El músico edita un DVD triple con videos y varios shows en vivo

También prepara nueva gira

2007-11-13 00:00:00 300x300

EL MERCURIO | DAVID PONCE-MARÍA EUGENIA TAMBLAY

El 18 de junio cumplió 65 años. Y hace medio siglo conoció a John Lennon, en un encuentro que cambió el mundo de la música. Acaba de actuar en el Teatro Olympia de París, el mismo donde actuó hace 43 años. La leyenda viva de la música moderna presentó en París un DVD triple y su álbum. El diario chileno El Mercurio fue el único medio latinoamericano presente.

Paul McCartney tiene razones de sobra para sentarse a recordar su historia, pero este año el ex Beatle también vive el presente con el disco número 21 de su lista, flamantes DVD y una gira mundial prevista para 2008. Y un teléfono celular con la memoria llena, según él mismo cuenta.

"Es muy excitante regresar a París", dice pocos minutos después de terminar un improvisado concierto para un grupo de privilegiados periodistas que han venido desde los cuatro puntos cardinales a una de las únicas cuatro actuaciones previas a su gran tour 2008. Dos horas después tocará ante un público de dos mil personas, pero ahora está tan relajado que se da tiempo para conversar, hacer bromas e incluso graba con su videocámara a estos `amigos` de la prensa.

"Antes era excitante y nuevo ser músico. Ahora es sólo excitante", compara Paul. Se le ve entusiasmado y ansioso con la idea de volver a tocar en el Olympia de París. La primera vez estuvo acompañado por John, George y Ringo. Y esa vez no le fue tan fácil echarse el público al bolsillo como hará en esta ocasión.

Estamos hablando con una leyenda de la música, que ha brillado con luz propia gracias a una prolífica carrera iniciada después de los Fab Four. Lo hizo con Wings, la banda que formó en 1970 con su primera esposa, Linda Eastman, y continúa en solitario.

Sus últimos años han sido especialmente intensos. En lo personal, por su comentado divorcio de la ex modelo Heather Mills, y también en lo musical. En 2005 lanzó Chaos and creation in the backyard, un disco pop en que hizo de hombre-orquesta e interpretó casi todos los instrumentos. El año pasado cambió de registro y se volcó a la música clásica con un nuevo oratorio, Ecce cor deum, una frase en latín que significa algo así como "He aquí el corazón de Dios". Y en 2007 ha seguido con Memory almost full ("Memoria casi llena").

Con él se ha ganado el favor de la crítica, que lo ha calificado como uno de los mejores de su carrera, y también el del público, que lo ha mantenido por semanas dentro de los más vendidos de EE.UU., e Inglaterra. El propio McCartney explica que hay que encontrar la razón del título del álbum en su teléfono celular, que cada tanto le anuncia en la pantalla que la memoria se encuentra "almost full".

"Me pareció simbólico de nuestros días. Tus mensajes están siempre llenos. Y tu mente está llena. Y no importa si tienes mi edad o si tienes veinte. Creo que todo lo que necesitamos es borrar algunas cosas de vez en cuando", dice. Se trata de un disco muy personal, con recuerdos de su niñez, de su natal ciudad de Liverpool y de lo perdido. Uno de los temas, Gratitude, parece dedicado a su esposa Linda, aunque él lo niega. "Cuando la escribí no estaba pensando en nadie en especial, sino en general. Es una forma de agradecer por lo que he podido hacer y la suerte que he tenido, así que doy las gracias".

VIDEOS. Pero Memory almost full no es la única novedad. En estos días se lanza el DVD The McCartney years, una edición de lujo que reúne en dos tomos cuarenta videoclips grabados entre 1970 y 2005, y un tercero con dos horas de sus mejores presentaciones en vivo.

Entre ellas un concierto con Wings en 1976, una sesión acústica en 1991, su aparición en el multitudinario festival inglés de Glastonbury en 2004, y sus participaciones en eventos como Superbowl o Live Aid (1985), esta última inédita hasta ahora. Todo aderezado con muchos bonus track con comentarios personales sobre la carrera que siguió después de la separación de los Beatles. "Tras el fin de los Beatles fuimos a Escocia con Linda, para respirar algo de aire fresco y libertad", recuerda sobre la grabación del video de Heart of the country (1971), de Wings. "Linda era una excelente amazona desde que tenía quince años, creo, y me enseñó a montar a caballo. Era otra forma de libertad. Tomamos una cámara y grabamos muchas de las cosas que hacíamos. Todo eso se convirtió en el video Heart of the country, que estaba inspirado en la idea de escapar de la ciudad".

Y hay más recuerdos. Por ejemplo, sobre el video de Press (1986), filmado en un recorrido en subterráneo entre los pasajeros: "Toda esa gente ignoraba que aparecería en un video. Me subí y me hurgaba la nariz o silbaba enigmáticamente. Y el resto del tiempo, cuando tenía el valor, comenzaba a cantar. Algunos cantaban felices conmigo, otros miraban", recuerda.

La retrospectiva traiciona a McCartney en un pequeño detalle. En el video de Press tiene el pelo canoso, mientras que ahora ha vuelto a ser negro. Él mismo bromea con eso. "Es increíble cómo me ha cambiado el color del pelo". A McCartney no le queda más que una conclusión frente a toda esta gama de imágenes nostálgicas: "Es mi colección visual definitiva, la mejor recopilación".

En un mundo donde la industria musical está cambiando, él también ha buscado una nueva fórmula para difundir su música: Memory almost full fue editado por Hear Music, un sello en el que participa la transnacional cafetera Starbucks, pues, asegura, los clientes de esa cadena tienen "muy buen gusto musical".

¿Qué le parece el paso que han dado sus compatriotas de Radiohead? El grupo inglés vende su disco In rainbows por Internet, sin compañías discográficas. "Es interesante", dice, insta a otras bandas a hacer lo mismo e incluso lanza una crítica a los sellos: "Si eres uno de trescientos artistas cuyo álbum está saliendo al mercado, no tienen tiempo para tí". McCartney no parece querer interrumpir la conversación pese a que tiene un concierto en menos de dos horas. Pero le avisan que debe prepararse. Antes de retirarse, toma algunas fotografías a los periodistas con lo que queda de memoria en su celular.

Los vaivenes de un divorcio turbulento y público

En París, McCartney evitó referirse a su agitada vida fuera de los escenarios. Prefiere guardar silencio frente a incipientes preguntas sobre la separación en curso de su segunda esposa, Heather Mills, ex modelo y con quien tiene una hija de cuatro años, Beatrice Milly McCartney. Tras superar la muerte de su primera esposa, Linda McCartney, en abril de 1998 debido a un cáncer mamario, el ex Beatle encontró dos años después un nuevo interés amoroso en Mills. Ella estaba comprometida para casarse con un cineasta, pero apenas conoció al cantante dejó a su prometido plantado en el altar. McCartney y Mills salían juntos a lujosos restoranes y era frecuentes verlos en las páginas sociales. Sellaron su unión en 2002, con un fastuoso matrimonio en el Castillo Leslie, en Irlanda. Todo parecía ir color rosa, pero en 2006 se anunció que la pareja se separaba. Y comenzaron los dolores de cabeza para Paul. La sobreexposición mediática de Heather Mills ha convertido a McCartney en el objetivo ideal de los paparazzis. Y más cuando la modelo ayuda con sus apariciones en shows televisivos o con declaraciones recientes que acusan al ex miembro de The Beatles de haber golpeado a su primera esposa, la fallecida Linda. Puro escándalo.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar