Murió en la cúspide de su carrera, víctima del cáncer, y la tragedia elevó su figura a un nivel cercano a lo divino. Bob Marley, que este 6 de febrero cumpliría 80 años, trasciende el reggae: es un símbolo de la lucha por la igualdad y un ejemplo del poder transformador de la música. “Marley es lo más grande que hay, es un dios”, le dijo Ruben Rada a El País al cumplirse 40 años de su muerte. “Siento lo mismo por él que por Louis Armstrong: llegó al mundo entero y se volvió embajador de su país.”
Sus canciones no solo mantienen su vigencia —“Three Little Birds”, por ejemplo, tiene más de 1.133 millones de reproducciones en Spotify—, sino que su mensaje sigue siendo igual de urgente que hace medio siglo. ¿Cómo no estremecerse con letras como “War”, “So Much Trouble in the World” y “Real Situation”? Su genio radicaba en convertir el miedo colectivo en canciones de melodías inoxidables. Conjugó su pensamiento con un ritmo magnético, convirtiéndolo en parte esencial de su leyenda.
Si uno busca la esencia de su mensaje, la clave está en la mirada luminosa frente a toda oscuridad: el amor y la comunión como única forma de salir adelante. Tal vez suene a utopía, pero qué necesario es creer, aunque sea mientras duran himnos como “One Love / People Get Ready” y “No More Trouble”, que ese mundo es posible.
Hay distintas formas de acercarse a su obra. Algunos lo hacen con Legend, el greatest hits que se convirtió en uno de los discos más vendidos de la historia, y otros por proyectos audiovisuales como la biopic One Love (2024) o el imperdible documental Marley (2012). Otros, directamente, prefieren quedarse con su imagen, esa que ilustra remeras, banderas y hasta desmorrugadores, y que sus herederos capitalizan con auriculares, café y hasta cargadores de celular.
Lo importante, en un día como hoy, es recordar qué convirtió a Marley en un embajador del reggae. Por eso, va esta lista de cinco álbumes esenciales para los que quieran descubrir o reencontrarse con su discografía.
"Catch a Fire" (1973)
Es verdad que el reggae ya había cruzado fronteras gracias a la banda sonora de The Harder They Come, la película de 1972 que protagonizó Jimmy Cliff, pero Catch a Fire fue el encargado de terminar de plantar su semilla en el mundo. Bajo el nombre de The Wailers, el trío que Marley fundó junto a Peter Tosh y Bunny Wailer en 1963, fue su carta de presentación internacional. Fue su quinto disco y el primero con la producción de Chris Blackwell, quien refinó su sonido para hacerlo más accesible.
Catch a Fire es un manifiesto de todas las virtudes del género: su ritmo hipnótico da espacio para escupir las verdades más amargas. “Slave Driver” y “400 Years” abordan la opresión que dejó la esclavitud, “Concrete Jungle” habla de la miseria más asfixiante, y “Stop That Train” pinta una realidad sin esperanzas. Pero también hay lugar para el optimismo: “No More Trouble” propone un mensaje de comunión, y “Baby, We’ve Got a Date” le canta a la ilusión de una primera cita. En la cima está “Stir It Up”, una joya atemporal.
"Live! (1975)
Es uno de los mejores discos en vivo de la historia, y hay dos formas de escucharlo: a todo volumen mientras se baila con pequeños saltos como los que daba Marley en el escenario, o concentrándose en las letras combativas de “Get Up, Stand Up”, “I Shot the Sheriff” y "Them Belly Full (But We Hungry)”. La decisión depende del estado de ánimo; lo que es seguro es que Live! es un álbum que merece ser escuchado por completo. “Lo bueno de la música es que cuando te golpea no sentís dolor”, canta Marley en “Trenchtown Rock”, y sobre esa frase construye la intención de Live!
Hay que dejarse golpear por los coros de las I-Threes que reafirman la intención de cada frase de Marley, los fraseos del guitarrista Al Anderson que brillan en “Lively Up Yourself” y las líneas de bajo de Aston “Family Man” Barrett en “Get Up, Stand Up”. El golpe definitivo llega con “No Woman, No Cry”: siete minutos de comunión tan apasionada como la de una ceremonia religiosa.
"Exodus" (1977)
En diciembre de 1976 sufrió un intento de asesinato en su casa de Kingston mientras ensayaba para “Smile Jamaica”, un festival que buscaba traer un poco de paz a un país al borde de la guerra civil. El atentado no lo amilanó: a los dos días subió al escenario del National Heroes Park y entregó uno de los recitales más comprometidos de su carrera. Sin embargo, el clima amenazante no le dejó más opción que exiliarse una temporada en Londres junto a The Wailers, que desde 1974 ya no contaba con sus otros dos miembros originales.
En pleno invierno británico, Marley grabó dos discos cruciales: Exodus y Kaya. El primero es una contundente respuesta a su atentado. La cara A del vinilo presenta las letras más combativas de su obra (“So Much Things To Say”, “Guiltiness”y “The Heathen”), mientras que la cara B contrarresta el mensaje con las optimistas “Jamming”, “One Love / People Get Ready” y “Three Little Birds”. El tema que da nombre al disco entrega siete minutos de un festivo relato sobre la peregrinación religiosa. Es un álbum perfecto: para hacerse una idea, la revista Time lo nombró el mejor álbum del siglo XX.
"Survival" (1979)
La ausencia de hits dignos de entrar a la selección de Legend hizo que Survival se convirtiera en un disco casi desconocido para el gran público de Marley, pero ese disco de 1979 es uno de los más significativos de su carrera. Tanto su título (“Supervivencia”, en español) como su portada, con todas las banderas de los países de África, lo dejan en claro: es un canto a la solidaridad panafricana.
Inspirado en la independencia de Zimbabwe, un hecho que trajo esperanza a un continente históricamente oprimido, presenta una colección de canciones luminosas y de inspiración rastafari para tiempos llenos de cambios. En “Africa Unite”, “Zimbabwe” y “Wake Up and Live” invita a la unión a pesar de las diferencias, “Survival” celebra el espíritu resiliente del continente y “So Much Trouble In the World” es una invitación a pensar en un mundo mejor.
"Uprising" (1980)
Es su último disco antes de morir en 1981, y funciona como testamento musical. Abre con la alegre “Coming In From the Cold” e incluye “Could You Be Loved”, uno de los éxitos más grandes de su carrera. En “Real Situation” y “Bad Bard” retrata a un mundo al borde del apocalipsis a causa de la crisis nuclear, mientras que en la adorable “Forever Loving Jah” celebra su espiritualidad rastafari.
El cierre, con “Redemption Song”, grabada a guitarra y voz, es su declaración más poderosa y emotiva de su carrera. “¿No me ayudás a cantar estas canciones de libertad? / Porque son lo único que tengo, canciones de redención”, declara con tanta entrega que uno percibe que esas frases sintetizan la lucha de toda una vida. El rasgueo final de su instrumento deja un nudo en la garganta.
Un bonus
Ya que se mencionó a Legend, esta es una buena excusa para redescubrir este greatest hits de 1984. Incluye varias de las canciones mencionadas en esta nota junto a otros grandes éxitos como “Is This Love”, “Buffalo Soldier” y la versión original de “I Shot the Sheriff”. La selección incluye a otras imperdibles como “Waiting In Vain”, una de sus baladas más delicadas de su obra (“No quiero esperar en vano por tu amor”, ruega), y la relajada “Satisfy My Soul”. Quienes quieran seguir por el camino de las recopilaciones, se recomienda seguir con Natural Mystic.
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