Ricardo Olivera: un varón del tango en el Sodre

"Nos falta empeño en posicionar al tango al nivel turístico". Foto: Darwin Borrelli.
Nota a Ricardo Olivera, cantante de tango uruguayo, ND 20150826, foto Darwin Borrelli
Archivo El Pais

Los amantes del tango en vivo están acostumbrados a escucharlo en escenarios pequeños, íntimos, como en Museo del Vino o Fun Fun. Pero mañana, miércoles 9, Ricardo Olivera subirá a escena en la sala mayor del Auditorio Nacional Adela Reta, para recorrer todo un repertorio de clásicos del dos por cuatro, acompañado de un cuarteto de grandes invitados.

El artista, un verdadero cantante de tango, también está lanzando un nuevo disco, Montevideo, aunque advierte que en el show de este miércoles no va a transitar por el repertorio del disco, sino por otro programa especial.

Aunque es un disco de tangos clásicos, comienza con una sorpresa, "Montevideo", de Tabaré Cardozo, que él interpreta en clave bien tanguera. "En un encuentro que tuvimos con Tabaré Cardozo, yo le dije que este tema, que él lo canta en tiempo de murga, tiene todo el corte de un tango, su melancolía, su nostalgia. Por eso abre el disco", explica Olivera a El País. Luego siguen canciones que son pruebas de fuego para los vocalistas tangueros, como "Malena", "Cuesta abajo", y hasta se animó con "Balada para un loco".

En sus shows más pequeños, el cantante se presenta muchas veces con uno o dos músicos, mientras que en el Auditorio, Olivera estará acompañado de un quinteto. "En una sala como el Auditorio, hasta estéticamente es necesario cierto número de músicos. Pero más allá de eso, lo que prima siempre es la aptitud, tanto del músico como del intérprete. Porque hay cosas que vale la pena cantarlas con un instrumento solo, porque el valor literario de la poesía, hace conveniente hasta el recitado de esos temas, incluso hasta sin fondo musical. Pero claro, según el escenario es el marco musical", sintetiza.

—¿Son más osadas las uruguayas que los uruguayos a la hora de interpretar tango, o es que hay más mujeres que se dedican a cultivar ese género?

—No sé si es que hay más, o si es que les gusta más el tango a las mujeres que a los hombres. Capaz que son más osadas las mujeres que los hombres. Creo que a nivel femenino, a nivel de las voces femeninas, siempre estamos representados.

—¿Y en los intérpretes masculinos hay menos originalidad?

—Yo no sé: cada cual tiene su impronta. Obviamente hay muchos que caen en modelos, o en clichés, y me parece que se equivocan, porque terminan en un plan de imitación. Eso me parece que les resta un poco de valor a lo que están haciendo.

—¿Siente que a veces se canta mal el tango?

—Siento que a veces no se le respeta como se tiene que respetar al autor. En algún momento me dijeron que la estrella del tango cantado, es la letra. Y me parece que hay veces que no se le da suficiente valor a lo que se está diciendo, no se lo interpreta como se debería.

—Hay turistas que no encuentran dónde escuchar buen tango en Montevideo. ¿Está mal explotado el tango aquí?

—Creo que a nivel cultural turístico nos faltan hacer cosas por el tango. Tendríamos que poner un poco más de énfasis: todos, no estoy puntualizando sobre el Estado. Nos falta un poco más de empeño para posicionarlo a nivel cultural y turístico como la otra orilla del tango, como la otra parte. Creo que sí, le falta.

—¿Y el público uruguayo, es poco pero constante?

—Sí, no es tanto el volumen del público tanguero. Es bastante reducido, pero es bastante constante. Es una franja etaria que es bastante mayor. La muchachada joven, aunque le puede gusta el tango, tiene también muchas otras opciones.

—En sus espectáculos a veces hace un popurrí para satisfacer muchos pedidos a la vez. ¿No le parece que se sobrevuela un poco cada canción, que no se le da el valor que tiene?

—Bueno, eso me parece que es para los lugares intimistas, donde la gente va, se sienta y toma una copa: ahí el popurrí puede caber. Pero es un poco una falta de respeto al autor recortarle parte de la poesía. El popurrí es como a título ilustrativo, se pueden hacer, pero no creo que cuadre en un espectáculo como este del Auditorio.

—¿Cuál es el tango que más le piden?

—Lamentablemente, con el tema de la difusión del tango, la gente termina encontrando como únicos "Por una cabeza", "Los mareados", "La última curda". Que son maravillosos tangos, y en definitiva a esta altura un poco predecibles, y por ahí pierden un poco la emoción.

—¿Le cansa que la gente siempre le pida los mismos?

—Bueno, en más de un show yo pido especial atención, y anuncio que vamos a hacer un repertorio de tangos que la gente ha escuchado, pero que no son irradiados constantemente, y por eso no se han convertido en suficientemente populares. Y son tangos que hoy por hoy no se escuchan interpretados en vivo. Y muchas veces la gente los acepta muy bien.

—¿Cómo suma un tango a su repertorio?

—Por sobre todas las cosas, mi mayor memoria es auditiva, musical, y muchos tangos, la gran mayoría, me seducen a nivel musical. Luego empiezo a tomar contacto con la letra.

—¿Cuándo empezó tu carrera profesional?

—Va a hacer el año que viene 20 años, y fue en Fun fun, una casa abierta a las inquietudes artísticas. Allí había un guitarrista, Germán Reyna, que acompañaba a todos los que pedían la bolada para cantar. Y yo fui uno de ellos. Ahí me metí en el arte del tango, aunque ya venía conmigo de chico. Y el propio Reyna me dio buenas instrucciones para cantar. Él me decía que afinaba fenómeno, pero que no decía nada. También me aconsejó que escuchara a todos, que de todos iba a aprender algo, incluso de lo que no hay que hacer.

—¿Viene de una familia de confiteros?

—Sí, mi oficio por vía familiar en la panadería y confitería: mi padre siempre tuvo comercios en ese giro. Incluso una vez un cliente se metió en la cuadra de mi panadería (yo estaba cantando), y él entró, y me dijo que me tenía que dedicar a cantar. Y después el devenir de la vida me llevó a eso.

—Y tuvo panadería en Pocitos... y hay una parte de su público que lo conoce de ahí.

—En Scoseria y Francisco Aguilar, y claro, hay mucha gente que me conoce de mis orígenes con la panadería, ya no solo de mis orígenes con el tango. En general los artistas uruguayos no tenemos ese aire de misticismo, ni lo queremos generar. La gran mayoría de los artistas uruguayos, de todos los géneros, no nos separamos del común denominador de la gente.

—¿Usted tiene un público cautivo que no falta a la cita?

—Sí, gracias a Dios tengo un público cautivo, que ha dejado de ser público para convertirse en amigos. Es gente con la que nos visitamos, en mi casa o en la de ellos. Gente que me sigue en forma habitual, y esté en el escenario que esté, ellos están. Y gracias a ellos es más fácil generar el diálogo desde el escenario.

—¿Qué lugar sigue ocupando Gardel a la hora de cantar tango?

—Creo que el tango cantado, tanto para los hombres como para las mujeres, todos queremos tener algo de Gardel. Es un tipo que no se puede dejar de escuchar si querés cantar tango. En una nota que le hicieron a Troilo le preguntaron por los cantores de tango, porque todos los que tuvo eran espectaculares. Y él dijo, "mientras haya un disco y una foto de Gardel, el resto de los cantores van todos muertos". Lo dijo así.

Francis Andreu, Tabaré Cardozo, Mónica Navarro y Valeria Lima también en escena.

Este miércoles a las 21 horas en Auditorio Nacional Adela Reta recibe a Ricardo Olivera, quien recorrerá temas de la talla de Malena, Sur, Cuesta abajo, Montevideo y Volvió una noche, entre otros, acompañado de un quinteto bajo dirección musical de Franco Polimeni, y con Tabaré Cardozo, Valeria Lima, Francis Andreu y Mónica Navarro como invitados.

"Cada lugar representa un gran desafío, más cuando se va acrecentando la platea. Creo que lo tomo con una cuota grande de responsabilidad, y también una cuota importante de irresponsabilidad, porque cuando uno tiene estas oportunidades, se manda directamente. Pero con muchas ganas", puntualiza Olivera sobre el show en cuestión. Será una única función y promete ser un espectáculo de primer nivel, dadas las cualidades vocales de Olivera. Localidades a $ 600 en TickAntel y en Andes y Mercedes.

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"Nos falta empeño en posicionar al tango al nivel turístico". Foto: Darwin Borrelli.

El cantante uruguayo se presenta mañana en el Auditorio

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