MARIEL VARELA | FOTOS: MACHADO - CICALA
Una pregunta inquietaba a Laura Sánchez desde que atendió el teléfono y habló por primera vez con Antonio Gasalla `¿Por qué me llamó a mí habiendo tantas actrices argentinas que pueden hacer cualquier cosa al lado de él y son excelentes comediantes?` Primero, compartieron escenario en Punta del Este un par de temporadas atrás y ahora el capo cómico argentino la convocó para hacer Gasalla Nacional, el nuevo espectáculo que estrenó hace unos díasen calle Corrientes. Instalada en Buenos Aires por lo menos hasta marzo, Laura Sánchez se declara feliz de esta oportunidad, habla de su rol en el show y añade que con Gasalla ha construido una amistad. Pasaron la noche del 31 juntos y ensayando. Entonces volvió a preguntarle: ¿Por qué me llamaste a mí? "Yo trabajo tranquilo porque ya te conozco, sé cómo trabajás". Así contestó el capo cómico argentino y terminó con la incertidumbre de la actriz uruguaya.
La llamó porque le interesaba que se sumara a su espectáculo durante la temporada en Punta del Este. Le pidió material pero ella no quiso dárselo. Laura Sánchez le explicó que no le gusta verse en ningún material porque se percibe distinto a lo que el actor puede brindar cara a cara y que para ella sólo oficia de registro. A cambio le ofreció un encuentro en vivo y en directo: "Le dije que yo iba, que me planteara cómo era el trabajo, que lo hacía con él y si no le gustaba, no le gustaba, que no se preocupara porque yo no estaba tratando de meterme en ningún medio argentino porque trabajaba bien en mi país. Fui a Punta del Este, vimos los libretos que iba a hacer ese año, salimos de la reunión y le dijo a Mario Morgan, quien era su productor en ese momento, `yo voy a trabajar con la señora`. Y así fue. Trabajé durante dos temporadas más toda la gira por Argentina", relata Laura.
Esas actuaciones por el interior le sirvieron para aceitarse y generar cierta dinámica con el público de la vecina orilla previo a subirse por primera vez a las tablas en calle Corrientes: "Ya tenía al público probado, me había comunicado". Concluyó que el porteño dista más del uruguayo y percibió en la audiencia de las provincias mayor cercanía. "Quizá nosotros seamos un poco más pacatos, más recatados a la hora de tratar temas de sexo", apunta otra diferencia.
Esta ocasión no se parece mucho a las anteriores participaciones que tuvo en los shows de Gasalla porque cruzar el charco influye. "Quieras o no, por más que el público es mayoritariamente argentino, Punta del Este es mi país. Si bien tenía la presión de estar con Gasalla y de lo que los uruguayos esperaban de mí estando al lado de él, en esta oportunidad estamos hablando de un tema mediático que rodea al show que para mí es completamente nuevo". Dice pasar inadvertida porque el punto de atención se focaliza en el director y protagonista del gran espectáculo y por ahora no paga las consecuencias de "esos efluvios porteños a los que estamos acostumbrados a ver en televisión" pero está segura de que si le tocara sabría cómo pararse ante una situación semejante y tendría las herramientas para desenvolverse con soltura. "Aparte de tener muchos años como actriz, soy una mujer mayor, por lo tanto, hay cosas que ni me interesa conquistar o conseguir por medio de otra cosa que no sea la promoción de lo que hago y del espectáculo".
Debut. Es su primera vez en calle Corrientes y cada vez que llega al teatro y ve su foto en la marquesina se siente "rarísima". Es más, observa la imagen y "no me veo a mí misma. En realidad tampoco me importa mucho el tema de la foto y el cartel en Montevideo. El escenario es lo único que me importa y donde me siento cómoda, sea acá o en cualquier parte. Entro a un teatro y es mi lugar".
Se instaló en Buenos Aires hace un par de meses y vive sola en un apartamento a pocas cuadras del teatro. Pidió especialmente estar cerca para tener la autonomía de ir y volver a la hora que quisiera ya que no suele salir después de las funciones: "No tengo ningún tipo de agite porque para mí lo prioritario es la función y sé que mi rendimiento tiene que estar ahí". Su rutina cambió en la capital argentina. Nunca había estado de paseo por allá, sus visitas habían tenido más que ver con motivos laborales, entonces "de pronto recorro lugares que no conocía, comunes para los turistas que vienen a vacacionar, o me junto a conversar con algún compañero uruguayo que viene a ver teatro". La pasa bien y disfruta del momento pero "extraño horriblemente porque Buenos Aires tiene otra dinámica que no tiene Montevideo. Buenos Aires es un vértigo y yo no soy una mujer de vértigo. Esas son las cosas de las que me cuido para que no me modifique en absoluto la cabeza porque a esta altura nada me marea, ni me confunde, ni me juega en contra, al contrario, busco las cosas que me juegan a favor".
-¿Qué tan distinto es el mundo del teatro en Argentina?, ¿percibís diferencias?
-Aquí (Argentina) el teatro se toma como un negocio, se apuesta a brindar todo a la gente, desde marketing, fotos, producciones, cómo funcionan los teatros técnicamente. Eso se cobra, aquí se paga. Aquí no hay esa pavada de `esto es teatro comercial y esto no`, todo es comercial, el teatro de texto, el que nosotros llamamos teatro culto también es comercial porque aquí la gente vive de su trabajo. En Uruguay no, los actores tienen doble trabajo para poder vivir. Somos muy pocos los que vivimos de lo que hacemos, aunque en Argentina también hay fracasos y actores que de repente la pasan mal una temporada, pero es una profesión que se paga y es un negocio. En Uruguay no.
Gran servidora. Hubo mucho trabajo y ensayo previo al estreno de Gasalla Nacional. Pensar en ese período dispara una anécdota en Laura. "Pasé las dos fiestas (24 y 31 de diciembre) en Buenos Aires y las pasé a solas con él (Gasalla). El 31 previo a la cena me dijo, `¿qué te parece si volvemos a ver tal cosa?` `Ay sí, por favor`, le contesté porque todo se hace más fácil cuando dos actores se juntan a trabajar y uno pierde al noción de qué fecha es, si está lejos o no del país".
Laura está feliz y se siente muy cómoda. Manifiesta que, además, de lo laboral, la une a Gasalla una relación humana, de intercambio de conocimientos: "Lo quiero como a un amigo". Está al lado de una de las grandes figuras del Río de la Plata, un excelente cómico, una estrella, pero también de una persona muy generosa a la hora de otorgar el sitio que merece cada artista. "Cuando saludo el aplauso es muy cálido y él me da el lugar de recibir esos aplausos. Eso es algo que valoro enormemente porque no cualquier actor de tantos kilates le proporciona ese lugar a otro".
Compartir el escenario junto a Gasalla es para la actriz uruguaya una enseñanza constante. En los momentos en que no le toca ser parte de la escena, aprovecha para quedarse a un costado observándolo detrás del telón "porque es increíble la comunicación que tiene con el público y la forma cómo realiza el show. Los actores que tienen tantos años como yo en esta profesión la única forma que tenemos de seguir aprendiendo es mirando a cualquier compañero, sea con poca o mucha trayectoria, y viendo cómo resuelve el trabajo sobre el escenario".
-¿Te dio algún consejo o te dijo algo que te haya quedado grabado?
-Consejo no, pero me ha dicho, `¿sabés que se nota en tu forma de hablar que no sos argentina? Vos tenés que ser un poco más argentina`. Entonces le respondo que yo no encuentro tanta diferencia de argentina a uruguaya. `No sé cómo explicarte, es un comentario nomás`, me dice. Y por otro lado me comenta, `se entiende tan perfecto lo que decís`. Todavía estoy por ver qué quiere decir (risas).
El espectáculo consta de un largo monólogo que realiza Antonio Gasalla acerca de actualidad y da paso a cuatro de sus emblemáticos personajes. Primero aparece Soledad Dolores Solari, luego la psicóloga Ester Gutman, la empleada pública y cierra con la abuela. A Laura le tocan dos participaciones: es una de las pacientes de Gutman y una de las mujeres que llega a hacer el trámite en la oficina pública. "Lo que hago es servir en sus personajes conocidos la posibilidad de desarrollar esa escena. Mi trabajo si querés ponerle de segunda, es de segunda, pero tiene que estar servido de tal manera para que los remates de sus chistes sean efectivos. Mi tarea específica es lograr que la escena y el diálogo entre los dos sea perfecta para que surja la risa, se mantenga, no decaiga y eso sólo un comediante lo sabe hacer. Yo lo sé hacer y me gusta hacerlo, entonces funcionamos muy bien. Somos dos actores que uno se apoya en el otro. Hay un intercambio que solamente se da cuando dos personas trabajan cómodas, saben lo que hacen, cuando se es profesional y cuando no está el `yo me quiero lucir más, entonces hago esto para`. No pasa por ahí. Pasa por lograr la efectividad de la escena. En eso está él y en eso estoy yo".
Presente. Laura firmó contrato hasta marzo pero aún no tiene boleto de regreso a Montevideo porque no sabe qué pasará: "Aquí hay temporadas que continúan". Elige hacer foco en el presente, no mira hacia atrás ni se proyecta al futuro. Le toca afrontar el día a día en una ciudad que no es la suya y por ende, trata de acomodarse y pertenecer al tiempo que buscar acostumbrarse "a un público que no es el mío, que no es el que me conoce, el que me tiene afecto".
-Contabas que no te habías planteado como una meta irte a Buenos Aires, que trabajabas bien en Montevideo, ¿cuánto suma esta propuesta a tu carrera?
-Todas las experiencias aportan pero nunca fue mi intención provocar un llamado de la calle Corrientes, nunca presenté material, ni me presenté a programas, ni hice una recorrida por los grandes productores argentinos para que me llamaran. No busqué este lugar. En este momento es una experiencia que capitalizo enormemente y un gran privilegio. Date cuenta, me llaman para trabajar con el número uno, más no podría pedir, no fui yo quien lo provoqué, para mí es un privilegio impresionante.
-¿Te gustaría quedarte en Buenos Aires?
-Ni sé lo que va a pasar más adelante ni me importa lo de más atrás, cuando vengan las cosas, veré. Pero te repito, no es mi intención provocar el hecho de ocupar un lugar aquí, que las cosas se den. En cada trabajo que se me presenta estudio la posibilidad de hacerlo, a veces es porque me gusta mucho, otras porque me gustaría trabajar con determinados actores o porque me gustaría trabajar en otro país. Es decir, cada propuesta tiene algo que te llama la atención, que te atrapa.
POTENCIA CONQUISTA
Alguna vez comentó que hacer cine era su asignatura pendiente y esa materia aún continúa en el debe. No tiene ningún plan en vista por el momento. "He realizado series y tele comedias en Uruguay y la única película en la que iba a estar no la pude hacer por un tema de coordinación de tiempos cuando se filmó, pero bueno, ya lo haré. Donde se pueda actuar, donde me convoquen y me guste, ahí estaré", rescata la actriz uruguaya.