Beto Satragni y Lito Nebbia en la reunión de Raíces

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ALEXANDER LALUZ

Eran los últimos alientos de la década del 70` en Buenos Aires. Un grupo de jóvenes músicos osaban hacer candombe uruguayo licuándolo con rock, funk, jazz y ainda mais. Y esta noche, 30 años después, vuelven a juntarse pero en Montevideo.

Aquella aventura porteña que llamaron Raíces estaba comandada por Beto Satragni, quien lleva varios abriles en esto de tocar el bajo con maestría. Sus socios eran Jimmy Santos, Juan Carlos Tordó, Alberto Bengolea, Raúl Campana, más un pibe de 16 años que prometía: Andrés Calamaro.

Hoy, a las 21, estos muchachos tendrán su reunión de egresados en la Sala Zitarrosa, dentro del ciclo Olla de grillos del sello Ayuí. Van a presentar un nuevo disco, Raíces: 30 años, con un invitado que cruzará especialmente el charco para no perderse la cita: Lito Nebbia. Tremenda reunión que tiene garantido el derroche de tuco, swing, garra candombera, rock, jazz, funk, mucha improvisación, pero sin poses (o imposturas) de sofisticadas mixturas de laboratorio. Simplemente música que se goza en la comunicación directa: un juego para todos los sentidos.

El reencuentro de Raíces volvió a tener como protagonista a Satragni. En los setenta, fue la vocación de fusión que impulsó la idea y dejó hitos memorables. Los primeros, B.O.V Dombe (1978), su disco debut, y la poderosa presentación de este material en el teatro Cómico de Buenos Aires, al que sumaron una cuerda con 14 tambores afromontevideanos. Así se instalaba la marca candombe en una ciudad que sólo la conocía de oídas y por los discos de músicos como Rada y el Opa trío. Dos años después llegó la edición de Los habitantes de la rutina, en el que la banda mostraba algunos cambios en su integración. Lo que sigue es historia conocida. Aquellos años difíciles que se vivían en la región, en el continente, llevaron a la disolución de Raíces.

En el antes, durante, y después de esta leyenda, Satragni puso su bajo en otros proyectos que también pasaron a la historia. Spinetta, León Gieco, Ricardo Nolé, Hugo Fattoruso, Rubén Rada, Dino Saluzzi, Liliana Herrero, David Lebón, sin olvidar los discos solistas del músico uruguayo, además de varias giras internacionales.

Raíces: 30 años es hoy el resultado de un proyecto compartido entre Satragni, Calamaro y Lito Nebbia. La banda se juntó en el estudio de este último, quien además puso su sello, Melopea, para la edición argentina. En Uruguay, el registro del reencuentro lo va a editar Ayuí.

El resultado de este trabajo es una colección de 13 canciones, muchas de ellas grabadas en primera toma, con una generosa dosis de frescura y swing. Las revisiones de Esto es candombe (con un Calamaro cantando de forma excelente) o El otro cambio, los que se fueron, de Nebbia, muestran el magma musical que encienden estos artistas, que está muy lejos de nostalgias decadentes.