MATÍAS CASTRO
El director de la exitosa "La casa muda" tiene un nuevo proyecto. Se trata de la adaptación largamente esperada de "Derretimiento", novela de culto de Daniel Mella, publicada en 1998.
Gustavo Hernández, quien este año se hizo conocer popularmente en Uruguay por su dirección de La casa muda y de algunos capítulos de la serie Adicciones, trabaja ahora con Ignacio Benedetti y Santiago Mella en la adaptación del texto al guión, con el objetivo de filmar en octubre de 2012. En entrevista telefónica con El País, Hernández comentó que se acercó al proyecto este año, cuando Benedetti y Mella, hermano del autor, le mostraron una primera versión del guión. Sobre esa base continuaron trabajando en sucesivas reescrituras y correcciones. Según contó, aún no tienen actores designados pero sí tienen gestiones avanzadas para conseguir el presupuesto necesario.
"Me meto mucho en proyectos que se puedan hacer a costo bajo para que también puedan ser rentables porque hay películas que aunque vendas a muchísimos países y 80 mil entradas acá no recuperás la inversión", afirmó Hernández. "Aparte de la inquietud artística de cada uno de los proyectos se busca que tengan una rentabilidad, como quien dice que se autogestionen".
Su experiencia con La casa muda no parece lejana a esta reflexión. Después de todo ese film costó unos seis mil dólares (sin contar el trabajo y servicios honorarios o a riesgo que recibió) y fue vendida a cuarenta y dos países y además tiene ahora una remake en Estados Unidos, que se estrenará en marzo.
Derretimiento, editada por Trilce en 1998 y reeditada recientemente por Casa Editorial Hum, causó cierto revuelo cuando salió a la luz. La prosa de Mella, quien tenía veintidós años por ese entonces, sumada a su temática, golpearon con cierta fuerza y mostraron un nuevo talento en las letras que, desafortunadamente, no volvió a editar material original (salvo que se considere tal cosa la reescritura de su novela Noviembre, por Irrupciones) en la última década.
Hernández aclaró que aún no está definido quién se encargará de dirigir y que él, por ahora, solo se ocupa de trabajar en la adaptación y de oficiar como productor. La adaptación omitirá algunas secciones del libro, en particular aquellas en que el protagonista es adulto, y agregará otras nuevas. El hecho de que participe el hermano del autor en el proyecto da la pauta de que Mella, quien sigue el proceso, aprueba la dirección que toma la historia.
"Tardé años en recuperarme del estado somnoliento en el que ciertas partes del cuerpo se me sumieron. Los ojos vacíos, inmóviles debajo de los blandos arcos de los párpados; y las piernas rígidas y pesadas como postes, hundiéndose progresivamente en la cama, obligando al resto del cuerpo a ceder también", es uno de los fragmentos del libro.
Con prosa ágil y claridad casi cinematográfica, Mella indagó en la mente de un protagonista que vivió postrado durante décadas. Su historia se desarrolla desde su propio discurso mientras se suceden escenas de horror y crueldad que le ganaron comparaciones con American Psycho de Bret Easton Ellis y La naranja mecánica de Anthony Burgess.
La idea de adaptar Derretimiento ha sido manejada por varios directores desde hace años. En esta oportunidad el proyecto de Hernández, por ser hecho con la aprobación de Mella y por los antecedentes de su película anterior, apunta a concretarse y llegar a los cines en un plazo relativamente corto.