Bruce Willis vuelve a la comedia bajo la dirección de Kevin Smith

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NEW YORK TIMES | A.O. SCOTT

"Cop out" significa escabullirse, y también es el título de la nueva comedia de Bruce Willis. Cop, además, significa policía. Porque esta película, estrenada el viernes en Estados Unidos, trata sobre dos policías.

Jimmy (Willis) y Paul (Tracy Morgan) son dos improbables compañeros de trabajo, y detectives en Nueva York, que han trabajado juntos durante nueve años. El espectador va a pasar dos horas en su chistosa e indisciplinada compañía, cosa que debería ser más que suficiente.

Una de las primeras escenas de la película ya marca el tono de todo lo que seguirá, y hasta despierta cierta expectativa. Paul (que es el saltarín y hablador negro interpretado por Morgan) convence a Jimmy (el tipo blanco y gruñón que interpreta Willis) que le permita interrogar a un sospechoso. Paul utiliza una técnica llamada "Homenaje", para hacer esto, cosa que en inglés se dice "Homage". En la película él dice "Homm-idge", mientras que Jimmy lo pronuncia "oh.Mahzh"; y en lugar de terminar con la discusión, Paul entra en la sala de interrogatorios y representa ante el sospechoso una buena cantidad de escenas de otras películas, incluyendo Duro de matar. "No conozco esa", dice Jimmy, o sea Bruce Willis.

Lo cual es bastante gracioso, incluso si traiciona el complejo de inferioridad que perjudica esta frenética y desesperadamente halagadora película de parejas de policía cruzada con comedia de acción. Morgan, haciendo básicamente lo mismo que en la serie 30 Rock pero con armas y un tono profano, es una protección divertida para Willis, quien parece estar en excelente forma física.

Pero el título sin sentido de la versión en inglés (que originalmente iba a ser más procaz) pinta bastante bien el todo. Es una suerte de farsa, de trabajo a medias, que recuerda a muchas y mejores películas en la misma línea. De tanto en tanto, Cop out da algunas puntadas del deleite bobalicón que podría haber sido. Esos momentos aparecen cuando el guión ajetreado y un poco sin sentido se enlentece lo suficiente como para darle a alguno la oportunidad de actuar tontamente. A menudo es Morgan, aunque galantemente se permite ser igualado de tanto en tanto por Sean William Scott, quien aporta un risible contrapunto narrativo al robarle una valiosa tarjeta coleccionable de baseball al personaje de Jimmy.

La recuperación de esa carta, que Jimmy necesita vender para pagar la boda de su hija, es una parte de la rueda de una historia que arman Robb y Mark Cullen, los guionistas, y el director Kevin Smith (más conocido por el humor escatológico, filosófico y libre de Clerks, Dogma y Clerks II). El mismo Smith ha reconocido que este proyecto le daba la oportunidad de cobrar un cheque de los grandes estudios y así probarse con un género popular.

Como director de comedias de acción se muestra competente, pero los admiradores de sus otras películas buscarán sin éxito las señales que caracterizan su trabajo. Algunos rastros de su estilo se pueden entrever en el ritmo que le da a alguna escena, aunque la mayor parte de esta película consiste en giros bruscos de humor tonto a la pura brutalidad.

A favor de la película se puede decir que la persecución del villano pasa por locaciones reales de Brooklyn. Pero el color local y el buen humor solamente te llevarán hasta esos puntos. En definitiva Cop out no hace mucho más que sumar una buena cantidad de bloopers de corrido en busca de una película completa.