GUILLERMO ZAPIOLA
Si alguien vivió esperando que hubiera una nueva película del Karate Kid, su sueño se ha cumplido. La modernización de la clásica historia de artes marciales se estrena mañana.
Han pasado dieciséis años que la franquicia se detuvo con Karate Kid 4 - La nueva aventura, una cuarta entrega que seguía teniendo a Pat Morita como el maestro de artes marciales, pero cambiaba al aprendiz Ralph Macchio de las tres películas anteriores por una jovencísima Hilary Swank.
Si la variante de Swank implicaba un cambio de sexo, la corrección política del tercer milenio tiene que ver más bien con "más oportunidades para todas las razas". El protagonista de la nueva El karate kid es el joven Jaden Smith, hijo de los actores "afroamericanos" Will Smith y Jada Pinkett Smith. Para mantener una raíz ligada a la tradición, el nuevo maestro sigue siendo asiático: el legendario actor de artes marciales Jackie Chan.
La acción se dispara cuando una madre y su hijo (Taraji P. Henson, de El curioso caso de Benjamin Button; Jaden Smith) deben mudarse a China por razones de trabajo. El chico comienza a ir a la escuela y a sentirse atraído por una compañera de clase, pero las diferencias raciales y culturales empiezan a pesar, y el personaje se ve obligado a hacer frente al matón de turno, un tal Cheng, que no quiere que los "afroamericanos" mancillen el barrio. Las cosas pueden ponerse violentas, y Smith busca la ayuda del encargado de mantenimiento Chan, quien, para sorpresa de todos resulta ser, secretamente, un maestro de "kung fu". El veterano le enseñará al joven algunos trucos que le serán muy útiles cuando llegue el momento de un enfrentamiento decisivo, pero también le impartirá algunas lecciones de vida: el "kung fu", explica Chan, no es un asunto de golpes y patadas, sino de autocontrol y paz interior. Quien se deja ganar solo por la violencia tiene grandes posibilidades de perder.
El lanzamiento norteamericano de la nueva versión de El karate kid sacó momentáneamente de su aparente oscuridad a Ralph Macchio, protagonista de las tres películas iniciales de la franquicia, y hoy con cuarenta y nueve años. Mac- chio estuvo presente en la gala de lanzamiento norteamericana de la película, se paseó por la alfombra roja, posó para los fotógrafos y fue saludado por el público.
En realidad, la "oscuridad" de Macchio no es tan oscura. Fue uno de los tantos jóvenes lanzados por Coppola en 1983 en Los marginados, se convirtió en un ídolo de la juventud con El karate kid y sus secuelas, interpretó alguna película más, y abandonó el cine en 1992 con Mi primo Vinny, con Joe Pesci y Marisa Tomei. Desde entonces ha hecho alguna película ocasional y bastante televisión (incluyendo once capítulos de la serie Ugly Betty), y se ha dedicado sobre todo al teatro, medio en el que ha tenido varios éxitos y particulares aclamaciones por su participación en la obra Cómo triunfar en los negocios sin dar golpe. En 2002 ganó el premio a mejor director en el festival de Long Island con el corto Love thy brother (como actor, había sido candidato a un Razzie por uno de los Karate Kid).
Pero este es el momento en que salen Macchio y Swank, y entra Jaden Smith. La nueva El karate kid, que está dirigida por Harald Zwart y cuyos productores son casualmente Will Smith y Jada Pinkett Smith, ha demostrado poseer el suficiente magnetismo en taquilla como para que ya se esté hablando de una secuela con los mismos Smith y Chan. La noticia más reciente era que el joven Smith se disponía a regresar a Hong Kong para perfeccionarse en artes marciales con los mejores maestros.