John David Washington explica por qué hay que ver dos veces "Tenet" para entenderla

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John David Washington en "Tenet". Foto: Difusión

ENTREVISTA

El hijo de Denzel Washington habla de la película de Christopher Nolan, de Spike Lee y de cómo le afectó la muerte de Chadwick Boseman

John David Washington, la estrella de la nueva película Tenet, debutó en el cine a los ocho años: aparece como “estudiante en un aula de Harlem” en Malcolm X, la película protagonizada por su padre, Denzel Washington y dirigida por Spike Lee. Tres años después, en 1995, fue extra (sin crédito) en otra película estelarizada por su padre, El diablo vestido de azul de Carl Franklin. Y hasta produjo una película paterna, El libro de los secretos.

Pero fue recién en los últimos cinco años que Washington consiguió construir una carrera propia, que tuvo su consagración con Infiltrado en el KKKlan, el film de Lee en el que interpretaba a Ron Stallworth, un agente policial negro que lograba, precisamente, infiltrarse en la organización racista. La película ganó un Oscar (mejor guion para Lee) y nominó a Washington como mejor actor en los Globos de Oro.

Ahora es el protagonista de Tenet, la película de Christopher Nolan en la que interpreta a un agente de la CIA que intenta impedir la tercera guerra mundial. Es una película de James Bond pero a lo Nolan, un director que suele jugar con el tiempo, las realidades paralelas y otros asuntos que complican sus películas.

Actualmente tiene dos proyectos en espera: Born to Be Murdered del italiano Ferdinando Cito Filomarino y Malcolm & Marie de Sam Levinson y donde comparte elenco con la reciente ganadora del Emmy Zendayay lo dirige Sam Levinson, ambos de la serie Euphoria.

—Dice que con Tenet una de las cosas que está celebrando es el regreso a los cines. A la película le ha ido bastante bien: ya está en camino a recaudar 200 millones de dólares en lugares donde el virus ha sido contenido de manera razonable, un indicador de que los fanáticos del cine con tapabocas quieren volver a las salas, siempre y cuando sea seguro. ¿Cree que la experiencia comunal de ir al cine puede unir a la gente de una manera útil?

—Sí, tal vez soy un poco tendencioso porque trabajo en el negocio del cine, porque toda mi vida había querido ser actor, porque tengo una relación especial con ver películas en los cines. De niño veía las películas proyectadas en la gran pantalla y pensaba que quería ser igual (a esos actores). Me encantaba perderme por completo, suspender la realidad, porque estaba simplemente absorto en la historia. Creo que si yo tengo esa experiencia, muchos niños, jóvenes y adultos también la podrán tener, en especial en esta época y lo que estamos viviendo.

—Hizo El infiltrado del KKKlancon Spike Lee, una película de no ficción sobre la supremacía blanca, película que, por cierto, parece más relevante que nunca.

—Por desgracia.

Infiltrado en el KKKlan
Infiltrado en el KKKlan

—Y ahora hizo un tipo de película completamente distinta con Christopher Nolan, una de suspenso y fantasía en la cual su personaje, un agente de Inteligencia de Estados Unidos, se enfrenta a una amenaza existencial de fuerzas siniestras que han encontrado una manera de “invertir” el tiempo, para saltar entre el futuro, el pasado y el presente, y en ocasiones invadir momentos individuales con la capacidad de ir hacia adelante o atrás a su antojo. Las películas y los directores parecen extremadamente distintos, pero ¿hay algo que compartan Nolan y Lee?

—Es claro que Chris y Spike son diferentes en términos de estilo, pero los dos son incitadores. En verdad desafían a las audiencias, cada uno a su manera. Spike tal vez tenga un enfoque más directo, y siempre sabés exactamente a quién y qué está desafiando. Pero de inmediato te percatás de que los dos adoran las películas. Les fascina lo que hacen, el oficio, la producción, crear algo desde cero.

—Nolan también introduce comentarios sociales sutiles en sus películas. En Batman: el caballero de la noche asciende, hay una escena de gente armada que evita que un grupo de refugiados cruce un puente para salvar su vida, una escena que evoca un terrible incidente que ocurrió después del huracán Katrina.

—¡Vaya! ¿De verdad?

—Sí, le pregunté sobre eso específicamente.

—¿Y qué respondió?

—¡Dijo que sí! Y también hay elementos incitadores en Tenet. Todos sabemos que lo hecho en el pasado informa el presente, pero Tenet nos pide considerar las consecuencias de la persona en que nos podríamos convertir, el impacto de lo que hacemos a lo largo del camino, las dimensiones morales de lo que seremos en el futuro.

—Bueno, es muy difícil hablar de esto sin dar demasiada información, pero lo diré así: se trata de cómo puede cambiar el punto de vista, cómo el tiempo cambia la motivación. Cómo el tiempo te puede poner del lado equivocado de la historia. Cómo el tiempo puede convertirte en el antagonista, no en el protagonista, aunque creas ser el protagonista.

"Se trata de cómo puede cambiar el punto de vista, cómo el tiempo cambia la motivación. Cómo el tiempo te puede poner del lado equivocado de la historia"

John David WashingtonEl actor sobre "Tenet"

—No cabe duda de que es una experiencia que te vuela la cabeza. Y con razón los críticos y los fanáticos están obsesionados con la complejidad y las consecuencias de la inversión del tiempo en Tenet. Pero la película también es gloriosamente rara y compleja sobre la relación entre dos amigos, entre tu personaje y el agente que interpreta Robert Pattinson, lograda de una manera magnífica. Asimismo, hay un argumento significativo alrededor del esfuerzo que realiza tu personaje para proteger a una mujer víctima de abuso (Elizabeth Debicki) de su esposo (Kenneth Branagh).

—(Se ríe) ¡Sí! Gracias. Es un gran halago. Por desgracia no podemos hablar de cosas específicas, pero no me había dado cuenta de la gran carga que Chris le imprime a eso —interpretaciones y química— para llevar a la audiencia consigo, aunque no entienda las reglas de inversión o las complejidades del elemento de ciencia ficción. A las personas les pueden entretener las explosiones y las grandes escenas de acción, por eso todos estamos ahí comiendo palomitas, pero a final de cuentas debemos interesarnos mucho por los personajes para que nos importe lo demás.

—Al mismo tiempo, Tenet es Nolan por excelencia, como El origen, El gran truco o Memento, el tipo de banquete que cuesta consumir y digerir de una sola sentada.

—Vale la pena verla más de una vez tan solo para ver a Kenneth Branagh hablar al revés con acento ruso. La película definitivamente está hecha para ser vista más de una vez. Y el hecho de que la hayan lanzado ahora podría ser una bendición. Es el tipo de película que la gente se puede sentar en una sala y disfrutar una segunda o tercera vez, porque habrá debates, y serán muy entretenidos.

—También está dando entrevistas para promover la película en medio de la terrible noticia sobre Chadwick Boseman. ¿Lo conocía? ¿Cómo le impactó la noticia?

—Me impactó más o menos de la misma manera que la noticia sobre Kobe Bryant. Fue devastador. No podía creerlo. Defendió tantas cosas magníficas: las universidades históricamente negras, los personajes históricos que interpretó tan bien. Y T’Challa. Un talento excepcional, un humanitario, un hombre amable y respetuoso. Lo pude conocer en una sesión fotográfica para Vanity Fair y fue muy cálido y agradable. Te hace apreciar la vida, la necesidad de cuidarnos y a la gente que nos rodea. Fijarnos en lo que les decimos a las personas. Decirles que las queremos con más frecuencia. Es un recordatorio de eso. Les envío mis oraciones a sus familiares y amigos.

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