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Las mentiras que llevaron a la guerra

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Secretos oficiales

CRÍTICA

Secretos oficiales es una película seria que advierte cosas serias.

Es una combinación de Snowden con Todos los hombres del presidente, lo que suena interesante. Es la historia de Katharine Gun (una omnipresente y exigida Keira Knightley), una traductora del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno, uno de los servicios de Inteligencia de Gran Bretaña. Un día Gunn recibe un memo interno en el que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos le pedía a Londres que espiara a cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para poder chantajearlos, y hacerlos votar la intervención militar en Irak que provocaría una guerra y la caída de Saddam Hussein. 

Gun se indignó tanto con la orden que decidió filtrar el documento a la prensa como una manera de detener la guerra. Se lo pasó al diario The Observer y una buena parte de la película se desarrolla entre discusiones éticas sobre publicar o no la información y periodistas obstinados que finalmente consiguen lo que quieren, aunque no con los resultados esperados; nada consiguió detener el impulso de la guerra y a Gun le detuvieron y enjuiciaron por la Ley de Secretos Oficiales, o sea por traición. Su abogado es interpretado con su habitual sobriedad por Ralph Fiennes. 

Dirigida (y coescrita) por el sudafricano Gavin Hood (que trató un tema tangencialmente similar en Enemigo invisible), es una película de intriga contada con velocidad de drama. Más allá de la acción, a Secretos oficiales, le interesan los kafkianos vericuetos del caso: a Gun la persiguieron por todos lados, incluyendo una amenaza de deportación para su pareja turca, demostrando las herramientas del Estado cuando se siente burlado.

No hay acción, sino discusiones, pasillos, redacciones de diarios, idealismos y mentiras. El mundo de las intrigas no pasa por persecuciones, disparos y asesinatos encubiertos: la realidad, dice la película, es mucho más contundente y peligrosa.

Hood, además, se concentra en la necesidad de actos de heroísmo como los de Gun. Su idealismo y su indignación es real. Eso lo deja bien claro Knightley, quien tiene todo el peso de la película en sus hombros. Aunque el guion no se adentra más allá de la superficie de su personaje, la actriz lo dota de una profundidad que le aporta fragilidad, determinación, inconsciencia y sorpresa ante lo que le está viviendo.

Secretos oficiales es una película seria que advierte cosas serias. Hoy en tiempos tan cínicos y superados, la actitud de Gun merecería ser celebrada más allá de los vericuetos judiciales y patrióticos de lo que hizo. Y eso es lo que le interesa a la película: funcionar como una advertencia, un alerta sobre lo que los gobiernos son capaces de hacer y la necesidad de enfrentarlos, aunque parezca no servir para nada.

Ficha técnica

Secretos oficiales. Reino Unido / Estados Unidos, 2019. Título original: Official Secrets.
Director: Gavin Hood. Guion: Sara Bernstein, Gregory Bernstein, Gavin Hood. Fotografía: Florian Hoffmeister. Editor: Megan Gill. Música: Paul Hepker, Mark Kilian. Con: Keira Knightley, Matt Smith, Matthew Goode, Rhys Ifans, Adam Bakri, Ralph Fiennes.

Duración: 112 minutos. Estreno: 26 de diciembre, 2019.

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