Uruguayo de nacimiento y hondureño por adopción, el periodista Julio César Núñez es uno de los referentes de la comunicación deportiva en el país centroamericano. Llegó hace 20 años a Honduras y hoy se desempeña como comentarista en el canal Televicentro y dirige el área deportiva de la cadena de radios HRN.
En Uruguay también tiene su recorrido. Comenzó en información general en Radio Cristal, de Las Piedras, de donde es oriundo. En la “noche amarga” del 27 de junio de 1973, reportó el golpe de Estado desde Casa de Gobierno, donde se desempeñaba como cronista para Radio Carve. Al poco tiempo paso a Radio Monte Carlo y si bien siguió desempeñándose en la información política, allí comenzó su camino en el deporte.
En 1975, el fallecimiento repentino de Carlos Solé generó una ola de cambios. Radio Oriental apostó por la incorporación de Víctor Hugo Morales como relator principal. “Monte Carlo y Oriental eran radios hermanas, del mismo grupo empresarial. A mí me interesaba mucho el fútbol y me fui incorporando al equipo liderado por Víctor Hugo”, recuerda Núñez. Primero se sumó para “hacer estudios centrales” y luego fue pionero en el desarrollo de las “previas”.
A partir de entonces comenzó su camino en el periodismo deportivo radial, que incluyó varias emisoras, entre ellas Radio Sport. También fue parte de Canal 5, en los años ’90, como responsable del segmento deportivo en los informativos del canal estatal. También integraba los equipos de transmisión de la vuelta ciclista en aquellos años.
Para la crisis de 2002, estaba trabajando en la ciudad de Mercedes. Pero eran tiempos de “vacas flacas”. Recibió una invitación del DT uruguayo Ernesto Omar Luzardo, quien estaba trabajando como entrenador en Honduras y allá partió. El mes que viene se cumplen 20 años de su desembarco en aquel país.
-¿Llegaste a Honduras con la propuesta de trabajar en los medios?
-Sí, Ernesto Omar Luzardo, ahora fallecido lamentablemente, fue un gran amigo mío. Estaba trabajando como entrenador y tenía vinculación con medios de comunicación. Él me recomendó para un proyecto que estaba en ciernes, vinculado a la televisión y a la radio. Él consideró que tenía las condiciones para trabajar en Centroamérica y yo acepté encantado. En los próximos días se cumplen 20 años de mi llegada a Honduras.
-¿Cómo fue la adaptación en aquel momento? ¿Qué te sorprendió del medio hondureño?
-El estilo periodístico me llamó la atención. Era y sigue siendo un estilo demasiado provocativo pero sin fundamento. Se hacía un periodismo light desde el punto de vista técnico y de conocimiento de fútbol pero muy dado a la polémica fácil. Desde mi lugar traté de aportar y muchas veces me han dicho que hasta mi llegada, ningún comentarista analizaba los partidos desde el planteamiento táctico o las intenciones de juego de un entrenador con los cambios, por ejemplo. Hoy en día ya hay otros periodistas que se han profesionalizado y es un orgullo para mí, en estos 20 años, haber aportado algo al medio.
-¿Cómo se vive el fútbol en Honduras a nivel de la pasión del aficionado?
-Es parecido a Uruguay. Aunque el nivel futbolístico no es el mejor, la pasión del hincha está siempre presente en los torneos locales y también con la selección. Afortunadamente yo viví dos períodos muy buenos porque Honduras solo había clasificado al mundial de 1982 y en 2010 y 2014 logró clasificar de forma directa. Todo eso generó una onda positiva respecto al fútbol y la gente hizo suya una frase mía, que había acunado en las transmisiones de ciclismo en Uruguay y que es “aguanta corazón”. Eso quedó como una muletilla y todo el mundo me conoce por esa expresión.
-En 20 años de residencia en Honduras, ¿has echado raíces allí?
-Sí, conocí a mi esposa y nos casamos en 2009. Hemos comprado una casa y vivimos en Tegucigalpa. Obviamente mantengo la relación con la pequeña familia que ha quedado en Uruguay: mi hijo está en Mercedes y me ha dado dos nietos. Mi hermana está en Montevideo y estamos siempre en comunicación.
-¿Extrañaste en este tiempo?
-Gracias a Dios este mundo globalizado me permite comprar las yerba en un supermercado a 10 minutos de mi casa. Además y gracias a la tecnología, sigo cada febrero el concurso del Teatro de Verano y le explico a mi esposa qué son las murgas y por qué el Carnaval es tan largo. Cambio de canal y miro Deportivo Maldonado - Montevideo City Torque o el informativo del mediodía de Canal 4, con Yisela Moreira y Roberto Hernández. Así que si bien cultivo la nostalgia, como todo uruguayo, no tengo la necesidad de volver para estar cerca. La tecnología me permite vivir en Honduras desde hace 20 años pero sin haberme ido de Uruguay totalmente.
-¿Conservas vínculo con quienes fueron compañeros tuyos?
-Sí, con muchos. Con Julio Ríos, por ejemplo, mantenemos una gran amistad. Él apareció en Radio Oriental y la emisora lo convirtió rápidamente en su relator principal. Yo fui testigo de ese proceso y trabajé con él. También nos hablamos cada tanto con Carlitos Muñoz o con Javier Máximo Goñi. Me quedaron vínculos muy lindos con Graziano Pascale, Fernando Vilar, Ernesto Ortiz, Rodrigo Romano, Aris Idiartegaray, entre otros.
-¿Con Víctor Hugo Morales?
-No, luego de que él se fue a Buenos Aires perdimos el contacto.
-En las ocasiones que Uruguay ha jugado con Honduras en este tiempo, ¿cómo vives esos partidos?
-Como dice la canción, con el “corazón partido”. Para el Mundial de Sudáfrica 2010 por muy poco el repechaje fue contra Costa Rica y no con Honduras. En ese caso, habría sido un partido difícil, más allá de que profesionalmente me debo al medio para el que trabajo.