Rossana Melo, la estilista uruguaya amiga de Giordano: "Me entristece su partida; justo había arreglado sus juicios"

La peluquera oriunda de Guichón (Paysandú) y radicada en Punta del Este trabajó muchos años con Roberto Giordano y desarrolló una amistad con él. “Amaba este país”, asegura.

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Rossana Melo

Redacción El País.
La estilista Rossana Melo oriunda de Guichón (Paysandú) y radicada en Punta del Este trabajó muchos años con Roberto Giordano y desarrolló una amistad con él. A una semana de su fallecimiento, en Buenos Aires y a la edad de 79 años, Melo recuerda a su amigo y exjefe. Se refiere al vínculo entre el peluquero y Uruguay. “Amaba este país”, asegura.

-El viernes se conoció la noticia del fallecimiento de Roberto Giordano, ¿qué te generó esa noticia?

-Estaba al tanto de que se iba a operar. Estuve siempre en comunicación con la familia y nadie se esperaba el desenlace. Él ya había intervenido del corazón y había salido bien. Nunca nos imaginamos que fuera a pasar eso lo que pasó. Me quedé muy triste, como el resto del entorno. Más cuando ya tenía todo resuelto el tema judicial, había llegado un arreglo el año pasado de todo los juicios que tenía y podía estar tranquilo. Me quedé con esa pena.

-Trabajaron juntos mucho tiempo y también desarrollaron una amistad. ¿Cómo definirías la personalidad de él?

-Era una persona muy proactiva. Estaba siempre con pensamientos positivos, muy espontáneo, muy inteligente, muy seguro de todo lo que hacía. Se adaptaba a todo: pasaba bien sentado en el pasto en una plaza de Maldonado como en una alfombra roja en París. Tenía salidas muy creativas. Como profesional, era impecable. Además, sin tener dominio de idiomas ni mayor formación, llegó a lugares increíbles. Peinó hasta en Japón.

-¿Crees que se fue injusto con él en cierto momento y faltó un reconocimiento por lo que hizo por Punta del Este o Pueblo Edén?

-Creo que Punta del Este le debe mucho a él. Los desfiles fueron por años el evento del verano. La peluquería dio trabajo a mucha gente y desarrolló profesionalmente nuestra profesión. Era un genio en lo suyo: yo llegué a agendarle hasta 40 o 50 cortes por día. La gente moría por cortarse con él porque te miraba y ya sabía qué peinado era el mejor. Con los cortes realmente transformaba un look.

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Roberto Giordano y Rossana Melo en "La Bombonera"

-¿Cuál era su vínculo con Uruguay?

-Él amaba Uruguay. Vivía acá. Había viajado a Buenos Aires para atenderse y operarse, pero su casa estaba acá. Creo que en Punta del Este tendrían que haberle hecho un reconocimiento porque hubo un antes y un después de sus desfiles y de su instalación acá. A Pueblo Edén, donde vivió, lo potenció: mucha gente conoció ese lugar por él o se instaló en esa serranía que él dio a conocer al mundo.

-Te dedicas también al estilismo. ¿Qué considerás que aprendiste de él?

-Aprendí mucho con él. Tanto en Punta del Este como en distintos viajes que hicimos por trabajo. Aprendí técnicas, pero también el oficio y la mano. Era el mejor en la preparación de los desfiles, con hasta 100 modelos y muchos peinadores. Él sabía guiar a todos. Yo intento todos los días adoptar su técnica y muchas de sus clientas quedaron conmigo cuando él cerró el salón hace algunos años. Hace 32 años que estoy en este rubro y si bien sigo aprendiendo todos los días, con él hice un intensivo en los años que nos tocó trabajar juntos.

-Enfrentó algunos juicios que, como decías, había arreglado recientemente. ¿Cuál es tu visión sobre eso?

-Así como era bueno profesionalmente y era súper creativo, para la administración y gestión no era bueno. Cometió errores pero, como te dije, cumplió y arregló. Una lástima que no pudo disfrutar tranquilo en el final de su vida.

-¿Qué anécdotas recordás?

-Anécdotas miles. Era gran hincha de Boca y me tocó acompañarlo alguna vez a la cancha. Se transformaba como fanático, lo vivía con mucha pasión. Yo tengo gato. Un día estábamos en mi casa y le saltó el gato encima. Entonces me mira y me dice: ¿El gato o yo? Mi respuesta fue: “El gato, obvio”. Era muy divertido.

-¿Cuándo fue la última vez que se vieron o conversaron?

-Hace unos meses. Pasó a saludarme después de mi cumpleaños. Lo vi bárbaro, espléndido. Me dijo que iba a hacer esa operación y que tenía que después de mucho tiempo tenía todo resueltos sus problemas judiciales. Él estaba retirado prácticamente de la actividad y hacía varios años que no trabajamos juntos pero quedamos en buena relación, como amigos. Tengo los mejores recuerdos de él.

-¿Cómo es tu vida en la actualidad?

-Estoy casada hace 6 años, muy bien y feliz. Tengo un marido divino. Trabajo con clientas a domicilios en Punta del Este. También me dedico a la ropa de surf y voy día a día. Mi hija tiene 22 años y está estudiando. Valoro mucho lo que tengo porque la vida de compone por momentos: hoy estamos y mañana no se sabe. Como decía siempre Roberto, “vamos por más”.

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