Willy Gómez: el artista musical que se tira todos los días al agua en la playa y que es furor en redes

Con frío o calor y siempre con humor, el músico se tira todos los días un chapuzón en la playa desde hace casi un año y lo reporta para su creciente comunidad de seguidores. Ahorga le agregó un desafío personal: lleva 80 días sin consumo de drogas.

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Willy Gómez.

Redacción El País.
Willy Gómez es artista musical y más recientemente una figura de redes sociales. Con frío o calor y siempre con humor, el músico se tira todos los días un chapuzón en la playa desde hace casi un año y lo reporta para su creciente comunidad de seguidores (casi 60.000 en Instagram). En los últimos tiempos le agregó un desafío más profundo y personal: lleva 80 días sin consumo de drogas e ingresando al agua cada jornada. La historia ha inspirado a otros y catapultó la carrera musical de Gómez, que presenta en dos semanas su disco Perlas.

-¿Cómo nació tu desafío de entrar al agua todos los días y dejar al mismo tiempo el consumo de drogas?

-En realidad empezó antes. El 31 de octubre del año pasado me propuse ese objetivo de darme un chapuzón en la playa todos los días. Vivo en Shangrilá y todo esto arrancó por un tema de depresión, por salud mental, más allá del consumo. Buscaba enfocarme en hacer algo, tener una disciplina y un hábito de contacto con la naturaleza. Era la excusa para levantarme de la cama. Me pasaba acostado y de repente hubo veranos de que ni siquiera iba a la playa. Estuve como 250 días con esa rutina, luego paré 15 y desde hace 80 días le sumé el tema de librarme del consumo. Dejé todo: marihuana, alcohol, pastillas…

-Sos argentino de nacionalidad pero viviste más tiempo en Uruguay. ¿En qué etapa de tu vida dirías que empezaron tus problemas con el consumo?

-Sí, yo nací en Buenos Aires, de padres uruguayos. Después nos venimos a Montevideo: me crié en el barrio de Capurro, donde hice la escuela y pasé parte de la adolescencia. Después nos vinimos a Shangrilá. Tuve además etapas en Argentina. He tenido una vida bastante nómade. Y los temas de salud mental y de consumo arrancaron en la adolescencia. Cuando yo tenía 11 años, mi hermano mayor se fue a Europa y era en ese momento mi figura paterna, porque mi padre estaba en Argentina. Con los años y la terapia me di cuenta que eso pudo haber propiciado el consumo, estaba tapando con alguna sustancia el dolor y vacío. Creo que es una historia repetida entre quienes caemos en alguna adicción. Si bien te podría decir que disfruté de cierto consumo de cierta sustancia en realidad el trasfondo siempre es el mismo: tapar dolores. Nadie se hace adicto por placer.

-¿Cuándo dirías que perdiste el control?

-En 2014 tuve un accidente en bicicleta, del que todavía tengo secuelas porque perdí movilidad en un brazo. Había consumido clonazepam y alcohol y así andaba la calle. Eso fue como un antes y un después, más allá de que perdí en lo físico, gané mentalmente y espiritualmente. Porque debido al consumo tampoco andaba en buenos pasos. A partir de ahí fui encarando, más allá de que no dejé del todo, me encaminé con la música y tuve ya claro que quería salir.

Andrea De Armas
Nota a Andrea De Armas, directora de Antena Comunicacion, en su domicilio en Montevideo, ND 20210611, foto Leonardo Maine - Archivo El Pais
Leonardo Maine/Archivo El Pais

-En cuanto a lo musical, ¿qué fue lo primero que hiciste?

-Siempre me gustó. En la adolescencia empecé a escuchar rock argentino y arranqué con la guitarra como hobby para compartir con amigos. Me di cuenta de que tenía cierta capacidad y me puse a componer mis propias canciones. Tuve algunos laburos, repartía pan, vendía ropa, pero no duraba. Había dejado el liceo y me di cuenta de que lo que me mantenía era la música. Seguí con esa veta y con 18 años me subí al primer bondi a cantar, algo que sigo haciendo. Va a ser 15 años que toco en la calle: en ómnibus, en Argentina en los subtes o los trenes. Hace 10 años me tocó subir a un escenario por primera vez; fue en Capurro en la calle con un par de bandas amigas y así seguimos.

-La inspiración viene por el lado del rock argentino…

-Sí, Intoxicados, Viejas locas, esa es la inspiración. Perlas, el disco que salió hace 10 días, tiene temas nuevos y algunas canciones de un par de discos que yo saqué acústicos hace algunos años y ahora reversionamos con una formación nueva. La mayoría del tiempo toqué solo pero ahora somos cinco en la banda más hay algún invitado. Se armó un lindo equipo. El 15 de noviembre vamos a estar tocando en el parador La Dorada, de Solymar, para presentar el disco. Estoy contento, los temas cumplieron mi expectativa, me gusta cómo suenan y sobre todo el grupo humano que formamos.

-En redes sociales tenés cada vez más notoriedad, ¿cómo surgió ese perfil más alto?

-Con el tema de ingresar al agua, empecé a hacer contenido diario. Le agregué humor que fue surgiendo de la improvisación y de la respuesta a los haters. Yo era de responder, muchas veces con ironía, hoy soy más proclive a ocultar el comentario y seguir para adelante. Tengo otras cosas más importantes que hacer o comunicar que responderle a alguien que a través del anonimato dice cualquiera. La idea con las redes sociales es sumar desde el lado de la difusión con mi música, más allá de de que gusta la cámara y me gusta comunicar comunicar. Hay una faceta actoral que nunca terminé de explotar pero las redes son un buen lugar para hacerlo.

-”Escuchame una cocina” u otras frases típicas de tus videos, ¿cómo surgieron?

-De la propia interacción con la gente. O las escuché en la calle. Tengo un amigo que ahora está en Alemania y es muy ocurrente con las frases. Otras se me ocurrieron como expresiones irónicas para responder a las haters. Soy de consumir mucho humor y eso inspira. Está todo inventado, en realidad, como en la música.

-¿Cómo la llevás con la abstinencia?

-Bien, hay ansiedad, hay insomnio pero mi terapia es tirarme al agua y poner las energías en la música y en otras cosas. En lo espiritual también. No practico ninguna religión pero creo mucho en Dios. Estoy enfocado en las cosas buenas que voy recuperando, como la lucidez mental, tener más energía para hacer cosas, no procrastinar tanto. No puedo esperar que sea todo bueno porque me drogué 20 años seguidos, probé como 30 sustancias, entonces no puedo pedir en 3 meses quedar 0Km. Pero voy en el camino y me siento acompañado.

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