Cómo tapar una boda y no morir en el intento (4)

MATÍAS CASTRO

La basura que sale de la casa de una celebridad puede decir mucha cosa, especialmente si es de esas que viven en mansiones en Estados Unidos. Revisándola, muchos indiscretos pueden encontrar elementos valiosos para luego hacer negocios. Pero hay que tener paciencia. Una tira de papel puede dar la pista de que hubo una invitación para un casamiento, así que habrá que dar con el resto de los retazos para armar el mensaje y saber quién se casa, dónde y cuándo. Parece de serie televisiva, pero esto ocurre con más frecuencia de lo que se puede creer.

Esos restos de basura también pueden aportar información sobre la boda. Cuando Kevin Costner se casó con Christine Baumgartner se formó una multitud de fotógrafos y periodistas a la entrada que esperaban a los invitados. En las colinas cercanas al lugar se veían decenas de fotógrafos con poderosos teleobjetivos buscando todo tipo de detalles. El wedding planner del evento y su equipo se preocuparon meticulosamente por destruir todos los papeles que quedaron ese día, para que los periodistas no encontrasen información de ningún tipo entre la basura. Con todo, algo encontraron, pero les dio pistas erróneas y al día siguiente la prensa publicó todo tipo de datos equivocados.

Las medidas de seguridad pueden ser dignas de un operativo militar. A la entrada muchas veces se colocan tiendas en las que encargados de controlar el acceso verifican el pase de invitados y empleados con documentos y fotos. A veces hay quienes disponen helicópteros para reforzar la persecución a los paparazzi, como hicieron Mariah Carey y el poderoso productor Tommy Mottola en 1993.

Quienes quieren hacer algo menos espectacular para cubrir su casamiento, por cuestiones de gusto o porque no pueden permitirse esos gastos, apelan a la discreción. Renée Zellwegger, por ejemplo, encargó un vestido blanco a su diseñadora de confianza pero no le dijo para qué era sino hasta unas horas antes del casamiento. Ejemplos como ese hay cientos y todos demuestran lo incómodo que puede ser casarse.