Moria bautizó el Teatro Metro y regresará el sábado

CARLOS REYES

Con las tres funciones de Moria por Metro, que la vedette argentina dio el fin de semana último en el Gran Teatro Metro, se cumplieron dos o tres objetivos importantes. El más notorio, darle un bautismo de categoría a esta gran sala cinematográfica que ahora incursiona en el difícil negocio del espectáculo en vivo. Esa meta quedó alcanzada sobre el escenario y en la platea. Con un aforo de mil localidades, en las tres presentaciones se agotó la platea (de 600 butacas) y se vendió muy bien la tertulia (400 butacas), resultado más que satisfactorio para el arranque de un teatro. Semejante respuesta de público lleva a repetir este espectáculo de revista, que se presentará el sábado y domingo próximo.

Otro suceso significativo tu-vo que ver con las inmediaciones de la sala, donde reinó la seguridad y el consumo, dos elementos que son fundamentales para que el negocio del espectáculo dinamice a otros rubros aledaños. Afortunadamente, mientras muchos restoranes de la zona duplicaron su actividad, no hubo incidentes serios que alimentaran la crónica policial, pese a la cantidad de joyas y otros valores que se vieron desfilar en el cruce de San José y Zelmar Michelini.

Pero la puesta en marcha de la sala viene acompañada de otra resurrección: la del teatro de revista. Porque Moria por Metro, pese a ser un show de proporciones medianas, permitió revivir la magia de un género netamente porteño que el público uruguayo recibe con entusiasmo. En él, el público se reencuentra con formas artísticas que no son frecuentes en nuestros escenarios, y esto no tiene que ver sólo con los números de vedettes y fantasía, sino con otras artes exóticas como la ventriloquía.

Moria por Metro tiene la típica estructura de un espectáculo de revista, aunque sin escalinata ni bajada política. Como señaló la propia Moria desde el escenario, "en este momento en que hay cierta sensibilidad entre nuestros países por el asunto de las papeleras, el hecho de que sea una artista argentina la encargada de inaugurar un teatro uruguayo es una muestra de comunión entre los dos pueblos, más allá de los asuntos políticos". Porque cuando se trata de vedettes y lentejuelas, las plantas de celulosa quedan en un segundísimo plano.

Con coreografía y dirección general de Flavio Mendoza, "Moria por Metro" tiene varias figuras destacadas además de la propia protagonista. Juan Acosta aporta su humor en varios monólogos, mientras Alberto Bianco interpreta tangos en clave melódica. A la presencia de las vedettes Paola Rey y Lorena Liggi se suma un personaje encantador. Es el mago Nicolás Chevellie, cuyo muñeco González parece pariente de Chirolita.