la presentación de la vida de Emily Dickinson (NdR: la obra Emily) y nos hizo llorar y nos conmovió hasta el fondo de nuestros corazones. Fue una actriz muy venerada por nosotros.
—En mayo de 2020, durante la época de mayor incertidumbre de la pandemia, usted grabó una versión a capella de “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, de Fito Páez. ¿Qué representó la letra en ese momento?
—Yo siento que esa canción fue como un vaticinio porque, aunque fue hecha hace mucho tiempo, aún tiene una visión maravillosa. En la etapa de la pandemia fue mi tabla de salvación; todos los días, como si se tratara de una oración, yo me decía:“¿Quién dijo que todo está perdido?Yo vengo a ofrecer mi corazón”. Esa es una canción de esperanza y era lo que más necesitaba en la pandemia, porque todos vivíamos momentos muy extraños: no sabíamos si nosotros o nuestros seres queridos iban a seguir vivos. Cantarla fue un consuelo para mí.
—Y si hablamos del rol del canto en su vida, ¿de qué manera ha funcionado como un consuelo durante sus momentos más difíciles?
—La música es un alimento para el alma. Gracias al arte y a la música es posible superar los momentos más difíciles de tu vida. Es una ventana abierta ante el dolor y una forma de purificar la vida.
—En Palabras urgentes, su nuevo disco, usted grabó una versión de “Cambalache”. ¿Qué hace de esa letra, al igual que la de “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, algo atemporal?
—“Cambalache” se compuso en los años 30, pero se mantiene vigente. Especialmente ahora que en los países vemos cómo los políticos se han corrompido. “Cambalache” es una protesta y me permite decir: “¿Qué se han creído estos? ¿Se piensan que no nos damos cuenta? Nos han engañado”.
—Por eso decidió mencionar a Alan García y a Fujimori.
—Sí, y ambos han sido condenados. A estas alturas la política, en vez de ser esa ciencia maravillosa que se encarga de la dirección de un país, se ha ensuciado. Hoy todo está mezclado.
—Frente a este tipo de situaciones, ¿qué valor tiene el canto para poder enfrentarlas?
—A través de la música yo ofrezco un mensaje de buena vida a la gente. Con las canciones envío un mensaje de aliento a la solidaridad entre las personas, y de respeto a ti mismo y a los demás.
—Palabras urgentes fue producido por Michael League, miembro del grupo Snarky Puppy. ¿Cómo recuerda la experiencia de trabajo?
—En 2016 grabé “Molino Molero” y “Fuego y agua” para su disco The Family Dinner Vol 2, y Michael hizo los arreglos maravillosos para que yo cantara. La experiencia fue muy linda, así que cuando finalizamos el proyecto le pedí si podía producir mi siguiente disco. Le encantó la idea y se fue al Perú con el ingeniero de sonido Fab Dupont. Vivieron 10 días en mi casa y yo les preparé un menú para cada uno de los días de grabación. Compartimos con mucho agrado y la música salió muy rica. Eso te puedo contar de Palabras urgentes.
—¿Qué espera de su reencuentro con el público uruguayo?
—Que nos encontremos en ese teatro maravilloso, que es uno de los más lindos de América Latina. Van a ser pocas horas las que estemos juntos en Uruguay, pero espero que nos encontremos todos un abrazo musical eterno.