"Seguimos muy de cerca el dinamismo de la economía uruguaya y su deseo de abrirse cada vez más al mundo. Las inversiones en infraestructura, particularmente en el ámbito portuario, así como el régimen de zonas francas, han sido beneficiosos para este país, lo cual ha solidificado su posición dentro de la región”, indicó el Embajador Barceló Rodríguez.
Añadió que “a lo largo de casi dos décadas de implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC), lo que ha quedado patente es el alto grado de complementariedad de nuestras economías: Uruguay se ha consolidado como un proveedor de bienes primarios o alimenticios de alta calidad para México, mientras que México es un proveedor fiable de productos manufacturados, principalmente en el ámbito automotriz”.
En lo que se refiere al TLC ya han transcurrido casi 20 años desde su firma y "es un reto constante mantenerlo actualizado". En ese sentido, el entrevistado se mostró firme partidario de "ampliarlo y abrirlo para que pueda servir a los intereses de los dos países. En especial para que Uruguay pueda aumentar su volumen de exportación que básicamente son carnes, productos agropecuarios y elaborados".