Es "La Señora", como evidenciando una alcurnia de marido francés y alta sociedad, que es tratada con reverencia de doméstica. Pero también es "Chiquita", un apodo más barrial con el que se la conoce desde siempre y que genera una cercanía con su público: un montón de señoras que bien podrían llamarse "Chiquita".
De edad que es siempre es motivo de especulaciones (hoy cumple 81 años), Legrand construyó una imagen pública que se nutre en igual medida de ambos apodos. Así se convirtió en una de las grandes estrellas argentinas, un largo camino que inició en la época dorada del cine argentino y cimentó gracias a la televisión y sus almuerzos, ciclo de reportajes con entrada, plato principal y postre. Los viene haciendo 40 años.
Figura emblemática de la farándula argentina, Mirtha Legrand genera el mismo grado de aprecio que de denostación. Algunos ven simpatía y atrevimiento, donde otros ven frivolidad, algo de tontera y una peligrosa negativa al retiro. Esas dos visiones, después de todo, es la que la vuelven eterna.