BUENOS AIRES | IGNACIO QUARTINO
No fue una semana sencilla para Javier Rojas. El bailarín uruguayo quedó nominado por primera vez en el segmento Bailando por un sueño de ShowMatch y es firme candidato a abandonar el programa.
Desde que Rojas decidió decir sus verdades, se desencadenaron varios enfrentamientos con tres de los cuatro integrantes del jurado que preside Gerardo Sofovich. El bailarín lleva casi dos meses concursando con el objetivo de colaborar con la organización "Un techo para mi país".
Después de superar con facilidad la primeras semanas de nominaciones, su rutina en Buenos Aires empezó a complicarse en los últimos días. Disconforme por las calificaciones del jurado, el uruguayo cuestionó el criterio de calificación impuesto tras las performances que ejecutaba con su compañera de baile y reina del carnaval de Gualeguaychú, Evangelina Carrozzo.
La mecha terminó de encenderse el viernes 10 de noviembre, después que Rojas declarara en el programa Segunda Pelota de Océano FM que Sofovich integraba una "escuela de soberbios" en Argentina y, además, trató de "chico" al otro jurado, Jorge Lafauci.
El lunes pasado, el programa Intrusos reprodujo las palabras de Rojas y, de noche, segundos antes que el bailarín ejecutara el vals junto a Carrozzo, Marcelo Tinelli también mandó al aire las declaraciones que el soñador hizo a la FM uruguaya.
tempestad. A excepción de Moria Casán, que no quiso involucrarse en la polémica, el resto de los integrantes del jurado le pidió a Rojas que se disculpara por sus dichos, pero él se negó. Sólo reiteró que esa era su verdad y que con ella "no ofendo ni temo".
Esas palabras generaron un ambiente de tensión en el estudio de Ideas del Sur antes, durante y después de la performance de la pareja. Esto limitó su rendimiento y el jurado le otorgó la calificación más baja entre las nueve duplas que quedan en la competencia. Horas más tarde, Rojas y Carrozzo tuvieron su revancha bailando axe y, pese al buen movimiento de caderas de la bailarina y las piruetas del uruguayo, tampoco se notó buena conexión entre ambos, de modo que los jueces volvieron a calificarlos con dureza. La nominacióm era inevitable.
Bailando por un sueño se emite en Buenos Aires de lunes a jueves, pero sólo la emisión del lunes va en directo. Los tres programas restantes se graban el martes de madrugada. Esto significa que Rojas y Carrozzo debieron bailar dos veces con muy pocas horas de diferencia lo que no les permitió calmar ánimos tras el episodio del vals.
Por si fuera poco, la pareja ni se habla. Carrozzo está disgustada con Rojas. El viernes pasado, en Intrusos, la gualeguaychUense dijo estar "herida y lastimada" por las palabras del soñador. De todos modos, aceptó las disculpas de Rojas.
JURADO. En la emisión del miércoles hasta Marcelo Tinelli (que nunca se involucra en los conflictos) quiso mediar para que Rojas se rectificara por sus dichos. El conductor le aconsejó que abriera un espacio al diálogo, mientras que la jurado Reina Reech invitó a Rojas a que reflexionara, que no se dejara llevar por su "soberbia" y que le pidiese disculpas a Lafauci por decirle "chico".
Inesperadamente, la tensión mermó cuando Lafauci dio su veredicto y sólo aclaró que no cometió excepciones con la pareja rioplatense porque siempre calificó con baja nota a los participantes. Sofovich, en cambio, después de mostrarse irónico en el programa del lunes, cambió su discurso en la emisión del miércoles. Entre otras cosas, el presidente del jurado consideró que Rojas era la excepción a esa regla que dice que el uruguayo es un pueblo "educado". Hasta recordó charlas "encantadoras" que en su momento supo mantener con el general Líber Seregni y los ex presidentes Sanguinetti y Lacalle. Después de hacer mención a estos políticos, Sofovich admitió que la situación lo superó y calificó con un tibio siete la actuación.
La cifra
29.1 fueron los puntos de rating de ShowMatch el miércoles de la gran discusión. Fue líder de audiencia en Argentina
Mensajes para el salvataje
Por orden de la productora ideas del Sur, ayer Rojas se excusó de hacer declaraciones a El País (y a cualquier otro medio). De todas maneras, su entorno confía en que continuará en el programa pese a la nominación (donde también están Julieta Prandi y Luciana Salazar con sus respectivas parejas) ya que se espera que el público lo vote para que permanezca. A diferencia de lo ocurrido con su compatriota Nicolás Avolleta, el otro bailarín uruguayo que participó en el programa junto a Alejandra Pradón, en esta ocasión se estudia la posibilidad de que se vote a través del SMS desde Uruguay. Para que Rojas siga se deberá mandar un mensaje con "Baila Javiro" al 13013, antes de las 21 horas de mañana lunes.
La sombra del rating y de las papeleras
"Lo que ves por tele es lo que pasa, no hay misterios". Esa frase pertenece a Javier Rojas antes de excusarse de no poder dar declaraciones. Sin embargo, el margen de duda existe. Los conflictos entre participantes y el jurado le dieron grandes réditos a Marcelo Tinelli en la guerra por el rating, que lo tiene como líder indiscutido en el horario central de la televisión argentina.
Por eso, cuando el púbico rioplatense pensaba que la elección de un soñador uruguayo con la más famosa de las gualeguaychuenses, en plena crisis por las pasteras, era para unir pueblos hermanos. El golpe de timón que dio Rojas hace una semana generó sorpresa y hasta despertó el interés de televidentes que hasta hace poco, a la hora del zapping, eligían todo menos ShowMatch.
Para echarle más leña al fuego, Evangelina Carrozo indicó el viernes pasado en Intrusos que más de una oportunidad fue víctima de insultos por parte de uruguayos, sobre todo cuando anda en su auto que tiene una calcomanía de "No a las papeleras". Rojas dijo a Telemundo 12, el miércoles, que vivió episodios similares en Buenos Aires, "como si yo fueral culpable que se construyeran las papeleras", acotó. Así, el conflicto binacional sobrevuela como un fantasma los entretelones de Bailando por un sueño, por más que los bailarines digan que se trata de un juego y que no hay que mezclar política con entrenimiento.
De todos modos, no es descabellado pensar que el improvisado "talkshow" que pudo verse en ShowMatch haya sido friamente premeditado. Desde hace un tiempo, en telelevisón, todo lo que da rating sirve.