El ataque francés entre folk y rock

Hace cuatro años que Louise Attaque había desaparecido de los escenarios, de modo que la presencia en Uruguay del grupo galo forma parte de una gira de reencuentro y para esta parte del planeta una gira de conocimiento. Este intermedio resulta bastante increíble si se toma en cuenta que ocurrió cuando la banda logró un disco de diamante por el número de copias vendidas de su primer álbum, al tiempo que la prensa francesa los consagró como la banda revelación de los últimos años del pasado siglo. Sin embargo, con todo este conjunto de logros, los integrantes de Louise Attaque decidieron descansar un poco y abordar otros proyectos. "Paramos durante cuatro años", recuerda Gaëtan Roussel, la voz de Louise Attaque, "nos tomamos nuestro tiempo, a veces dudamos, pero rápidamente volvimos a reencontrarnos los cuatro: sabemos lo que queremos". En tanto Arnaud Samuel, el violinista, concluía: "desde el principio estaba claro que solo era una pausa. Queríamos volver a la libertad y no ser prisioneros del sistema. Estos años lejos de la fama les han permitido encontrar nuevos aires retomando su carrera como si nada hubiera ocurrido. Lo cierto es que a comienzos de este año Robin Feix, bajo; Alexandre Magraff, en batería; Gaëtan Roussel, cantante y guitarrista y Arnaud Samuel, en violín, comenzaron nuevamente a viajar con sus temas, pero esta vez los destinos fueron más lejanos: Calcuta, Rusia y Latinoamérica.

Lo primero que salta a la vista es que Louise Attaque tiene un gran experiencia escénica, es claro que se sienten como pez en el agua y nada de lo que acontece cambia su entusiasmo por trasmitir las canciones. No puede negarse que su música revela indiscutiblemente distintas influencias que conforman un resultado muy particular. Podría anotarse que en la mayor parte de los casos no se matizan los temas aflojando la tensión rockera que en algunos casos parece saturada de propuestas. No fue del todo fácil seguir las letras por defectos en la amplificación de las voces, pero lo poco que se pudo captar indica una marcada tendencia hacia la ironía, algo que en cierta forma se puede catalogar como muy francés.

Roussel no tiene una gran voz y su destaque como guitarrista no va más allá del promedio, pero tiene un gran carisma y sabe motivar al público incorporándolo a la fiesta. Robin Feix es un notable bajista muy seguro y capaz de aportar una base rítmica que se convierte en uno de los cimientos más sólidos del grupo.

La fórmula básica del grupo se aproxima al folk rock con claras influencias de modelos americanos y europeos. Sin embargo esa línea melódica, mantenida a ultranza por las progresiones del violín tiende a resultar monocorde y en algunos casos, de no mediar una serie de variaciones a modo de improvisación el conjunto, sonaría marcadamente similar. Aunque eran conscientes de que gran parte del público que fue a verlos casi no los conocían les costó muy poco lograr su participación. En ese sentido el resultado no podía haber sido más óptimo.

Puntualizaciones aparte, su sonido es singular y generalmente trepa a niveles de exaltación donde líneas punk resultan claramente diferenciables. En todo caso se está ante músicos experimentados con experiencia de escena y que saben muy bien lo que quieren. Su capacidad técnica, como sucede con Arnaud Samuel, es indiscutible y llama la atención cuando se desdobla como guitarrista; es uno de los músicos más destacados del grupo y también particularmente introvertido.

Hubiera sido bueno contar con alguna guía de programa que permitiera tener una idea de cuántos temas estaba estrenando la noche del domingo Louise. Se sabe que están terminando su tercer disco de estudio y que muy probablemente algún tema del mismo se incluiría en sus programas. Cabe recordar que su segundo disco data de 2000, cuando luego de una gira europea editaron el disco Comme on a Dit para el sello Atmospheriques. Durante los cuatro años de ausencia Gaëtan Roussel y Samuel Arnaud lanzaron en 2001 un disco con el nombre de Tarmac, en tanto que Robin Feix y Alexandre Margraff proyectaron un trabajo que se orientaba hacia el electro, hip hop y dub y que llevara el nombre de Ali Dragon. Como se ve una historia bastante prolongada precede a esta primera presentación de los franceses en Montevideo. En todo caso al público que los recibió con mucho entusiasmo, poco le importaron los antecedentes habida cuenta de que disfrutaron ampliamente de este rock no tan rock que se desplegó sobre el escenario de la Zitarrosa.

CRITICA FERNANDO MANFREDI

LOUISE ATTAQUE

Integración. Robin Feix (bajo), Alexandre

Magraff (batería), Gaëtan Roussel

(guitarra) y Arnaud Samuel (violín).

l Sala. Zitarrosa; 22 de mayo

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