La novela argentina que nació a pesar de todo y hoy brilla en Cannes con Jennifer Lawrence y Robert Pattinson

Ariana Harwicz publicó "Matate, amor" a fuerza de voluntad. Su novela llegó a manos de Scorsese y se convirtió en una película que cosechó nueve minutos de aplausos en Cannes. ¿Cómo llegó hasta ahí?

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Jennifer Lawrence y Robert Pattinson en la película "Die, My Love".
Foto: Difusión

Redacción El País
Todo, el entusiasmo o la indignación, se mide en ruido. Este es un tiempo de escándalos: las críticas tienen que hacerse sentir y las alabanzas también. Si no se nota —si no se nota a lo grande—, ¿entonces no trasciende? Sin escaparle a la tendencia de este milenio, los grandes festivales de cine han visto cómo las noticias de sus estrenos se limitan, año tras año, a la duración de los aplausos.

El año pasado, el sitio especializado The Hollywood Reporter tituló: “Por qué en realidad a todos nos importan las ovaciones de pie”. Medios españoles se sumaron a esa línea: “La estafa de los aplausos en los festivales de cine: qué significan realmente los minutos de ovación”, escribió Cinemanía; “Los minutos de aplausos en Cannes se han convertido en la medida de la calidad de las películas. No tiene ningún sentido”, criticó la plataforma Xataka.

En Cannes, el récord lo tiene El laberinto del fauno de Guillermo del Toro: 22 minutos de aplausos de pie en 2006. En 2023, La sociedad de la nieve recogió nueve —hay quienes dicen 10, hay quienes tiran a 20— minutos de ovación en el Festival de Venecia. Reportaron la misma cantidad para Los asesinos de las flores de la Luna, la última película de Martin Scorsese, cuando llegó a Cannes en 2023, y este fin de semana para Die, My Love, que acaba de verse en la Riviera Francesa y compite por la Palma de Oro.

Es una de las películas más esperadas del año y despierta especial interés en el Río de la Plata, porque todo empezó por acá. Antes de ser superproducción de Hollywood y antes de ser un aclamado unipersonal que se ha visto varias veces en el teatro uruguayo, Die, My Love fue Matate, amor, la novela que Ariana Harwicz, una escritora argentina, editó por cuenta propia tras un préstamo de su padre, según consigna La Nación, y que terminó traducida a 25 idiomas.

Die, My Love, la historia de una madre en depresión posparto, tuvo su premiere mundial el sábado en el Festival de Cannes, con sus nueve minutos de aplausos, críticas divididas —“En Francia fueron más duros que en Estados Unidos e Inglaterra”, reconoció la propia Harwicz— y toda la atención virtual que ameritan sus dos protagonistas, Jennifer Lawrence y Robert Pattinson.

De "Matate, amor", la novela, a "Die, My Love", la película

Lawrence y Pattinson han transitado un camino artístico con ciertos puntos en común. Hijos de la popularidad de las sagas adolescentes, ella cautivó al mundo como la Katniss Everdeen de la buena adaptación de Los juegos del hambre, y él enamoró a toda una generación como el vampiro Edward Cullen en Crepúsculo. Se fueron alejando del casillero de películas juveniles y ahondaron en personajes con otras complejidades.

Lawrence ya es ganadora del Oscar —a mejor actriz por El lado luminoso de la vida—, y las primeras apreciaciones de Die, My Love la ponen como una firme candidata a conseguir su quinta nominación de la Academia (las otras fueron por Lazos de sangre, Escándalo americano y Joy).

La actuación de Pattinson, en una exploración constante que lo llevó a ser el Batman más oscuro del cine hasta la fecha, pero también a rozar el terror de la mano de directores importantes (Claire Denis en High Life, Robert Eggers en El faro), también ha sido saludada con elogios.

Aquí están bajo las órdenes de Lynne Ramsay, la escocesa de Cazador de ratas y Tenemos que hablar de Kevin que sabe cómo manejar la oscuridad. La propia Harwicz celebró, como una grata sorpresa, que la película sea fiel a su intrincado libro. Para el crítico argentino Diego Lerer, sin embargo, la adaptación de Ramsay “va levantando la apuesta pero anestesiando los conceptos que la contienen. En un punto, se vuelve reiterativa”.

“Hicieron el libro, realmente”, dijo Harwicz tras ver la proyección en Cannes. “No me esperaba en absoluto esa resolución dramatúrgica, de estilo y de puesta de Ramsay. Es muy radical; no es una película pochoclera que hace concesiones o que tiene una estructura clásica. Le veo todo parecido, aunque la novela se sostiene con el monólogo y eso en la película, que trabaja con elipsis, no está. Ramsay hizo una opción radical, no va por el camino fácil”, recoge el diario La Nación.

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Ariana Harwicz

Matate, amor es la primera novela de Harwicz, que tras algunos intentos fallidos terminó publicando 300 ejemplares por cuenta propia, en 2012, con el dinero que le prestó su padre. Cinco años después, la reeditó el sello Mardulce y un año más tarde ya compitió por el prestigioso premio Booker Internacional. Así, el texto a manos de Martin Scorsese, quien adquirió los derechos de la Trilogía de la pasiónMatate, amor, La débil mental y Precoz, editadas entre 2012 y 2015— para llevarla al cine. Die, My Love es la primera que produce.

La novela ya saltó al teatro de la mano de Marilú Marini, que dirige una versión con Érica Rivas que, con una actuación desbordante y magistral, explota el costado más humorístico del texto.

Se la ha visto varias veces en El Galpón; en febrero pasado, antes de su último round montevideano, Rivas dijo a El País: “Llevar este texto es una forma de resistencia, aunque siento que esa palabra queda corta. Es una forma de abrir puertas, romper patrones, encontrar un anclaje a una forma de pensarse distinta que, quizás, muchas veces no podemos compartir”.

Die, My Love se inclina al terror psicológico y ya recogió sus minutos de ovación. Aún no tiene fecha de estreno local, pero el mundo ya escuchó el ruido. Ahora queda esperar.

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