La felicidad trae suerte

| Recomendado | Analía Filosi

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Título original: happy-go-lucky | Director: mike leigh | Actores: sally hawkins, alexis zegerman, andrea riseborough, sinead matthews, eddie marsan | Género: comedia agridulce | Duración: 117`

En determinado momento, un personaje le dice a la protagonista que no cree que sea feliz, que la actitud que muestra ante la vida no puede ser real. Es que Poppy está todo el tiempo con una sonrisa en los labios, nada parece bajonearla y siempre ve el lado positivo de las cosas. Es maestra de jardín de infantes, vive con una amiga y, como le robaron la bicicleta, ha decidido tomar clases de manejo. Su instructor es el polo opuesto: un hombre que vive con el ceño fruncido y que está siempre despotricando contra el mundo. Poppy no se priva de hacer lo que tiene ganas: va a clases de flamenco, sale con sus amigas hasta altas horas y libera tensiones (¿las tiene?) saltando en una cama elástica. A primera vista, esta treintañera da la sensación de ser alguien muy ingenuo o tonto. Pero no es así, tiene claro que hay problemas (lo demuestra ante un posible caso de maltrato en uno de sus alumnos). El tema es que no abandona nunca su buena cara, quizás como un sistema de defensa. En tal sentido es genial la composición que Sally Hawkins hace de su personaje, no en vano se llevó el Globo de Oro a Mejor Actriz de Comedia. Y ni que hablar la dirección y guión de Mike Leigh (Secretos y mentira), que con situaciones bastante cotidianas y otras que parecen insignificantes da una lección de filosofía de vida, permitiendo que hacia el final del film Poppy no nos resulte ni ingenua ni hipócrita en su forma de ser. Una comedia inglesa agridulce sin mayores pretensiones, que termina teniendo un peso mayor que el que insinúa a primera vista.

La soledad

Título original: la soledad | Director: jaime rosales | Actores: sonia almarcha, petra martínez, miriam correa, nuria mencia, maría bazán, jesús cracio, josé luis torrijo | Género: drama | Duración: 124`

Dos historias en paralelo con un punto de contacto ínfimo. Una mujer separada y con un bebé se muda de su pueblito a Madrid, donde comparte casa con dos personas; el destino le jugará una mala pasada. Una mujer con tres hijas que ya tienen su vida, pero de cuyos problemas no puede desprenderse. Rosales cuenta cada escena partiendo la pantalla en dos, para mostrar dos ambientes -o puntos de vista- de la misma situación. El recurso, así como la ausencia de música, acentúa la idea de soledad a la que alude el título, además de hacer que los personajes sean observados como si los estuviéramos espiando. Gran labor de un elenco que transmite tanto con gestos como con buenos diálogos.

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