Tenemos una cita con Dua Lipa (Londres, 1995) una hora antes de su segundo show en Texas. Esa noche, ella variará su rutina: se volverá una porrista más de los Dallas Cowboys, el equipo favorito de la capital del estado. Pero pese a su calidad de megaestrella -tres Grammys, ícono cultural, imagen de campaña en firmas de moda, perfumes y autos-, se muestra humana.
Dua, que significa “amor” en albanés, ha estado varias veces en América Latina. Argentina le abrió las puertas en sus inicios y luego volvió a visitar a ese país en su gira Future Nostalgia, nombrada por el álbum de 2020 y que la catapultó al estrellato.
Dua no es una artista que revele demasiado en sus entrevistas. Como condición para esta conversación, su equipo solicita previamente un cuestionario con las preguntas que se le harán y rechaza las que cree inconvenientes. Esta hija de inmigrantes kosovares, parte de los cuatro millones de desplazados por las guerras yugoslavas, cuida su imagen al extremo. Nadie salvo sus amigos cercanos y su familia la conoce realmente.
En una época donde la tecnología parece haber conspirado contra la vida privada, Dua Lipa elige ser un enigma. Entre lo poco que se ha animado a revelar está su reciente compromiso con Callum Turner, actor de la serie Masters of the Air. Muy a su estilo, una de las cuestiones que terminó uniéndolos fue el amor compartido por los libros: cuando empezaron a conocerse ambos leían la novela Fortuna del argentino Hernán Díaz.
Ella no responderá en esta entrevista si el pop actual puede desafiar intelectualmente a los oyentes (es la única de nuestras preguntas que filtró su equipo). Sí hablará, en cambio, de cuánto le apasionan las tiendas de discos, casi en extinción ante el auge del streaming.
—¿Aún sentís nervios antes de salir al escenario?
—Sí, prácticamente la mayoría de las noches. No sé si son los nervios, creo que es la adrenalina y la emoción y las mariposas [en el estómago] y gracias a Dios las tengo porque creo que significa que todavía amo lo que hago, incluso en la vez número 77 haciendo el mismo show. Me emociono mucho. Pero sí, a veces me pongo nerviosa también.
—Muchos músicos parecen completamente absortos en lo que hacen en el escenario. A veces su disfrute es casi tangible, como si experimentaran éxtasis. ¿Es eso cierto para ti también?
-Sí, creo que perderse en la performance y en esa conexión con la multitud es muy, muy real. Sumergirse en la experiencia es la mejor forma de vivirla.
—Y dime, ¿te sentís vulnerable frente a una audiencia?
—Sí, absolutamente. Especialmente creo que en demasiados momentos distintos me siento muy fuerte y me siento invencible muchas veces, y a veces siento que ellos pueden ver exactamente lo que pasa por mi mente, en especial cuando estoy cantando ciertas canciones.
—¿Cómo describirías tu relación con la audiencia en esta gira comparado con la anterior?¿Evolucionó?
—Creo que evolucionó muchísimo. Creo que con cada performance, con cada gira, he estado en un descubrimiento de mí misma y quién soy como artista. Mientras las habitaciones se hacen más grandes y los espacios donde canto cambian completamente, es muy emocionante ver cómo puedo hacer que espacios realmente grandes se sientan íntimos y cómo puedo todavía conectar con personas incluso en grandes números.
En Future Nostalgia creo que todavía estaba construyendo la confianza para poder hacer eso, creo que todavía estaba aprendiendo. Y ahora siento que me estoy volviendo mucho mejor en ello.
—Empezás cada concierto con “Training Season”. ¿Por qué esa canción en lugar de, por ejemplo, “Illusion” o “Houdini”?
—Me gusta empezar con un “bang”. Todo en un show está pensado meticulosamente; qué canción va con la siguiente, y cómo contamos una historia con el show que estamos haciendo. Y “Training Season” justamente se siente como una forma muy fuerte, muy empoderadora de empezar esta gira. En cierto modo, la canción dice todo lo que significa esta gira.
—Las tiendas de discos casi han desaparecido, en parte por el auge de las plataformas de streaming. ¿Te sentirías cómoda en un mundo sin tiendas físicas y solo con distribución digital?
—No, amo coleccionar vinilos, amo las cosas físicas. También amo los libros. Creo que es algo muy hermoso y espero que no lo perdamos del todo. No hay nada como escuchar un vinilo en una bandeja, el crepitar de las canciones. Además, descubrir nueva música en una tienda de discos siempre es muy, muy especial. Creo que ambas cosas -los discos y los servicios de streaming- pueden existir al mismo tiempo. Los vinilos están teniendo un renacimiento porque se sienten, en cierta manera, como objetos coleccionables. Y creo que la gente se está enamorando de nuevo con la autenticidad de tener realmente una copia física.
—Además de tu música, te has convertido en una figura cultural con Service95 (un boletín semanal de estilo de vida y un sitio web fundado en 2021) donde entrevistás escritores de manera constante. ¿Eso enriquece a tu música?
—Los libros enriquecen mi vida. Amo leer porque amo escribir. Amo las palabras porque me gusta escribir. En cierto modo, una cosa lleva a la otra. Me siento increíblemente afortunada, porque son narradores brillantes y, sí, enriquecen mi vida completamente.
—En una entrevista reciente Patti Smith dijo que tienes una auténtica sed de conocimiento. ¿Tiene razón?
—Esa es una manera muy halagadora de expresarlo. Sí, creo que mientras te mantengas curiosa siempre te mantendrás joven, supongo. Tener curiosidad, nunca sentirse como si sos la persona más lista de la habitación, siempre querer aprender; creo que eso es increíblemente importante.
—Tu música le da alegría a mucha gente ¿Pero qué hay de ti? ¿Podés disfrutar de tu propia música?
—Sí. Estar cada noche en el escenario y tocar estas canciones y compartir estos momentos con todos es una absoluta alegría. Pero creo que paso tanto tiempo en el proceso creativo que, una vez que se lanza la canción] y una vez que se haya hecho un video para ella, en cierto modo bajo el interruptor y pienso en otras cosas. Así que no necesariamente vuelvo a la canción, me despido de ella hasta estar lista para la gira. Todo tiene sus momentos.
—En la ceremonia del Premio Booker 2022 dijiste: “A menudo me pregunto si los escritores se dan cuenta cuántos regalos nos dan”. Vos ¿te das cuenta cuántos regalos le das a tus seguidores?
—Oh Dios, no lo sé. Mientras la gente lo pase bien, que lo estén disfrutando, que puedan olvidar lo que sea que esté pasando en su mundo por esas dos horas en las que vienen a bailar conmigo y la estén pasando bien; eso es todo lo que puedo esperar. Y, sí, espero que las canciones encuentren un hogar con alguien, espero que hayan tocado a alguien, que hayan estado allí para la gente a través de su vida y sus experiencias y que sean la banda sonora de una buena noche de fiesta. Espero que hagan recuerdos junto a sus seres más cercanos y queridos. Es todo lo que puedo esperar que haga mi música.
(Alfonso Rivadeneyra García/El Comercio/GDA)