Guillermo Zapiola
El buenazo del ogro verde ha vuelto arrasando. La tercera entrega de la saga animada "Shrek" ha llegado a las salas de Estados Unidos, abriéndose paso entre "rompetaquillas" como "El hombre Araña 3" y la inminente "Piratas del Caribe".
La película exhibe en el título el número tres, pero también lo emplea en la trama misma. El querible ogro y su enamorada Fiona están muy orgullosos con el nacimiento de sus trillizos, y desean compartir su felicidad con todos los habitantes del reino Muy Muy Lejano. Sin embargo, pronto empiezan los problemas.
Muere el rey Arnold, el padre de Fiona, y Shrek debería reemplazarlo. Solo que el héroe no desea ser rey de Muy Muy Lejano ni de ninguna otra parte, y busca un sustituto. Si no lo encuentra deberá portar la corona y empuñar el cetro. Hay gente que decididamente no tiene suerte en este mundo, o por lo menos en el mundo de los cuentos de hadas.
Shrek se larga a la búsqueda de Artie, el primo de Fiona, el único otro posible heredero, del que no se tienen noticias desde que fuera expulsado de la escuela secundaria. Y naturalmente, apenas el ogro desaparece del cuadro retorna el príncipe Encantador, su antiguo rival, quien como el visir Iznogud quiere ser califa en lugar del califa. O rey en lugar del rey, bueno. Siempre hay un ambicioso.
Dirigida por Chris Miller, la película cuenta nuevamente en su versión original con las voces de Mike Myers (Shrek), Eddie Murphy (el Burro), Cameron Díaz (Fiona), Antonio Banderas (el Gato con Botas), Julie Andrews (la reina), Rupert Everett (el príncipe Encantador), y hasta Justin Timberlake, Eric Idle y varios otros. Banderas hará también la voz del Gato con Botas en la versión castellana (Banderas ha bromeado al respecto: "Mi relación con el Burro siempre será competitiva pero en el fondo nos apreciamos mucho"). Si uno no tiene que llevar a un nene chico conviene buscar las salas donde se exhiba la versión original, y sentarse lejos de la mamá con su pequeño que se empeña en leerle en voz alta los subtítulos.
Se afirma que una de las diferencias de esta entrega con sus antecesoras, es la aplicación de avances tecnológicos que permiten una mejor calidad de imagen. Según el productor de Aron Warner, la trama del tercer Shrek "sigue la secuencia natural de su vida y su evolución como adulto".
VIDA. Como lo ha explicado el propio director Miller, Shrek y Fiona se enamoraron y se casaron en la primera película. En la segunda, él conoció a sus suegros y a la familia de ella. Así que parecía que solamente había un paso futuro natural para ellos: la paternidad. Solo que para Shrek no es natural, porque está convencido que no será un buen padre y mucho menos un buen rey, escrúpulo que los gobernantes no suelen experimentar.
Hay que reconocer de cualquier manera que Shrek es un ogro con suerte. En su búsqueda recibirá la ayuda de gente como Sir Lancelot, el Mago Merlín, y las princesas Cenicienta, La Bella Durmiente y Rapunzel, quienes le darán una mano para lograr sus objetivos. Una de las ideas de las que los guionistas se sienten particularmente satisfechos es una vuelta de tuerca a consecuencia de la cual, tras beber una poción mágica, el Burro y el Gato con Botas intercambian cuerpos.
Los animadores debieron esmerarse para transferir las personalidades de ambas criaturas, haciendo que el Gato con Botas se moviera como un gato en el cuerpo de un burro pero que ocasionalmente reaccionara como un gato y viceversa. El director artístico Peter Zaslav asegura que resultó "muy divertido hacerlo".
Entre tanto, todo indica que va a haber Shrek para rato. Ya se anuncia un Shrek 4 que se estrenará en el año 2010, dirigido por Mike Mitchell, y con el mismo elenco básico de voces. Faltan tres años todavía, claro, pero ya se sabe que una superproducción animada lleva un largo tiempo de elaboración, y los productores se tienen confianza como para seguir. No en vano con las dos entregas anteriores recaudaron 1.400 millones de dólares.
Rusos la ven primero
La Guerra Fría ha terminado definitivamente, aunque Occidente mantenga otras guerras calientes con el mundo musulmán. Hace veinticinco años hubiera resultado inimaginable que la tercera parte de Shrek (o cualquier otra película norteamericana) se estrenara en Moscú antes que en los Estados Unidos.
Esto es lo que ha ocurrido empero con la nueva aventura del ogro verde. El pasado miércoles 16 a las 20 horas de Moscú, la película del ogro verde salió en cincuenta salas de la capital rusa. Centenares de moscovitas aficionados al personaje habían comprado su entrada con anticipación.
La primera Shrek recaudó 5,6 millones de dólares en Rusia, y la segunda duplicó esa cifra. Se espera que haya otro aumento con la tercera.
Tecnología para el realismo del cuento
La búsqueda del "realismo" en la imagen, si el término cabe en una película que es a la vez un cuento de hadas y su autoparodia, constituye acaso el rasgo distintivo de la tercera entrega de "Shrek". Pero el tiempo corre sin parar, y las computadoras hacen cada vez más cosas. Entre ellas, películas cada vez más convincentes de animación digital.
"La velocidad de la innovación en nuestra industria en la última década, corta la respiración. El nivel de detalle de los personajes hoy no estaba disponible hace tres o seis años", sostiene el productor Jeffrey Katzenberg.
La exigencia para los técnicos de la empresa DreamWorks fue muy alta. Los realizadores querían que la ropa de los personajes se plegara como tejido de verdad, y no como la "lycra medieval" de los primeros episodios. También el cabello de las princesas debía flotar naturalmente, los rostros debían expresar emociones, y los personajes de fondo debían reconocerse claramente.
Los técnicos necesitaron meses para crear todos los programas necesarios para la elaboración de sus personajes.
"La tecnología es capital para abrir posibilidades", sostiene Ed Leonard, responsable de la tecnología para DreamWorks, quien agrega: "Con cada película, intentamos elevar el nivel visual y permitir a los realizadores contar todas las historias que quieren, sin límites".
Por su parte, su colega Shane Robison sostiene que "las computadoras son el instrumento más importante de los estudios de cine".