Una rubia perfecta

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Por: Luis Ventura

Feliz, espléndida y más bonita que nunca, a Rocío Marengo se le nota la dicha y el buen momento que le toca vivir. Ella sabe explicar los motivos y se distancia de las épocas oscuras en las que hasta tuvieron que internarla por un recrudecimiento que tuvo la psoriasis que sufre y que la hizo tocar fondo después de dos temporadas que pasó junto a Carmen Barbieri. Ella dice haberla sufrido y hoy vuelve a disfrutar de la vida y de su condición de mujer junto a Florencia de la Vé en teatro y a Roberto Pettinato en televisión.

"No hay mal que dure toda la vida. La pasé mal pero hoy disfruto de mi carrera profesional y también de mi amor con Fernando Espósito, el hombre que me hace feliz y con quien me quiero casar".

-¿Qué fue lo que te hizo sufrir tanto en el pasado?

-Las temporadas que pasé en la compañía de Carmen Barbieri. Nunca supe por qué se ensañaron tanto conmigo, pero puedo asegurarte que me hicieron sufrir mucho y no me lo merecía.

-¿Fue para tanto o se intentó un juego mediático?

-No, no, las cosas en su lugar y por su nombre. Las angustias que sufrí con Carmen empeoraron mi psoriasis. Sé jugar en el terreno mediático, pero las cosas deben tener un límite. A mí no me perdonaron que fuese amiga de Silvina Escudero y de Matías Alé cuando ella los había echado.

-¿Y?

-Y, lo más fácil cuando se fue Syl era hacérmelo pagar a mí. Y por cierto que lo hicieron. La psoriasis se me brotó en todo el cuerpo y todavía guardo alguna de las marcas que me dejaron aquellas temporadas en las que llevé un montón de aplausos y también un montón de tormentos. No me los merecía, yo no soy una mina jodida.

-Pero hoy la vida te sonríe.

-Sí, fue todo un hallazgo haberme sumado al elenco de ¿Y dónde está el piloto? porque disfruto cada función, no pasó ni un disgusto, Florencia me la hace toda fácil y hasta me permite hacer televisión en Un mundo perfecto de Pettinato, donde trabajo y aprendo.

-En ambos lugares ocupás los espacios que dejó tu archienemiga Amalia Granatta.

-Por fin me pudo pagar parte de todo lo feo que dijo de mí. No fuimos a juicio, pero fue una manera de cobrarme todos los ataques que me inició.

-¿Cómo está tu psoriasis?

-Cuando vivo con calidad de vida y con buena gente, bajo control. Y en lo personal me reconcilié con mi novio, con Fernando y creo que vamos encaminados a un proyecto de vida en común. Por eso estoy tan bien.