A finales del año pasado, Adrián Barilari sorprendió a los seguidores de Rata Blanca al publicar tres discos que reflejan la amplitud de su personalidad artística. El primero, Bienvenidos a mi infierock (Live), era un buen resumen del estilo que cosechó con su grupo a partir de los ochenta y que extendió en su carrera solista; el segundo, Tango de mi país, incluía cálidas e inesperadas versiones de clásicos tangueros como “Sur” y “Cambalache”; y el tercero, Canciones doradas, adaptaba temas de The Police y Robbie Williams al español. En total, eran 27 canciones.
“Esos discos me representan”, explica el argentino a El País. “Yo soy cantante antes que músico, y eso significa que puedo cantar varias cuestiones y no quedarme solo en la historia en la que todo el mundo me conoce: el rock y el metal. Yo vengo de una escuela anterior, que es el tango y el folklore, y en la pandemia me di gusto de plasmar ese costado”.
Ese proyecto, que el compositor de “Mujer amante” define como “un divertimento”, funcionaba, además, como una manera de saldar una postergada deuda emocional. Su desgarradora interpretación de “Sur” en Tango de mi país era una promesa que le había hecho años atrás a su tío Florencio. “Con él aprendí a cantar cuando tenía cinco años, y quise hacerle ese homenaje porque, 50 años después, me doy cuenta de que ese fue el inicio de mi carrera y de la preparación para llegar a Rata Blanca”.
Algo similar sucedió con Canciones doradas, que ya tiene dos volúmenes con el mismo nombre (el primero es de 2007). “Cuando tenía 13 años empecé a escuchar los Beatles, los Stones, Tom Jones y Aerosmith, y este es un homenaje a esas bandas de las que todos aprendimos un poco”, dice. “Los sudamericanos no inventamos el rock, simplemente lo tomamos y lo transformamos a nuestro gusto. Eso es lo que hago con Canciones doradas, que tiene a esos temas adaptados al español y grabados con la impronta que le quiero dar”.
Barilari brinda dos motivos detrás de su decisión de traducir clásicos como “Show Must Go On” (Queen) y “You Give Love a Bad Name” (Bon Jovi): “Para que se entienda qué quiere decir y para darle una vuelta de rosca y hacer algo diferente; si no, sería una banda tributo cualquiera”.
Con esta propuesta, para la que está grabando una tercera entrega —en noviembre lanzó un adelanto con “Still Got the Blues”, de Gary Moore— llegará hoy a Uruguay para dar inicio a una pequeña gira de cuatro ciudades. Canciones doradas iniciará a las 21.00 en el Teatro Larrañaga de Salto y continuará hasta el sábado con un show por noche: mañana estará en el Centro Cultural Rosario, el viernes actuará en Montevideo Music Box y el sábado se despedirá en el Centro de Convenciones de Punta del Este.
Las entradas se venden a través de RedTickets, y los precios varían dependiendo de la ciudad. En Montevideo, por ejemplo, van de 1150 a 1840 pesos. Por 2473 pesos se accede a un sector VIP y a un meet and greet con el artista.
“Este es un espectáculo muy ameno”, comenta sobre el show en el que estará acompañado por siete músicos. “Es algo distinto a lo de Rata Blanca, que es una banda de heavy metal y hard rock que te pasa por arriba; esto es más del estilo del café concert porque hay más interacción con el público. Yo siempre digo que la gente paga una entrada para verme, pero de arriba del escenario yo vengo a ver un espectáculo porque hay mucho ida y vuelta con la gente, y eso me encanta”.
Sobre esta gira, que originalmente se iba a celebrar en vísperas de la Noche de la Nostalgia pero que fue reprogramada, Barilari adelanta: “Esto es un divertimento, como dije antes, y vamos a hacer canciones que todo el mundo conoce y disfruta. Esta es una gran fiesta y yo me propongo hacer cantar a todo el que venga”.
El objetivo es, como reafirma, pasar un buen rato en torno a los clásicos. “Me gustaría que la gente se olvide de los problemas cotidianos, que baile y cante para que se vaya con una sonrisa y las ganas de repetir en algún momento”.