La familia más compleja del rock

1/2:  20121125 450x424 ()

2/2:  20121125 800x542 ()

Los fanáticos de Aerosmith han esperado ocho años por un nuevo disco y once para un disco con canciones totalmente nuevas. No obstante, según supone el cantante Steven Tyler, la veterana banda de Boston está adentro del plazo.

"No llegamos tarde", dice entre risas durante una entrevista telefónica. "Estábamos ocupados en la preparación". Luego de uno de sus períodos más turbulentos (cosa que para cualquiera que conozca los cuarenta y dos años de historia de drogas y diferencias internas en la banda, es realmente algo importante) Aerosmith está de regreso y bastante cómoda.

El quinteto que integra el Salón de la Fama del Rock and Roll, fundado en 1970, ha vendido más de 150 millones de discos en todo el mundo y acaba de editar su disco número 15, Music from another dimension. El álbum debutó en el número 5 del ranking de los más exitosos 200 de Billboard y ha vendido sesenta y tres mil discos. Continuando el álbum Honkin´on Bobo (2004), formado mayormente por covers, y por Just push play (2001), el nuevo disco tiene quince temas que van desde el simple hard roquero Legendary child a la "power ballad" We all fall down. Incluye también un dúo con la cantante country Carrie Underwood en el tema Can´t stop loving you.

Pero más importante aún es el hecho de que el disco ha re-energizado a la banda una vez más.

"Nos sentimos muy bien porque tenemos este nuevo disco y tenemos sentimientos fuertes al respecto", comenta Tom Hamilton, el bajista de sesenta años, mientras habla por teléfono desde su casa en Boston. "Realmente te hace sentir que estás caminando con un arma cargada. He estado esperando esto por mucho tiempo porque también quiero que seamos conocidos como una banda de gran cilindrada. Podríamos haber seguido saliendo para tocar las mismas canciones todos los años pero sería algo incómodo para mí si no me planteara tener un disco con nuevas canciones. Esa no es la clase de banda que somos".

Con todo, tres años atrás Aerosmith no era una banda en absoluto.

Tyler y sus compañeros se sintieron varados, y no era la primera vez, luego de que el cantante se cayó de un escenario durante un show en agosto de 2009.

El resto de la gira de verano de Aerosmith fue cancelado y entre rumores de que Tyler había recaído en las drogas (se internó en la clínica Betty Ford a fines de ese año para superar su adicción a los tranquilizantes, originada luego de una cirugía en su pie) la banda reconoció que pensaba en reemplazarlo. Incluso se acercaron a colegas como Sammy Hagar, ex vocalista de Van Halen, y Lenny Kravitz.

"Les dije que estaban locos" recuerda Hagar en una entrevista por separado. "Los otros tipos no querían escucharlo pero Steven es Aerosmith. Si no lo tenés, no tenés a la banda".

A través de una serie de operaciones, incluyendo un encuentro entre los músicos a comienzos de 2010 (convocado por Tyler con mediación de su abogado), Aerosmith arregló sus cosas.

"Hay un paradigm que funciona: perdona y esconde tu dedo medio", dice el cantante de sesenta y cuatro años, quien pasó dos temporadas como juez en American Idol mientras duraba la agitación interna de la banda. "Nos dimos cuenta de las muchas recompensas que teníamos por juntarnos en un cuarto, pedir disculpas y mirar las tonterías de lo que ocurrió y por qué sucedió".

"Y era más enfermizo mantenernos separados que ponernos a trabajar para volver a tocar juntos".

Joe Perry, el guitarrista de sesenta y tres años, está de acuerdo. "Está esta tensión dinámica que realmente hace que la banda sea lo que es", dice el guitarrista, quien dejó el grupo entre 1979 y 1984. "Se habló algo más en público de lo que hubiéramos querido, pero creo que eso muestra lo que se necesita para mantener esta banda reunida. No es algo fácil".

"Creo que es realmente un buen trabajo que muestra que no solo estamos en un estudio buscando éxitos como hacíamos en los noventa", dice Tyler. "Tiene un panorama muy amplio" agrega Hamilton. "Creo que de alguna manera refleja todas las etapas en nuestra carrera, todo lo que aprendimos a lo largo de los siglos, desde lo de los setenta, luego las canciones que son puro riff de guitarra y las cosas posteriores que son más melódicas y baladezcas, cosa que hacíamos para tener chicas en nuestro público. Todo está ahí".

Si los miembros de la banda se salen con la suya, el mundo volverá a escuchar nueva música de Aerosmith más pronto de lo que parece. "Creo que hemos construido cierto impulso creativo con este disco", cuenta Hamilton.

Dicho esto, hay otros proyectos sobre la mesa. Tyler dice que dentro de poco terminará un disco solista largamente anunciado, mientras que Perry comenzó a escribir su autobiografía. "Haremos otro disco luego de este", comenta Tyler. "No sé dónde ni cuándo". Él y Perry están a menudo en desacuerdo pero en esto coinciden. Incluso tras las recientes animosidades del grupo todos continúan comprometidos con Aerosmith, cuenta el guitarrista. "Todavía vamos cabeza a cabeza y a veces esto saca a la luz viejas memorias", dice Perry, "pero solamente tenés que elevarte por sobre eso. Parece que se vuelve más sencillo cada vez. Hablamos mucho sobre el tema: ¿cómo estamos todavía acá y dónde está el resto de la gente con la que nos hemos cruzado? Son pocos y están separados. No sé que sabemos por qué. Es un misterio. Pero todavía queremos hacer algo juntos y mientras se siga sintiendo así no creo que vaya a terminar".

En los hechos han estado trabajando en canciones nuevas de forma inconstante desde el año 2006, pero todo se acomodó en el disco Music from another dimensión a comienzos de 2011; primero con el veterano productor Marti Frederiksen y al final con Jack Douglas, quien había producido los emblemáticos discos que hizo la banda en los setenta. "Eso fue clave", dice Hamilton. "Teníamos estas canciones con las que realmente estábamos entusiasmados pero nunca sentimos que teníamos un productor ni apoyo de la compañía discográfica para algunas de estas canciones que son tan parecidas a las que hicimos en los setenta. Jack Douglas era nuestro productor en ese entonces y tiene buen oído para ver cómo las cosas más raras se pueden convertir en grandes canciones de Aerosmith".

El resultado es un disco de amplio espectro que tiene muchísimos de los reconocibles riffs de guitarra que son casi marca registrada de la banda. Eso se puede ver en canciones como Oh Yeah, Luv XXX y Legendary child, pero también en temas agitadores como Street Jesus, Lover alot, Freedom fighter y Something. También en el homenaje a las raíces bluseras del grupo en la canción Out go the lights y la balada melódica que les dio gran éxito antes.

Aerosmith había vuelto a la ruta dos años atrás y estaba ya manejando un disco nuevo cuando Steven Tyler se metió de juez en American Idol. Esto sacudió a sus compañeros de banda pero hoy el baterista Joey Kramer, de sesenta y dos, (cuyo libro Hit Hard: A Story of Hitting Rock Bottom at the Top detalla su turbulenta relación con Tyler) dice que la elección de Tyler en ese exitoso programa de televisión ha sido una cosa muy positiva para la banda y que les ha aportado un nuevo público joven.

Con todo, están de acuerdo en que lo que ha reunido siempre a los cinco integrantes de la banda es la música. "Si, es verdad, yo me enfrento con Joe Perry", dice Tyler, quien agrega que Aerosmith es "una de las bandas más disfuncionales del planeta". "Pero cuando nos metemos todos juntos en un cuarto escribimos canciones que han sacudido a varias generaciones, como Walk this way (1975), Sweet emotion (1975), Dream on (1973), Jaded (2001)… hay magia ahí. Cuando nos metemos juntos en un cuarto de grabación, aparece la magia. Somos lo que somos y nada va a achicar lo que hemos logrado en estos cuarenta años". Hamilton, quien desde el 2006 se ha tomado un tiempo libre para enfrentar un cáncer de garganta, dice que la clave para la actual funcionalidad de Aerosmith es que el grupo ha aprendido a aceptar y manejar su arraigada disfuncionalidad.