Por: Analía Filosi
Si bien han pasado seis años desde el éxito de Machos, mucha gente los sigue llamando por el nombre de sus personajes en aquella exitosa telenovela de chilena que aquí se viera por Canal 10. Y Uruguay no fue la excepción, en la semana que estuvieron de visita para promocionar la telenovela Hijos Del Monte, María Elena Swett -más conocida como Mane- y Jorge Zabaleta fueron identificados como Fernanda y Alex por los uruguayos que se les acercaron para saludarlos.
"Se agradece el cariño con que la gente nos reconoce", dice Mane. "Machos fue muy importante para nosotros, a nivel profesional y humano. Nos fue muy bien con la teleserie. Estábamos muy contentos no sólo con las actuaciones sino con el guión", sigue. Y Jorge: "Los libros eran perfecto, nunca me había tocado algo así, de abrirlo y que fuera tan bueno. Todo estaba justificado, con muy pocos errores. Como las teleseries son muy largas, tienen muchos fallos que uno tiene que solucionar con el director, cuando va a grabar. Pero en Machos no pasaba", completa Jorge sobre esta teleserie, como le llaman los chilenos a las telenovelas, que además tuvo la importancia de reflotar el área dramática del Canal 13 chileno (Universidad Católica), cerrada en 2000 por mala gestión. "El último capítulo se dio en la Plaza de Armas, en una pantalla gigante, se paró Chile. Fue la primera vez que una teleserie podría haber seguido por temporadas y temporadas. Había tema para seguir, de cosas que pasan con esos papás que son intransigentes, autoritarios. Que el área dramática de un canal saliera a flote nuevamente con una teleserie te reafirma que un canal, sin área dramática, va a ser siempre un canal chico", destaca el actor.
Mane la recuerda también como el lugar donde hizo grandes amigos. "El grupo de actores que se armó no sólo se unió a nivel profesional sino a nivel humano también. Hasta el día de hoy somos los compañeritos que nos conocimos en Machos, somos todos amigos", destaca quien fuera pareja de ficción de Gonzalo Valenzuela y terminara por encontrar allí a su pareja real, Felipe Braun (Ariel, el hijo gay), con quien lleva dos años de casada.
Luego de Machos, Mane y Jorge volvieron a encontrarse en otras telenovelas -Brujas, Hippie, Descarado- y antes, en 2002, ya habían sido compañeros de elenco en la serie Más que amigos. "De alguna u otra manera terminamos siendo pareja", acota Mane. La última vez fue en Hijos Del Monte, que Canal 10 estrenó el pasado lunes y que tiene una gran diferencia respecto a sus experiencias anteriores: fue el pasaje de ambos al canal de la competencia directa, TVN. "Para nosotros fue un paso importante, no sólo por lo que significa el cambio de canal sino porque era la primera vez que trabajábamos con este equipo técnico y de actores. En cada canal el lenguaje es distinto, entonces tuvimos que habituarnos a una forma distinta de trabajar", destaca la actriz. "El canal estatal es un canal potente. Hijos Del Monte es una teleserie que vamos a recordar por siempre porque fue como cambiarse al equipo de fútbol rival en un clásico. Fue muy fuerte para el público y para nosotros. Nos mirábamos y decíamos `¡qué suerte haber venido juntos!`, porque se nos hizo mucho más fácil, por lo menos llegábamos y había una cara conocida. Eso nos ayudó a rápidamente empezar a trabajar bien", agrega Jorge. Y fue una decisión acertada porque Hijos Del Monte se impuso a la telenovela de la competencia y siempre estuvo entre los dos programas más vistos de la temporada. Para repetir el éxito, Mane y Jorge ya empiezan a grabar otra teleserie, de la que poco saben y menos les dejan contar. "A cada actor le están diciendo cosas de a poco, para que no se filtre la información", se disculpan.
AL CAMPO. Hijos Del Monte es la historia de cinco hermanos adoptivos que se dedican a mantener el campo que sus padres transformaron en el más importante y próspero de la zona. Cuando muere su padre, en la apertura del testamento se enteran de que éste tuvo una hija biológica, Paula (Mane Swett), que llega dispuesta a tomar posesión de lo que le corresponde y a vengarse del anonimato en que la sumió su padre. Pero en el hijo mayor de los Del Monte, Juan (Jorge Zabaleta), encontrará el amor y ya nada será como lo imaginó. "Los personajes están llenos de contradicciones. Por ejemplo, el de Mane está motivado por el dinero, pero después se da cuenta de que ella no es así, que necesita el amor. Juan también tiene ese tipo de conflicto interno, entre ser un gallo bueno y uno malo. Es un hombre justo pero también el amor lo lleva por otros caminos. No son los clásicos personajes héroes", explica Jorge y su compañera de elenco agrega que "lo entretenido es que durante toda la teleserie aparecen personajes reales, con matices. En ciertas cosas pueden ser juzgados como malos, pero si tú te pones en sus pantalones, a lo mejor harías lo mismo. No está el juicio frente a la maldad o a la bondad, sino cómo reaccionarías frente a determinadas motivaciones. Cómo de pronto el dolor o la sed de justicia te hacen hacer cosas que podrían parecer malas. Yo creo que es parte de la vida".
Los actores debieron aprender a ser hombres y mujeres de campo, y montar a caballo fue uno de los grandes desafíos… por lo menos para Mane. "Me costó mucho, mucho, mucho. De hecho, hasta el día de hoy, si me suben a un caballo hago lo justo y lo necesario para la toma. Para la teleserie anterior aprendí a andar en moto y también me costó, pero de última a la moto la mando yo porque está muerta, pero el caballo hace lo que quiere (risas). Además, tenía que cabalgar con dignidad porque este personaje de repente llegaba a enfrentar a Juan y tenía que hacerlo toda estupenda y enojada. Hasta el día de hoy que no me quiero subir a un caballo en mi vida". Por el lado de Jorge la cosa fue muy distinta, "aprendí rápido porque la moto da alguna experiencia también", dice entre risas este amante de las motos. Disfruta de cabalgar y además su hija Sofía, de 3 años (tiene otro hijo de 12 y una nena de un año), se lo pide cuando van a la casa de la playa, que queda justo enfrente de un club ecuestre. Lo que sí le resultó más complicado fueron las escenas de rodeo, ya que el rodeo chileno no es sencillo, tiene mucho ritmo y, además, los caballos deben cuidarse mucho porque valen fortunas. "Algunas tomas más de cerca se hacían con dobles, pero las demás éramos todos actores. Eran muy rápidas, adrenalínicas", recuerda.
Que una telenovela chilena transcurra fuera de Santiago de Chile es algo común. "Hemos hecho varias en playas o campos, más alejadas de la ciudad o con menos comodidades. Encuentro que es la gracia de las teleseries, mostrar el país. Como Chile es un país largo, a los del norte les gusta ver a los del sur y los del sur a los del norte", señala Jorge. "La gente del sur de Chile, donde hay mucho campo, la miraba y le daba mucha risa. Y te exigía que todo lo que fuera cabalgar o rodeo fuera real".
Ambos destacan como uno de los temas fundamentales de la historia, además del romance y la sed de venganza, el de la adopción. También adelantan que hay una enfermedad, pero no pueden contar mucho más. "La historia apunta a un público adulto tirando a femenino", señalan, algo similar a lo que ocurría con Machos.
URUGUAYOS. Mane y Jorge fueron compañeros de elenco de Osvaldo Laport en la telenovela Brujas, en la que el uruguayo hacía de supuesto padre de Jorge, moría en el primer capítulo y volvía a la historia como un fantasma. "Era muy gracioso porque pasaba de ese papel de galán que venía a conquistar a las mujeres a ese fantasma que se aparecía en los momentos más inoportunos y asustaba. Entró en un ritmo de comedia muy gracioso, nos reímos mucho. Fue muy agradable haber trabajado con él, un muy buen compañero", recuerda Jorge. "Además le tocaba un ritmo de trabajo muy intenso, porque tenía que grabar todas sus escenas los sábados, cuando iba a Chile. Es encantador e hicimos lo que pudimos por integrarlo en Santiago, cada vez que se podía salíamos a comer con él", agrega Mane y cuenta que le decían Osvaldo "Laplop".
De ese recuerdo de un uruguayo a esta fugaz visita al Uruguay, la primera para Mane, que sólo había venido a un casamiento en Punta del Este, pero la tercera para Jorge, que estuvo en nuestro país hace diez años, primero, y hace dos, después, cuando hizo una recorrida desde Paysandú hasta el Chuy. "Me gusta mucho Uruguay, encuentro que es muy bonito y seguro. Además somos países muy parecidos", destaca quien esta vez vino sin su familia. No así Mane, que llegó acompañada de su marido. "Hijos… vendrán", contesta sonriente cuando se le pregunta. Y su compañero remata bromeando: "No sabemos de quién tampoco. Habrá que ver a quién se parecen. Si son virtuales, pueden ser míos".