La nueva vida de Pablo Silvera luego de tres décadas en Canal 10: volvió a una vieja pasión

El periodista que fue parte de Subrayado, La revista estelar y varios programas propios se retiró hace cuatro años, aunque mantiene vive el "vicio" del periodismo. Regresó al deporte.

Compartir esta noticia
Pablo Silvera
Pablo Silvera.
Francisco Flores/Archivo El Pais

Redacción El País.
El periodista Pablo Silvera, de 74 años y que estuvo 23 años en Subrayado y también condujo programas propios en Canal 10 y VTV lleva una vida vinculado al deporte y las actividades culturales. Retirado desde hace cuatro años de la actividad, sigue con la llama del periodismo.

Se informa y forma opinión de los diversos temas. Recuerda su pasaje por la TV, anécdotas de múltiples coberturas y da su visión sobre la incorporación de su excompañera Blanca Rodríguez a la política. “Había llegado a un techo en Subrayado”, comenta.

-Estás retirado hace cuatro años de los medios de comunicación, ¿cómo es tu día a día en la actualidad?

-Muy tranquilo y muy disfrutable. Volví a algo que siempre practiqué de niño que es el deporte. Me integré al Club Banco República al que voy todos los días y practico voley y otros deportes. Tenemos un grupo también que practicamos ping - pong, un deporte muy interesante que no requiere de gran despliegue físico, no hay contacto pero es divertido y motivante. Cada tanto despunto el vicio organizando alguna actividad cultural en el Club. Yo llevo una filosofía que viene un poco del espíritu de uno de los últimos programas que hice, Tiempo azul, y refiere a que todos los días tiene que haber un momento de fiesta en tu vida. Puede ser la cena, una copa de vida, un partido de ping - pong, un momento gratificante para mí y para los que estén conmigo. Tenía algunas patologías o afecciones, como vértigo, y desde hace un tiempo se aminoraron o desaparecieron. Se ve que el estrés potenciaba todo eso.

-¿Cuál fue tu última actividad en medios?

-Por el 2017 empecé con un programa que se llamaba Pueblos. Iba los sábados de mañana en Canal 10. Ya me había desvinculado de Subrayado y tenía ese programa como coproductor. También estaba trabajando de maestro de ceremonias para el Ministerio de Transporte mediante una productora y eso me llevó a recorrer el país. De ahí conseguía contactos para la producción del programa. Visitamos muchos lugares. Pero en 2020 vino la pandemia y se paró todo. Ahí entendí que era momento de ordenar los números y responsabilidades y me jubilé formalmente.

-¿En qué momento y cómo supiste que la comunicación y en concreto el periodismo sería lo tuyo?

-Yo era actor. Durante la dictadura, me vinculé al teatro independiente. Trabajé en algunas obras importantes, con grandes artistas como Sarita Otermin o Roberto Fontana. Pero en aquel tiempo me plantee la necesidad de estudiar algo. Había empezado Derecho y tenía ideas de hacer el IPA profesorado de Literatura. Me hice un test vocacional y me dijeron: “Vos tenés que estudiar Comunicación Social”. No tenía muy claro qué era eso. Me dijeron que involucraba el periodismo y la investigación y me sentí atraído. Me acuerdo que estaba haciendo una obra en el notariado con Franklin Rodríguez y otros actores. Un día al final de la función le dije: “Muchachos, esto es lo último que hago porque voy a dejar el teatro”. Nadie insistió para que siguiera o recapacitara. Ahí me di cuenta de que fue una buena decisión.

-Así que a diferencia de muchos de tu generación, ¿te formaste en comunicación?

-Sí, en la Católica. Tuve algunos compañeros con quienes mantengo la amistad, como Leonardo Haberkorn o Jaime Clara. Siendo estudiante hice un informe audiovisual sobre los graffitis. Era el año 1989. Lo presenté en Canal 10 e interesó: resolvieron que un programa de video nacional comenzará con eso. Poco después eran las elecciones y Jorge Defeo, entonces director del canal, me convocó para que estuviera en la cobertura electoral. En ese momento, comandaba Subrayado Ángel María Luna y me tocó hacer las típicas notas de “color” en la tarde la jornada electoral, cuando no hay mucho para informar. Me acuerdo que después de haber trabajado, a los días, fui al canal y le pregunté a Defeo si me correspondía un pago. Me dijo que era la primera persona que primero trabajaba y después preguntaba por el cobro. En febrero del año siguiente empecé en La revista estelar con Humberto De Vargas.

Silverasr.jpg
Pablo Silvera en sus comienzos en "La revista estelar".
Foto: Archivo personal de Pablo Silvera.

-¿Cuál fue tu primer perfil en ese programa?

-Era un programa lindo de hacer. Humberto tenía todas sus dotes de showman y estaba también Rosario Castillo, una mujer muy sensible y muy creativa. Mi aporte era más periodístico pero también de cosas alternativas, fuera de la agenda. Hice todo tipo de notas y de coberturas en esa época, enfocado en la artístico, un contenido que era característico del programa. Al poco tiempo, se terminó La revista estelar pero yo quedé en Subrayado.

-Estuviste 23 años en el informativo, ¿qué coberturas recuerdas más?

-Un día me llamaron a las 7:00 de la mañana para ir a una cobertura en Buenos Aires. Cuando quise acordar, estaba en una avioneta cruzando el Río de la Plata para cubrir el atentado de la AMIA. También me tocó la cobertura de los incidentes del Hospital Filtro. Se cumplieron 30 años hace poco y El País sacó un especial muy bueno que se preguntaba si fue la última asonada de los tupamaros o un desborde policial. Creo que fueron las dos cosas. También viajé a Brasil a cubrir las movilizaciones de los “sin tierra” y en París, a donde fui para un celebración de la UNESCO, logré hacerle una entrevista a Yasir Arafat y a Catherine Deneuve. Todo se dio porque yo había entrado por la puerta equivocada, no por el área de prensa, y en ese lugar estaban todos los protagonistas. Fueron muchos años, muchas vivencias.

-¿Cómo se procesó el final del ciclo en el noticiero?

-Cuando cumplí 60, como es habitual en el canal, se cumple el ciclo. Eso le pasó al 90% de los compañeros que llegan a determinada edad y se cierra la etapa. En paralelo, yo venía haciendo unos ensayos pequeños programas propios y en cuanto al informativo, sentía que había llegado a mi techo. El trabajo implicaba horas y horas en la calle esperando para hacer una nota, bajo frío, calor, lluvia y una dependencia del humor de la persona que uno estaba esperando. Eso, prolongado en el tiempo, lleva un desgaste que me pareció natural dar un paso al costado y dejar el lugar a periodistas jóvenes. Por otro lado, yo veía que la tecnología avanzaba y se me iba a complicar cada vez más. Las exigencias de la inmediatez, por ejemplo, eso de estar minuto a minuto con el tuit o saliendo en vivo todo el tiempo es algo que se hubiera complicado.

WhatsApp Image 2024-08-27 at 10.18.33 PM.jpeg
Reunión de "la vieja guardia" de "Subrayado".
Foto: Archivo personal de Pablo Silvera.

-Mencionabas los programas, ¿cuáles hiciste?

-El primero fue Ferias y mercados, que lo sacamos en VTV. Yo me fui pero siguió con otra gente. También hice Tiempo azul, en Canal 7 y en el 10. Fue muy gratificante porque la esencia del programa radicaba en qué hacemos con nuestro tiempo. Y lo último fue Pueblos.

-¿En qué medida seguís haciendo periodismo en la actualidad?

-Uno nunca deja de ser periodista. Me mantengo informado y como tengo amigos en los medios, muchas veces comento cosas, les doy ideas. Con los ex Subrayado, tenemos un grupo que cada tanto nos juntamos. Mantenemos un buen vínculo. Ahora con la ida de Martín Lees, de Blanca Rodríguez y de Alejandro Borges prácticamente no hay queda nadie de mi generación.

-¿Cuál es tu visión del pase de Blanca Rodríguez del periodismo al ejercicio de la política?

-Como la ves a Blanca en pantalla, así es. Transparente, cálida, buena compañera, una mujer de equipo, además de inteligente y culta. Creo que puede aportar mucho y quizás ella evaluó que esto era un desafío. En Subrayado había alcanzado un techo. ¿Qué más podía hacer? La televisión tiene algo único: vos puede ser el mejor periodista, el más preparado, culto e inteligente, pero en la tele, más allá de todo eso, lo que te permite la permanencia es ser aceptado por la gente. Blanca logró eso y es una base importante para lo nuevo que quiere hacer. En mi caso, yo no fui el mejor notero de mi tiempo pero siento que fui aceptado.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar