Fabián Muro
Acompañado de algunos amigos invisibles, Sórdromo regresa a los escenarios uruguayos de la mano de un nuevo disco, el tercer larga duración de este conjunto liderado por el cantante, guitarrista y compositor Rodrigo Gómez.
Grabado en Chile junto a Mariano Pávez, productor de Este fuerte viento que sopla de No Te Va Gustar, Los amigos invisibles presenta doce canciones, todas compuestas y producidas artísticamente por Gómez: "Lo grabamos, como dice en el librillo del disco, durante setiembre y octubre de este año. Grabar allá fue una propuesta de Andrés Sanabria, de Bizarro. No hubiésemos tenido problemas en grabarlo acá, pero queríamos trabajar con gente como Juan Campodónico o Julio Berta, que fue guitarrista de Sórdromo. Pero ellos estaban ocupados así que nos fuimos a Santiago", explica Gómez.
El cantante define al nuevo trabajo como "un disco menos enojado y más optimista". "Tal vez me pregunten mañana y diga otra cosa, porque me cuesta mantener la distancia necesaria como para dar una definición acerca de lo que trata el disco. Hay una línea conceptual en las letras, pero descifrarla e intepretarla no es mi trabajo. Pero si de ellas surge la impresión de que son canciones de un uruguayo que ya entró en los treinta y que empieza a preguntarse por algunas cosas como el paso del tiempo, entonces todo bien".
Por primera vez, además, Gómez asume la producción artística: "Estaba interesado en producir a otras bandas. Pero no se daba y mis compañeros medio que me propusieron que lo hiciera para este disco. Apuntamos a grabar un disco más despojado, con pocas pistas pero con un sonido que fuera de alta definición pero sin llegar a ser ‘cheto’, por decirlo de alguna manera"
LUGAR. Gómez sigue: "Creo que el disco reafirma nuestro lugar en el rock nacional. Me gusta pensar que nos hemos ganado un espacio propio, algo a lo que siempre aspiré como integrante de un grupo. De las bandas que me gustan de acá, como por ejemplo El Peyote en su momento o La Vela Puerca ahora, me atraen que tenían o tienen un estilo definido, personal, que las identifica".
Para ganarse ese lugar, Sórdromo editó el EP Supermarket, los discos Aquí...ahora y Salvando la distancia, cambió de integración para cada álbum y tocó como pocos: "No llevo estadísticas, pero no sé si algún grupo de rock se presentó tantas veces como nosotros el año pasado. Si no recuerdo mal, hicimos cerca de cien conciertos por todo Uruguay. A veces para mucha gente, como en el primer Pilsen Rock y otras para 40 personas en un pueblo o ciudad a la que nunca había ido un grupo de rock. A veces, llevando un equipamiento sonoro que era excesivo para el local, lo que daba lugar a algunas situaciones graciosas, ¿no? Porque cuando ya estaba todo conectado y enchufado, era evidente que era un despropósito. Obvio que perdíamos plata, pero no nos importaba, la íbamos a recuperar con otro concierto. Este año, paramos los toques porque queríamos dedicarnos al disco, pero no los ensayos. Es más, este año ensayamos muchísimo, para tener todo bien definido antes de la grabación."
El disco sale en un momento de fuerte competecencia discográfica entre los grupos uruguayos, que deberán repartir una torta relativamente pequeña, ya que el mercado discográfico nacional es reducido. Pero eso no preocupa a Gómez: "Tal vez en el caso de otras bandas, que comparten en mayor medida al público que compra discos y va a recitales, este aluvión de ediciones puede que las ‘perjudique’. Pero eso es muy relativo. En realidad, no está nada mal que se compita y que esa competencia estimule a superarse".
La consagracion
Con este disco, Rodrigo Gómez se hace un lugar entre los mejores autores de canciones de rock uruguayo de la generación de veintelargos y treintaypocos, esa que integra también Sebastián Teysera de La Vela Puerca y Emiliano Brancciari de No Te Va Gustar. Cada uno en lo suyo, estos autores han engrosado el cancionero nacional con notables composiciones que serán recordadas y cantadas por muchos años.
Los amigos invsibles son algo más de cuarenta minutos de confianzudas canciones de un pop-rock que a veces remite a Weezer, otras a los momentos más crudos de Duran Duran pero que terminan sonando invariablemente a Sórdromo. En esto influye que Gómez tiene un palpable don melódico y que también posee una voz muy particular, que para este disco ha adquirido muchos más matices y potencia.
Entre la enérgica y contagiosa Lucerito que abre el disco y la balada acústica Inevitablemente, el grupo se anota un acierto tras otro a la hora de intepretar las canciones de Gómez. A pesar de que Sórdromo cambia a menudo de integración —solo Gómez y el baterista Fernando Varela han permanecido— el despempeño colectivo en Los amigos invisibles es óptimo. Si el grupo mantiene en vivo el alto nivel aquí exhibido, los fanáticos de Sórdromo pueden albergar altas expectativas cada vez que compren una entrada para un concierto.
Como productor artístico, Gómez también acierta. Los amigos invisibles suena contundente, directo y maduro. Aunque algunos puedan extrañar sonoridades más elaboradas o modernosas, nada sobra en el álbum. Ni un "riff" o solo de guitarra o "rulo" de batería está fuera de lugar. Tampoco sobran canciones. Cuando el disco concluye, dan ganas de volver a apretar "play" para otra dosis de pop guitarrero con mucha energía y algunas de las mejores melodías del rock uruguayo actual.