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Un actor con su propio método

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Hardy en la premiere de una de sus películas.
NEW YORK, NY - SEPTEMBER 08: Tom Hardy attends "The Drop" New York Premiere at Sunshine Cinema on September 8, 2014 in New York City. (Photo by Theo Wargo/Getty Images) 509691457TW00010_The_Drop_N
Theo Wargo/Getty Images

El británico tiene una agenda muy ocupada y repleta de proyectos siempre atractivos.

Los personajes más interesantes están ocultos bajo piedras y arrumbados en los pequeños rincones de la sociedad, donde son silenciados", asegura Tom Hardy. "Me gusta examinar personajes que la mayoría de la gente no ve. Siempre me han fascinado los personajes a los que no les dan la oportunidad de expresar su voz. "Yo quiero darles esa voz".

Las voces le llegaron en rápida sucesión a lo largo del año pasado. En 2015, Hardy, de 38 años, interpretó a un agente de la policía rusa en Crímenes ocultos, un drama sobre un asesino en serie; se puso los zapatos de Mel Gibson para actuar en Mad Max: Furia en el camino de George Miller; e interpretó no a uno, sino a los dos infames hermanos Kray en la película de gánsteres Legend. Y redondeó el año con El renacido película de vaqueros sucia y sin cuartel de Alejandro González Iñárritu, que en Uruguay se estrena el 28 de enero.

Ambientada en el indómito Oeste en la década de 1820, The Revenant está protagonizada por Leonardo DiCaprio en el papel de Hugh Glass, hombre de frontera traicionado por el trampero John Fitzgerald (Hardy), quien lo dejó por muerto en una tumba superficial después de haber sido atacado por un oso. Pero Glass sobrevivió y se dispuso a vengarse de Fitzgerald, quien encima había asesinado a su hijo.

"Estaba muy emocionado pues nunca vi nada parecido", dice Hardy. "No creo que el público siquiera sepa qué esperar de esta película. Literalmente lo llevamos al centro de la nada y el espectador sentirá que está ahí".

Fue DiCaprio el que pensó en Hardy para interpretar a Fitzgerald. Ya habían trabajado juntos en El origen (2010) de Christopher Nolan.

Hardy es conocido por interpretar a villanos —además de los hermanos Kray, también fue el brutal Bane en El caballero de la noche asciende (2012), también de Nolan— pero asegura que no ve a sus personajes en términos de buenos o malos.

"Incluso podría justificar lo que hace Fitzgerald pues actúa desde su desesperación", dice. "Es muy difícil señalar quién es el malo. Eso es lo que me encantó de esta película. Amo entrar en las áreas grises de la humanidad".

Meterse en la mentalidad de un hombre de principios del siglo XIX que trata de sobrevivir a las increíblemente rudas condiciones de la naturaleza, requirió de su total inmersión en los detalles.

"Hay que concentrarse en ese periodo histórico y sumergirnos en ese mundo", dice Hardy. "La cuestión son los detalles pequeños. ¿Cómo se cargaba la pistola? ¿Qué se llevaba a la espalda? ¿Cómo se sentía el pelo en el rostro?"

El rodaje duró ocho meses en Calgary, Alberta, y en el sur argentino. Ciertos días, por la mañana, se requerían dos o tres horas simplemente para montar los escenarios en la desolada naturaleza.

El mayor obstáculo de todos fue el clima.

"Estábamos a temperaturas bajo cero, de menos 30 o menos 40 grados", recuerda Hardy. "Entonces lo importante eran las cosas básicas. Era asombroso, pues queríamos absorber esa estupenda luz natural y los pasmosos alrededores. Si nos quedábamos quietos, los dedos literalmente se nos congelaban.

"Ahí, el personaje más brutal es la Madre Naturaleza, que en cierto modo también desempeñó un papel", continúa. "Tuvimos un clima insólito. Cuando necesitábamos nieve, Dios decidía que no habría nieve durante semanas, o el escenario quedaba por completo mojado cuando necesitábamos que estuviera seco".

En cuanto a su propia preparación, Hardy no es de los que se sumergen en el papel. No dominó el arte de sobrevivir en la naturaleza ni pasó días recorriendo recónditos senderos.

"Gran parte de la preparación la hago en la cabeza", revela el actor. "Lo que hago es leer el libreto una vez y después me siento a pensar mucho. El proceso es diferente para cada trabajo".

"El lado negativo de tener éxito y trabajar es que no queda mucho tiempo para prepararse", dice Hardy que está divorciado, tiene un hijo y aún vive en Londres. "Tengo que tomar decisiones rápidas".

El loco Max.

Asumir el legendario papel de Mad Max Rockatansky de Mel Gibson quizá les haya parecido una imprudencia a muchos actores, pero a Hardy le valió muy buenas críticas por su actuación en Mad Max: Furia en el camino que para sorpresa de todos se volvió la mejor del año para muchos críticos.

Antes de tomar ese papel, Hardy se reunió con Gibson, que interpretó a Max las tres películas entre 1979 y 1985.

No le sorprendió que, a pesar de cierto escepticismo inicial, la película hubiera sido aceptada por la crítica y el público por igual.

"Es una película enorme y espectacular y una obra excelente", asegura Hardy. "Lo que hizo George fue asombroso y es el trabajo de un auténtico visionario. Cuando me preguntaban por qué quería yo hacer este papel, el de Mad Max, yo les decía: ¿Y quién no querría hacerlo? Estaba fuera de control", agrega. "Pero yo era apenas un pequeño engranaje en una gran obra de conjunto".

El actor creció en Hammersmith, Londres, hijo del novelista Edward Hardy y de la pintora Elizabeth Anne Barrett Hardy. Su adolescencia fue tumultuosa: expulsado de la escuela en varias ocasiones, combatió la adicción a las drogas, estuvo una temporada en rehabilitación y finalmente pudo salir adelante.

Un concurso local le abrió las puertas de una carrera de modelo que aunque corta le despertó el interés por actuar. Hardy estudió en el prestigioso Centro Dramático de Londres e hizo su debut en televisión en Band of Brothers (2001). Ese mismo año debutó también en el cine, con un pequeño papel en La caída del halcón negro (2001) de Ridley Scott. Al año siguiente interpretó al villano Shinzon en Star Trek: Nemesis (2002) y de ahí ya agarró camino. Entre sus películas más recientes están El topo (2011), ¡Esto es guerra! (2012), Lawless (2012) y Locke (2013).

"Me encanta la fantasía de actuar", asegura. "Para mí es muy interesante interpretar a un personaje que decide cambiar al mundo que lo rodea para adaptarlo a sus necesidades, en lugar de cambiar él mismo".

Tres personajes a la altura de Hardy

Bane

El caballero de la noche asciende, 2012

Es un villano de esos que parecen invencibles pero enfrentados a Batman dejan de serlo. Totalmente tapado por una especie de bozal, igual su presencia es una parte importante del éxito de la película de Christopher Nolan. Se ha vuelto casi un actor fetiche del director: estuvo en El origen y es el protagonista de Dunkerke, el drama sobre la batalla de la Segunda Guerra Mundial que Nolan espera estrenar en 2017.

Ivan Locke

Locke, 2013

Un unipersonal en el que Hardy solito debe interpretar el drama existencial de un hombre que maneja su auto hacia un cambio sustancial en su vida. Lo que puede ser visto como una publicidad de BMW, el director Steve Knight lo convierte en una puesta en escena magistral sobre un personaje complicado que Hardy compone con rudeza y fragilidad al mismo tiempo.

Los kray

Legend, 2015

Aún sin estrenar en Uruguay, acá Hardy interpreta a los gemelos Ronald y Reggie Kray, dos hampones que metían miedo en la Gran Bretaña de la década de 1960. Los hermanos eran bastante distintos en un rango que va de la calma a la locura más desatada, y Hardy, han dicho los críticos, consigue una de las grandes actuaciones de su carrera. Hay que esperarla y comprobarlo.

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Hardy en la premiere de una de sus películas.

tom hardyTHE NEW YORK TIMES

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