La carta natal de Kairo Herrera; un leonino marcado por la energía creativa

Kairo Herrera. Foto: Leonardo Mainé

ASTROLOGÍA

El planeta Neptuno ha influido en las grandes oportunidades artísticas que tuvo el conductor de La mañana en casa, Viva la tarde y frontman de la banda 4Cuervos.

Kairo Herrera. Foto: Leonardo Mainé
Kairo Herrera. Foto: Leonardo Mainé

Kairo Herrera nació en Montevideo un domingo 2 de agosto de 1970 con el sol y la luna posicionados en la constelación de Leo en casa cinco y su ascendente es Aries.

Desde la astrología, el sol representa la conciencia y el principio vital. Es la chispa divina y lo más auténtico que tenemos: la esencia.

Leo es el signo de la creatividad, el corazón, la generosidad y lo majestuoso y estas cualidades se ven fuertemente potenciadas en la carta del músico y comunicador.

La carta natal es un mapa, un ADN de nuestras energías, lo que podría compararse con una partitura de música que cuenta qué tipo de canción somos. En el recorrido de Kairo la energía leonina se hace presente en varios momentos de su vida.

Según él cuenta, desde siempre estuvo ligado a la creatividad ya que su abuelo, gran referente de su vida, era decorador de interiores y creció rodeado de libros de diseño, lápices, reglas, escuadras y dibujos. La música clásica, además, era la “banda sonora” de aquel taller donde su abuelo trabajaba mientras él jugaba.

Su padre (figura asociada al sol) era el centro de atención de las reuniones de cada fin de semana, a las cuales Kairo asistía siempre con él. A los 14 años, el padre le colocó una guitarra en su regazo y le dijo a modo de broma: “Vos aprendé a tocar la guitarra que no te van a faltar novias”.

La adolescencia se la pasó dibujando al punto que sus cuadernos del liceo tenían más dibujos que letras o números.

Los planetas lentos como Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón, tienen ciclos que marcan pautas a nivel de destino y del alma.

Kairo Herrera
Kairo Herrera junto a sus compañeros de banda 4Cuervos.

En 1987, con el tránsito de Neptuno, planeta asociado a la música, al arte, las aguas oceánicas y a la espiritualidad transitando por su décima casa, la cual representa la vocación y el trabajo vocacional, Kairo se postula mediante un aviso de diario para ser vocalista de una banda de rock. Aunque no quedó seleccionado, fue ahí que supo que quería dedicarse a la música y durante este mismo transito llegaron las oportunidades.

Así, a los 17 años, el destino daba sus primeras pinceladas en cuanto a lo que el alma pretendía manifestar como camino de vida. Quiso ser arquitecto, estudió diseño gráfico y tuvo luego la oportunidad televisiva: fue conductor durante 9 años de Cámara testigo, hizo teatro y hace radio, entre otras actividades ligadas al arte, la creatividad y la exposición.

Aunque Kairo se refiere a sus trabajos con gran orgullo leonino, hoy, con 52 años, lo que tiene más a mano en su día a día son: un cuaderno, un lápiz y una guitarra. Asegura que la música es lo que le llena el alma.

Uno de los lugares que más le gusta ir para despejarse del ruido cotidiano es Rocha, mencionando que cuando está sentado frente al mar los sonidos de las olas contra la arena le traen melodías que registra en su celular.

A la hora de componer con su banda dice que nadie manda, que la que manda es la canción, como si la canción tuviera vida propia.

Hace 20 días, con Neptuno transitando su casa doce como ocurrió en aquel 1987, Herrera cumplió su sueño de tocar música frente a miles de personas en el Estadio Centenario. La banda que integra, 4Cuervos, ofició de telonera de Guns and Roses.

Como buen leonino, Kairo es un hombre de honor, auténtico y creativo. Orgulloso de sus padres y abuelos quienes forjaron en él una escala de valores digna de familia Real.

Se considera un padre divertido y responsable, y en lo laboral, querido en los medios, reconocido por su público con el cual conecta desde su humildad, corazón y autenticidad.

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