ANALIA FILOSI
Un western con varios premios, nominaciones y elogios de la crítica se estrena el lunes en Space. Se trata de Hatfields & McCoys, miniserie de tres capítulos de hora y media que cuenta el enfrentamiento, entre 1878 y 1891, de dos clanes vecinos de Virginia Occidental y Kentucky. Rencillas legales y familiares, malentendidos y romances imposibles conforman esta historia real por la que Kevin Costner y Tom Berenger obtuvieron el Emmy a Actor Principal y de Reparto respectivamente. El primero, junto al otro protagonista de la historia, Bill Paxton, es además candidato al Globo de Oro.
En cada país hay alguna historia de Montescos y Capuletos. En Estados Unidos, se podría decir que el drama de Shakespeare se hizo realidad en el enfrentamiento entre dos clanes: los Hatfields y los McCoys. Una rivalidad que comenzó al término de la Guerra Civil americana y que pudo, según lo que se sabe, desatar una segunda guerra civil. El conflicto se desarrolló entre 1878 y 1891, entre los condados y estados de Kentucky y Virginia Occidental. Algunos consideran que finalizó en 1901, cuando terminaron los juicios entre las familias y firmaron la paz, otros dicen que recién en 2003 los descendientes arribaron a un armisticio final.
Los patriarcas de ambas familias eran Ephraim Hatfield (1765) y William McCoy (1750). Los hijos de cada uno, Devil Anse Hatfield (personaje de Kevin Costner) y Randall McCoy (personaje de Bill Paxton), eran amigos íntimos y pelearon juntos en la Guerra Civil en el ejército del Sur. Cuando la guerra se dio por perdida y las bajas en las fuerzas confederadas se volvieron incontables, Devil resolvió abandonar la lucha y volver a casa, en West Virginia, ante la sorpresa de Randall, que no entendió su decisión y menos su falta de fe tanto en Dios como en la causa del ejército del Sur. Mientras Devil desertó, Randall fue tomado prisionero por los yanquis.
Otros cuentan que el conflicto entre ambas familias surgió cuando Harmon McCoy fue asesinado por los Logan Wildcats, una de las numerosas milicias que se encargaban tanto de cuidar los territorios de la confederación como de acabar con los desertores. Los Wildcats eran, en su mayoría, Hatfields y uno de sus líderes era Devil Anse. Cuando Randall volvió a casa y se enteró de esta muerte, no dudó en acusar a su antiguo amigo del crimen, aunque éste le aseguró que en aquella época se encontraba enfermo.
El hecho sería el disparador para una enemistad que fue creciendo con el tiempo. Los McCoy empezarían queriendo vengarse pero, al ver que no podían asesinar a sangre fría, decidirían llevar el enfrentamiento al terreno legal: primero, reclamando los terrenos en los que los Hatfield tenían su empresa maderera, y luego, yendo a cuestiones mucho menores, como pelear por de quién es tal cerdo. Como resultado de un juicio así, los hijos de McCoy asesinaron a Bill Staton, pariente de ambas familias pero cuyo testimonio inclinó la balanza hacia los Hatfields. Dicen que este hecho sería la gota que derramó el vaso en la guerra entre ambos bandos. Y ni que hablar cuando, tiempo después, el romance entre integrantes de ambas familias contribuyera a encrispar los ánimos mucho más, una historia de amor destinada a terminar como Romeo y Julieta.
En televisión. Todo esto se verá reflejado en la miniserie Hatfields & McCoys, que Space estrena el lunes próximo, a las 23 horas. La misma se divide en tres episodios de 90 minutos cada uno, que la señal emitirá lunes, martes y miércoles (23 horas), para volver a exhibirlos todos juntos, en continuado, el domingo 27, desde las 21 horas. Con Kevin Costner (también productor) y Bill Paxton en los roles estelares, la miniserie cuenta con la dirección de Kevin Reynolds (Robin Hood: El príncipe de los ladrones) y el guión de Ted Mann (Deadwood), que trabajó junto a Ronald Parker y Bill Kerby. El rodaje se realizó en las montañas de Rumania con un elenco que también integraron Matt Barr, Andrew Howard, Jena Malone, Lindsay Pulsipher, Sarah Parish, Mare Winningham y Ronan Vibert, entre muchos otros.
Hatfields & McCoys viene de ganar cinco premios Emmy (tenía once nominaciones más): Actor Principal (Kevin Costner) y Actor de Reparto (Tom Berenger), Maquillaje, Edición y Mezcla de Sonido, además de ser candidata a dos de los Globo de Oro que se entregan mañana -Miniserie y Actor (Costner)-, dos SAG -Costner y Paxton-, dos Satellite Awards -Miniserie y Actriz de Reparto (Mare Winningham)-, un TCA (Television Critics Association Awards) y a un premio del sindicato de guionistas (WGA).
El programa fue récord de audiencia en la historia de la TV cable en Estados Unidos, con 14 millones de espectadores sintonizándola en el verano de ese país a través de History Channel. Esto y los galardones conseguidos y que aún se pueden conseguir, ya decidió a la señal a realizar una secuela, la cual se centrará en los descendientes de ambas familias.
Dado el peso de esta historia, es lógico que esta miniserie no sea la primera en ocuparse de este enfrentamiento familiar. En 1923, la comedia Our hospitality, protagonizada por Buster Keaton, se basó en él para contar la historia de los Canfield y los McKayfeud. Disney elaboró el corto The Martins y coys (1946) como caricatura del conflicto. La película Roseanna McCoy (1949) relató el romance entre quien da nombre al film (encarnada por Joan Evans) y Johnse Hatfield (Farle Granger). En 1975, se estrenó en televisión la película Los Hatfields y los McCoys. Y hasta las animaciones de TV se inspiraron en el tema: el capítulo 18 de la cuarta temporada de Los Picapiedras, titulado The Bedrock hillbillies, se basó en esta lucha, y en un episodio de Scooby-Doo, los Hatfields vivían en la cabaña de los McCoys obsesionados por el fantasma de la vieja bruja McCoy, ejecutada por brujería años atrás. Además, en junio de 2012, The Hollywood Reporter confirmaba que la actriz Charlize Theron preparaba para NBC una serie modernizada sobre ambos clanes.
De la paz a la guerra. Apenas separados por el río Tug Fork, el clan Hatfield se instaló en West Virginia y el clan McCoy en Kentucky. El primero se dedicaba a la industria maderera y, por ello, estaba en mejor situación económica dado que podía vender su producto a fabricantes de muebles y constructores de casas. Los McCoy, en tanto, eran granjeros, lo que hacía que su economía fuera más inestable. Esta diferencia de actividad también fue semillero de celos y envidias, que luego se alimentarían con los conflictos ya mencionados, entre los que la cereza de la torta sería el romance entre Johnse Hatfield (Matt Barr) y Roseanna McCoy (Lindsay Pulsipher), hijos de Devil Anse y Randall respectivamente.
Desde ese amor prohibido hasta fusilamientos salvajes cargados de una brutalidad extrema, esta historia real que podrá tener -o no- mucho de leyenda dio lugar a un western áspero, en el que los conflictos se solucionan con emboscadas y disparos, y las victorias se celebran en el burdel. Esta guerra entre clanes no sólo transformó a dos familias para siempre, sino también a las regiones en las que vivían porque, según iban aumentando las hostilidades, amigos y vecinos fueron tomando partido por unos u otros, llevando a ambos estados al borde de otra guerra civil.
Anécdotas. Tom Berenger se llevó uno de los cinco Emmys que ganó esta miniserie el pasado setiembre. Su interpretación de Jim Vance, integrante del clan Hatfield, le valió la estatuilla a Mejor Actor Secundario. "Vance es muy individualista. Vive sin una mujer, sus hijos son ya todos mayores o se han ido. Va a pescar solo, pero creo que también se lleva a sus sobrinos. De hecho, así es como es asesinado, yendo de caza con su sobrino Cap", contó el actor de paso por Madrid para promocionar Hatfields & McCoys.
Berenger destacó que, si bien la historia tiene ribetes de leyenda, se compone más de hechos reales que de supuestamente imaginarios o inventados. "No está exagerada, casi todos los personajes fueron reales", dijo, aclarando que sólo al personaje del juez que encarna Powers Boothe se le atribuyó su intervención en un caso en el que realmente no actuó, pero fue una libertad que se tomaron los guionistas para no tener que añadir otro personaje.
Como prueba de que este conflicto familiar realmente marcó a los Estados Unidos, Berenger relató dos anécdotas. Una refiere a que uno de los actores del elenco era descendiente de la familia Hatfield, pero lo gracioso fue que le tocó interpretar a un McCoy. "De hecho, yo lo mato con mi sobrino Cap", apuntó Berenger. "Después de rodar la escena, esa noche en el hotel, mientras estábamos tomando algo, me contó que realmente estaba emparentado con la familia Hatfield y que era de Virginia Occidental (…) Me contó que era un descendiente directo de Jim Vance. Entonces le dije: `¿me estás diciendo que hoy he matado a mi tataranieto?`. Y él me respondió que sí" (risas).
Estando en Virginia Occidental y en el este de Kentucky, el actor escuchó más historias de este enfrentamiento. Su segunda anécdota tiene que ver con el sheriff de su condado, Mike Hatfield, que es descendiente directo de Anse Hatfield, el personaje de Costner. "Después de la serie llamó como a once de sus familiares y todos estuvieron de acuerdo en que interpreté a Jim Vance bastante bien", recordó quien sólo contó con cinco libros históricos y dos fotos de Vance como fuente para componer su personaje.
Berenger llegó a afirmar que Hatfields & McCoys podía ser como El Padrino de las montañas. Encuentra similitudes en "las dinámicas familiares, con el patriarca con los hijos, los sobrinos… Está el aspecto de la vendetta… También teníamos el guión perfecto, con los actores perfectos, con el director perfecto, todos los planetas se alinearon. Y tienen un aspecto parecido. Son historias de época, aunque de períodos históricos diferentes, pero las dos tienen ese tono sepia", concluyó.
En definitiva, Hatfields & McCoys hará que América Latina conozca más sobre uno de los capítulos más sangrientos de la historia de Estados Unidos, el relato de una rivalidad que le dio forma a una nación y creó una leyenda.